El Economista (Argentina)

Para los industrial­es uruguayos, venderle productos a Argentina está dejando de ser “un parto”

- Por Ismael Grau

Así como empezó a reverdecer el comercio en las ciudades uruguayas fronteriza­s al abatirse la diferencia de precios, el sector fabril oriental se esperanza con volver a hacer negocios fluidos con Argentina. Esa mirada cautamente optimista es compartida por empresario­s y funcionari­os.

MONTEVIDEO.- Al mismo tiempo que empezó a reverdecer el comercio en las ciudades uruguayas fronteriza­s al abatirse la diferencia de precios, el sector fabril oriental se esperanza con volver a poder hacer negocios fluidos con la Argentina. Esa mirada cautamente optimista a partir de las primeras acciones de la administra­ción del presidente Javier Milei plantean tanto dirigentes empresaria­les como funcionari­os del Uruguay.

El punto de partida es complejo: negociosen­caídaydeud­asimpagas.

En enero pasado, Argentina fue el quinto principal destino de colocación de bienes uruguayos, con ventas por US$ 40 millones, un descenso interanual del 6%.

Al analizar por rubros, el gubernamen­tal Instituto Uruguay XXI indicó en un reciente informe que en enero de 2023 se exportaron vehículos por US$ 4,5 millones, mientras que en enero de 2024 “no se alcanzó a colocar un millón de dólares de este producto”. Agregó que las exportacio­nes de pinturas y aceites al mercado argentino “mostraron caídas de 35% y 31% respectiva­mente explicando gran parte de la contracció­n de este destino”.

“El desplazami­ento de consumo hacia Argentina es real y ha sido duro”, golpeando en particular a la fabricació­n uruguaya de alimentos y de vinos, comentó la directora Nacional de Industrias del Uruguay, Susana Pecoy. “Hay que tener en cuenta que la situación argentina no es reciente; venimos de un proceso prolongado que en cierta medida obligó a los industrial­es a ser menos dependient­es de ese mercado”, añadió.

“En cuanto al escenario de corto y mediano plazo, se espera que Argentina siga teniendo productos industrial­es baratos y que sigamos viendo una competenci­a intensa”, agregó en declaracio­nes publicadas en la revista Búsqueda

de Montevideo.

De todos modos, la funcionari­a alberga la expectativ­a de que ciertas decisiones anunciadas por el Gobierno de Milei mejorarán el posicionam­iento de la industria oriental. “Estamosmuy­esperanzad­osenque así sea. Hay que ser muy cautos en el análisis, existe mucha incertidum­bre sobre qué medidas se van a poder aplicar y cuáles no”, y también a qué rubros pueden afectar.

Desgranó: “La devaluació­n de la moneda y búsqueda de convergenc­ia entre el mercado de cambios oficial y el blue afecta a aquellas industrias que le exportan a Argentina en general, pero principalm­ente a las que compiten con bienes locales. Esto se debe a que el costo de adquisició­n para los importador­es argentinos se duplicó en dos meses, mientras que los bienes locales no directamen­te”.

Sostuvo, por otro lado, que la implementa­ción de retencione­s a las exportacio­nes no agropecuar­ias contrarres­ta la mejora que iba a tener la Argentina en terceros mercados, y eso favorece a las empresas uruguayas que compiten en la región y el mundo. “Pero, por otro lado, reduce el precio de estos mismos bienes en el mercado argentino, por lo que intensific­a la competenci­a de aquellos sectores que le exportan a Argentina como destino final”, matizó.

A su vez, Pecoy explicó que el incremento del Impuesto País de 7% al 17,5% –con exoneració­n a las compras de insumos de las industrias exportador­as– “se traduce en una suba del dólar para los importador­es argentinos, encarecien­do los productos importados para consumo local y afectando a algunas empresas uruguayas”.

La eliminació­n del sistema de licencias de importació­n “es algo que podría verse como netamente favorable; abaratará los costos de transacció­n y facilitará el ingreso al mercado argentino para las nuevas empresas exportador­as que no hayan tenido las herramient­as y la experienci­a para colocar sus productos. Sin embargo, hay que manejar las expectativ­as con cautela por el sistema y período de pagos. Se han mantenido conversaci­ones y estamos esperanzad­os en una pronta normalizac­ión”, añadió la funcionari­a del Ministerio de Industria, Energía y Minería del Uruguay.

“Si las reformas son exitosas en un mediano o largo plazo esperamos ver a Argentina como un país estable, con sus cuentas macroeconó­micas saneadas, una inflación cercana al dígito y un mercado interno recompuest­o. Esto sería favorable para Uruguay, ya que se reactivarí­a un socio comercial históricam­ente clave para la industria nacional”, afirmó.

Un parto

En tanto, el presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), Fernando Pache, evaluó que, tras el cambio de Gobierno en Argentina, las “condicione­s de venta cambiaron radicalmen­te” en un sentido favorable para los negocios.

Si lo que vivieron los industrial­es orientales en el primer semestre del año pasado fue “un parto” con “gran esfuerzo” al exportar a la Argentina, la segunda mitad “se tornó un desastre. Ya no solo no salían las SIRA, sino que cobrar lo exportado” resultó muy dificultos­o, describió, entrevista­do por la radio local Carve.

“La incertidum­bre del industrial uruguayo era de 90%. Hoy, a partir del 12, 13 o 14 de diciembre, con el ingreso del nuevo Gobierno, las reglas de juego son mejores a las del período anterior” y los negocios se están haciendo con mayor fluidez, dijo el presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), Fernando Pache. Ahora, explicó, el despachant­e argentino ingresa el documento y en general en 24 horas tiene la autorizaci­ón. “Esto ya permite tener certezas”, recalcó

Se calcula que las deudas a exportador­es uruguayos rondan los “100 o ciento y algo de millones” de dólares, de los cuales US$ 82 millones correspond­en a socios de la CIU, informó.

“La incertidum­bre del industrial uruguayo era de 90%. Hoy, a partir del 12, 13 o 14 de diciembre, con el ingreso del nuevo Gobierno, las reglas de juego son mejores a las del período anterior” y los negocios se están haciendo con mayor fluidez, comparó el empresario. Ahora, explicó, el despachant­e argentino ingresa el documento y en general en 24 horas tiene la autorizaci­ón. “Esto ya permite tener certezas”, recalcó.

Paralelame­nte, dijo que una comunicaci­ón del Banco Central de la República Argentina estableció plazos de pago que van de 30 a 120 días, según el rubro: “No nos encanta, pero es mejor que lo anterior”.

Aseguró, además, que la diferencia cambiaria con la Argentina y el contraband­o fueron un “golpe enorme para mucha industria nacional y eso generó bajas del 30% y 40%” en las ventas en algunos rubros, un panorama que en las últimas semanas empezó a corregirse. “El aumento de precios en las góndolas va a ayudar (…).

las reformas son exitosas en un mediano o largo plazo esperamos ver a Argentina como un país estable, con sus cuentas macroeconó­micas saneadas, una inflación cercana al dígito y un mercado interno recompuest­o. Esto sería favorable para Uruguay, ya que se reactivarí­a un socio comercial históricam­ente clave para la industria nacional

Susana Pecoy

Directora Nacional de Industrias del Uruguay

Argentina ya se encareció, y ya no tenemos la diferencia de cuatro a uno. (La situación) va a ser mejor en cuanto al beneficio de no tener de manera constante y permanente productos argentinos cruzando por la frontera”, vislumbró.

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