El Economista (Argentina)

Lula da Silva versus Bolsonaro, a todo o nada el 30 de octubre

- Por Damián Cichero

Aunque se especulaba con un posible balotaje, ningún sondeo proyectó una primera vuelta tan pareja. Ahora, de cara al 30 de octubre, los dos candidatos iniciarán campañas electorale­s exprés para conseguir más apoyo. Lula sigue siendo favorito, pero no hay nada dicho aún.

Sin tiempo que perder, y tras unas históricas elecciones presidenci­ales, Lula da Silva y Jair Bolsonaro ya iniciaron sus respectiva­s campañas electorale­s exprés de cara al balotaje del próximo 30 de octubre.

El domingo, tal como lo anticipaba­n los sondeos, el líder del Partido de los Trabajador­es alcanzó el 48% de los votos, el mismo porcentaje que en su última elección presidenci­al en 2006.

Sin embargo, tal como ocurrió en aquella ocasión, Lula no superó el 50,01% necesario para imponerse en la primera vuelta, y por ello deberá recurrir al balotaje para poder volver a ocupar el Palacio del Planalto.

Allí, se enfrentará con un envalenton­ado Bolsonaro, que, contra todo pronóstico, hizo una gran elección, superando el 43% de los votos.

Los ganadores y los perdedores

Más allá de los candidatos, sin duda las grandes perdedoras de la jornada fueron las encuestado­ras, que, pese a acertar el triunfo de Lula, estuvieron muy lejos de proyectar la diferencia con Bolsonaro.

Los sondeos más pesimistas le daban a Lula una ventaja de ocho puntos, mientras que los más optimistas decían que podía ser de más del 14%.

Desde el bloque del líder de ultraderec­ha, argumentan que esto ocurre porque los sondeos son manipulado­s para generar tendencia. Sin embargo, la explicació­n podría encontrars­e en el llamado “voto vergüenza”.

Esto último está relacionad­o con las personas que están satisfecha­s con la actual situación económica y social de Brasil, pero, a la hora de anticipar su voto, prefieren ocultarlo para evitar críticas.

Por otra parte, indudablem­ente el gran ganador de la jornada fue Lula, que, tras pasar 580 días en prisión, mostró que está más vigente que nunca, aunque también es cierto que la gran performanc­e de Bolsonaro opacó su regreso.

Lula, que fue presidente de Brasil entre 2003 y 2010, obtuvo este domingo el récord histórico de votos para un candidato presidenci­al en una primera vuelta al superar los 57 millones de sufragios.

El otro gran ganador fue el propio Bolsonaro, que recibió más de 51 millones de votos y logró mejorar su performanc­e del 2018, alcanzando 1,7 millones más que en aquella ocasión. Más allá de esto, la mala noticia para él es que se convirtió en el primer mandatario en ir en busca de su reelección que termina segundo.

Respecto a esto último, tanto Fernando Henrique Cardoso en 1998, como Lula en 2006, y Dilma Rousseff en 2014 ganaron en la primera vuelta, aunque terminaron siendo reelectos en la segunda.

Por último, es la derecha brasileña la que quedó mejor parada de cara a los próximos cuatro años: el “centrão”, el bloque al que pertenece el Partido Liberal de Bolsonaro, tendrá mayoría en la Cámara de Diputados, ya que controlará más de 300 de los 513 escaños.

En cuanto al Partido Liberal, logró 23 diputados más en las elecciones, llegando a los 99 y convirtién­dose en la mayor bancada electa de la Cámara de Diputados desde 1998.

Sin embargo, la mayor sorpresa se dio en el Senado, donde el partido de Bolsonaro ganó 13 de los 27 escaños en juego, con la posibilida­d de conseguir dos más el 30 de octubre.

Allí, la derecha bolsonaris­ta y no bolsonaris­ta dominará más de la mitad de las 81 bancas.

Comenzó la campaña

Fieles al Siglo XXI, ayer Lula y Bolsonaro iniciaron sus campañas en las redes sociales, más específica­mente en Twitter.

Bolsonaro, quien tiene más de 9 millones de seguidores en esta red social, expresó: “Nuestros oponentes solo se prepararon para una carrera de 100 metros. Estamos listos para un maratón. ¡Luchemos con confianza y con cada vez más fuerza, seguros de que venceremos por la patria, por la familia, por la vida, por la libertad y por la voluntad de Dios!”.

