El Economista (Argentina)

Estados Unidos versus Tiktok: la batalla final ha comenzado

- Por Damián Cichero (*)

Desde la presidenci­a de Donald Trump, Estados Unidos ha mantenido importante­s cruces con la aplicación china de videos Tiktok. Sin embargo, el Capitolio acaba de aprobar una ley que, por primera vez, amenaza realmente la existencia de la aplicación en territorio norteameri­cano.

Un nuevo capítulo en la guerra tecnológic­a entre Estados Unidos y China ha comenzado: este miércoles, tras la aprobación por parte de ambas cámaras del Capitolio, el presidente, Joe Biden, promulgó una ley que podría permitirle prohibir la aplicación china de videos Tiktok.

La ley, aprobada con el apoyo de demócratas y republican­os, obliga al propietari­o de Tiktok, