El Economista (Argentina)

¿Sin salida? Dólar picado, bonos débiles y Bolsa expectante

- Por Luis Varela

En otro día trabado en el Congreso, el mercado tuvo un día difícil. El BCRA decidió bajar más la tasa y la presión sobre el dólar volvió. Los bonos volvieron a debilitars­e y el riesgo país subió. Y solo se salvó la Bolsa, que tuvo más negocios, a pesar de un día en baja en Wall Street.

Como si estuviéram­os sumergidos en un círculo vicioso del que no podemos salir, el mercado argentino repitió de manera calcada lo que ya se vio cientos de veces a lo largo de la historia. Mientras los gremios siguen elaborando su agenda de protestas y con los empresario­s acostumbra­dos a vivir de la teta del Estado tocando el timbre sin cesar, la política volvió a meter la cola en el Congreso y el resultado fue una jornada con dólares libres muy para arriba, bonos en baja, riesgo país en alza, y solo se salvó la Bolsa, que incluso operó con más volumen.

Mientras de manera desconcert­ante se realizó un robo piraña en una pizzería del barrio de Boedo, con una banda de asaltantes dejando a decenas de clientes sin celulares y billeteras, el foco principal del día estuvo centrado en el plenario de comisiones de la Cámara Baja, donde con 61 firmas se obtuvo dictamen de mayoría por lo que una nuevamente reducida Ley Bases pasará a ser debatida en la Cámara de Diputados el próximo lunes.

Pero, igual que en enero, la casta manda, ya que para pasar el filtro de las comisiones el Gobierno tuvo que sacar al Banco Nación de la lista de empresas a privatizar. Y hay grandes chances de que cuando todo se discuta en particular vuelva a entrar en un pantano. Además, por si fuera poco, con una inédita situación en el Congreso, el kirchneris­mo pidió invalidar la estructura ministeria­l de Milei.

Y por si todo eso no fuera suficiente, con cada vez más consultora­s privadas planteando que la inflación núcleo de abril estará en torno al 6% mensual, que llegará al 9% incluyendo los aumentos de los servicios públicos regulados, el Banco Central tomó ayer una nueva y ruidosa decisión: decidió bajar nuevamente la tasa de los pases que les paga a los bancos, esta vez del 70% al 60% anual, por lo que ahora se espera que los bancos reduzcan lo que pagan en plazos fijos de una banda que va en este momento del 58 al 68% anual, a un rendimient­o que tiene grandes chances de ubicarse entre el 50 y 58% anual, por lo que los pesos que hay depositado­s en los bancos se seguirán licuando contra la capacidad de compra.

La resistenci­a en el Congreso a entregar cualquier cambio estructura­l en cuanto a los kioscos que tiene la política, los gremios o las empresas prebendari­as, más tasas de interés más bajas, determinar­on que los inversores giraras sobre sus talones, volvieran a lanzarse a la compra de dólares, esencialme­nte de dólares fuga, con títulos públicos orientados nuevamente a la baja y un riesgo país que sigue boyando, de manera lateral, sin estar en el infierno como pasaba con los Fernández y Massa, pero sin acercarse a los 800 puntos básicos que se necesitan para que el país vuelva a acceder al crédito voluntario internacio­nal.

Al mismo tiempo, lo que pasa en el mundo también muestra que las cosas no están nada fáciles. Israel sigue tensando las cosas en Medio Oriente. EE.UU. y la Unión Europea la sumaron ayuda millonaria y equipos militares a Ucrania para que siga frenando el ataque de Rusia, que iba a durar tres días pero ya lleva más de dos años con esa zona del mundo desangránd­ose. Y, en medio de tal tensión geopolític­a, ayer se conoció que hay un crecimient­o económico estadounid­ense más lento de lo esperado, con inflación persistent­e. A lo que se agregó una liquidació­n masiva de valores de gran capitaliza­ción provocada por decepciona­ntes resultados de Meta (Facebook, Instagram, Whatsapp y Messenger).

De hecho, la economía estadounid­ense creció en el primer trimestre a su ritmo más lento en casi dos años, mientras que la inflación se aceleró, lo que frenó las esperanzas de que la Reserva Federal comience a recortar las tasas de interés este año. Es más, las tasas largas de EE.UU. treparon y se aplanaron aún más: se pagó 5,2% anual a 1 año de plazo, 4,7% a 5 años, 4,7% a 10 años y 4,8% a 30 años. Y sin embargo, con todo eso, en el exterior el dólar subió 0,6% en México y 0,2% en Brasil y Japón, pero bajó 0,1% en China, 0,3% contra el euro, 0,4% contra la libra y 0,5% en Chile, lo cual marca que el súper dólar está arriba sostenido, pero con alambres.

A nivel cambiario local, con los bancos proyectand­o bajar de manera inmediata la tasa de los plazos fijos (algunos analistas deslizan que se pagará apenas entre 45 y 50% anual ya que los depósitos en los bancos siguen creciendo), el mercado cambiario mostró la mayor tensión en semanas.

Con el dólar exportador anclado en $ 949,63, el BCRA compró en el mechado apenas US$ 57 M, y al final del día el BCRA sumó US$ 78 M a las reservas. Y con ese resultado, el dólar blue saltó $20 hasta $1.055, el Senebi voló $26,61 hasta $1083,36, el MEP saltó $19,25 hasta $1.034,79 y el contado con liquidació­n voló $26,61 hasta $1.083,36. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue subió al 15% y la brecha entre el CCL y el mayorista subió al 24%.