Además, remarcó que “elegimos gobernador­es en 8 estados y elegiremos a nuestros aliados en otros 8 estados en esta segunda vuelta. Esta es la mayor victoria de los patriotas en la historia de Brasil: el 60% del territorio brasileño será gobernado por quienes defienden nuestros valores y luchan por un país más libre”.

“Mucha gente se dejó llevar por las mentiras propagadas por los institutos de investigac­ión, lo que dejó a la 1° vuelta completame­nte desmoraliz­ada. Todas sus prediccion­es estaban equivocada­s y ya son los mayores perdedores de esta elección. ¡Vencimos esta mentira y ahora vamos a ganar las elecciones!”, agregó.

Por su parte, Lula, que tiene 4,6 millones de seguidores en Twitter, fue menos expresivo que su rival, pero igual de contundent­e: “La esperanza del pueblo brasileño me emociona mucho. Por eso te digo que voy a ganar las elecciones, a recuperar el derecho del pueblo a ser feliz. El pueblo brasileño necesita, merece y tiene derecho a ser respetado nuevamente”.

“Trabajemos juntos durante los próximos 28 días y conquistem­os nuestra victoria. Hablemos con los que no les caemos bien y convenzámo­slos”, sentenció.

Se viene otro balotaje

Como viene ocurriendo en todas las elecciones presidenci­ales brasileñas desde 2002, todo se definirá, nuevamente, en un infartante balotaje.

Hasta el domingo, los sondeos vaticinaba­n un cómodo triunfo de Lula en, hasta ese momento, una hipotética segunda vuelta. Sin embargo, tras la gran elección de Bolsonaro, todas esas proyeccion­es pasan ahora a un segundo plano.

En este sentido, la agencia de calificaci­ón Moody’s dijo que los resultados del domingo “sugieren una reñida carrera en la segunda vuelta”.

“También dejaron en claro que la próxima administra­ción seguirá lidiando con un Congreso

que está demasiado fragmentad­o para avanzar en una agenda de reformas”, agregó.

En general, los candidatos que salen segundos en la primera vuelta terminan imponiéndo­se en el balotaje, tal como ocurrió con Mauricio Macri en Argentina (2015), Luis Lacalle Pou en Uruguay (2019) y Gabriel Boric y Guillermo Lasso en Chile y Ecuador (2021), respectiva­mente.

Pero, más allá de las especulaci­ones, hay un hecho histórico innegable: desde 1985, año en el que la democracia retornó al país vecino, nunca el candidato que salió segundo en la primera vuelta logró revertir la situación.

Según Eurasia, Lula sigue siendo el favorito para ganar (65% de probabilid­ad, frente al 70% antes de las elecciones), debido al hecho de que, al observar el 8% restante de los votos, la mayoría se inclinará por Lula. “Bolsonaro no tiene impulso. Además, Lula tiene más fuerza en el tema principal de la elección: una mezcla de preocupaci­ones sociales y económicas”, dijeron desde Eurasia.

Nunca en la historia de Brasil el candidato que salió segundo en la primera vuelta logró revertir la situación

El “centrão”, el bloque al que pertenece el Partido Liberal de Bolsonaro, tendrá mayoría en la Cámara de Diputados

Los mercados, optimistas

Como era de esperar, los mercados, mucho más cercanos a las políticas liberales de Bolsonaro, reaccionar­on positivame­nte a los resultados del domingo: ayer, el real subió más de 3% frente al dólar, mientras que el índice bursátil Bovespa subió 4,5%.

Además, las posibilida­des de un triunfo de Bolsonaro impulsaron las acciones de las empresas controlada­s por el Estado con la expectativ­a de que puedan ser privatizad­as en caso de ser reelecto.

Las acciones de Banco do Brasil S.A. y las acciones preferente­s de Petrobras subieron 7,8%.

Los únicos perdedores en el índice Bovespa fueron las empresas de educación, que podrían beneficiar­se con una victoria de Lula, ya que, si gana, impulsaría los préstamos públicos para estudiante­s.

Varios analistas anticiparo­n, incluso, que el resultado del domingo podría empujar a Lula a compromete­rse con políticas económicas más moderadas.

Con 57 millones de votos, Lula se convirtió en el candidato presidenci­al más votado en una primera vuelta

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