ONU y FMI advierten por las políticas monetarias
En un momento en el que los países intentan controlar la elevada inflación, se teme que el mundo caiga en una recesión
Tras años de relativa estabilidad, el mundo se enfrenta a una crisis económica sin precedentes como consecuencia de la pandemia del coronavirus y la guerra en Ucrania, aunque también por las propias decisiones de los países.
Respecto a esto último, ya resulta una obviedad que el crecimiento de China se ha desacelerado por sus estrictas políticas sanitarias, mientras que la inflación récord a nivel mundial es consecuencia de las medidas monetarias de los países para reactivar sus economías.
Sin embargo, conscientes de que la excesiva emisión de dinero ha provocado la suba de los precios, la mayoría de los países, liderados por la Fed, han comenzado a elevar sus tasas de interés para contener la inflación, pese a que esto implique entrar en recesión.
Ante la compleja situación, ayer la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) advirtió sobre el riesgo de una recesión mundial inducida por la política monetaria.
“Un ajuste monetario excesivo podría dar paso a un período de esel e inestabilidad económica (…) Cualquier creencia de que ellos (los bancos centrales) podrán reducir los precios apoyándose en tasas de interés más altas sin generar una recesión es una apuesta imprudente”, explicó la UNCTAD.
Además, el organismo dijo que las tasas de interés más altas tendrían un impacto más severo en las economías emergentes, que ya cuentan con altos niveles de deuda pública y privada.
Por ello, sugirió otras formas de controlar la inflación, como los impuestos sobre las ganancias inesperadas de las corporaciones, mejores regulaciones para controlar la especulación con las materias primas y los esfuerzos para resolver los cuellos de botella del lado de la oferta.
En esta línea, ayer la directora del FMI, Kristalina Georgieva, dijo que la recesión mundial puede evitarse si las políticas fiscales de los gobiernos fueran consistentes con el endurecimiento de la política monetaria.
Por ello, apoyó que los bancos centrales actúen con decisión para controlar la inflación porque “es un impuesto para los pobres”, pero explicó que las políticas fiscales que apoyan la supresión de los precios de la energía y el otorgamiento de subsidios van en contra de los propósitos de las políticas monetarias.
“La política monetaria pisa el freno y la política fiscal pisa el acelerador”, sentenció.