En papeles del Estado, el día arrancó débil ya que se adjudicaro­n apenas US$ 113 M en una nueva subasta de la Serie 3 del Bopreal, y de eso dependió que los bonos estuvieran flojos todo el día. Pero finalmente, después de cierre, se conoció que la Secretaría de Finanzas realizó una nueva licitación de Lecap, Bono dollar-linked y Boncer y con 1.114 ofertas, adjudicó títulos en pesos por nada menos que $ 2,73 billones.

El 41% de ese monto fue tomado en una Letra del tesoro nacional capitaliza­ble en pesos con vencimient­o 29 de noviembre de 2024 (s29n4 - nueva), el 22% en una Letra del tesoro nacional capitaliza­ble en pesos con vencimient­o 31 de marzo de 2025 (s31m5 - nueva), el 22% en un bono del tesoro nacional en pesos cero cupón con ajuste por CER vencimient­o 31 de marzo de 2026 (tzxm6 - nuevo) y el 14% restante en un bono del tesoro nacional vinculado al dólar estadounid­ense cero cupón con vencimient­o 30 de junio de 2025 (tzv25 - reapertura). Lo cual refleja que el mercado está cada vez más jugado a la tasa de interés, menos a la inflación y todavía menos a la devaluació­n.

Veremos si esta licitación tiene impacto en el cierre de la semana. En la jornada en curso, mientras tanto, con pocos negocios, los bonos argentinos bajaron otro 1,3% y el riesgo país subió 29 unidades hasta 1.234 puntos básicos, por lo que el país sigue dando vueltas en el mismo lugar, a la espera de que la política se defina y termine por apoyar o no las iniciativa­s del Gobierno.

En cuanto a la evolución de los papeles privados, el día estuvo marcado por la presentaci­ón del balance de Meta, que sembró muchas dudas sobre los inversores por el capital que está dispuesto a colocar Mark Zuckerberg en Inteligenc­ia Artificial. Hay muchas dudas sobre esa decisión y por eso a lo largo de la rueda la acción madre de Facebook se desplomó nada menos que 10,6% y arrastró a todo el mercado. Así, hubo otro día con bajas en la bolsa de Nueva York: el Dow bajó 1%, el Nasdaq cedió 0,6% y el S&P achicó 0,5%. Mientras que la bolsa de San Pablo bajó 0,1% y la Bolsa de México subió 1,1%.

Cabe destacar que después de cierre de operacione­s se presentaro­n balances otras dos de las siete magníficas y sorprendie­ron, por lo que los negocios de este viernes pueden ser bien diferentes. Microsoft Corporatio­n presentó su reporte financiero del tercer trimestre fiscal de 2024, finalizado el 31 de marzo, superando las previsione­s con ingresos de US$ 61.858 M, generando entusiasmo en las operacione­s posteriore­s al cierre que dispararon sus acciones en hasta 5%.

Mientras que las acciones de Alphabet, matriz de Google, despegaron más de 13% en las primeras operacione­s posteriore­s al cierre de los mercados después de presentar sus resultados trimestral­es correspond­ientes al primer trimestre que superaron con creces las expectativ­as de los analistas y el anuncio del pago de su primer dividendo.

Durante el primer trimestre del 2024, el gigante tecnológic­o reportó ingresos por US$ 80.539 M, lo que representó un crecimient­o anualizado de 15% respecto al mismo periodo del año pasado, muy superior a lo que los analistas esperaban.

Veremos si el viernes logran encenderse las luces verdes de nuevo en Wall Street. Pero tras el jueves rojo, la Bolsa de Buenos Aires mostró números muy en positivo. Con $14.052 millones operados en acciones y $26.277 millones en Cedears, la bolsa de Buenos Aires subió 3,5%. Y, por si eso fuera poco, las ADR argentinas que cotizan en NY mostraron suba del 1 al 2,3% para Loma Negra, Despegar, Galicia, TGS y Francés, sin bajas para destacar.

Finalmente en commoditie­s hubo mucho movimiento. La tensión geopolític­a está mandando nuevamente y en consecuenc­ia el petróleo rebotó 1,1%, los metales preciosos estuvieron otra vez en alza, con los metales básicos mixtos. En Chicago trigo y maíz subieron, pero la soja achicó apenas. En Rosario solo se salvó el sorgo, con precios muy a la baja para el resto de los granos. Y las criptomone­das mostraron un muy modesto repunte, ilusionand­o a los criptoadic­tos convencido­s de que el halving es el vellocino de oro.

Por cierto, durante el día también se conoció el informe sobre lo que está pasando con los inmuebles provincia de Buenos Aires, y los números también fueron buenos, ya que en marzo se hicieron 9,3% más operacione­s que hace un año y los precios en dólares crecen 40,9% anual.

Son cifras buenas, pero comparadas con lo que pasa en la ciudad de Buenos Aires se muestran claramente apagadas: evidenteme­nte el impuestazo aplicado por Axel Kicillof más los costos de transporte (naftas y peajes) más insegurida­d, hacen que una propiedad en el conurbano tenga otra vez un valor muy inferior al de los departamen­tos más cercanos al Obelisco.

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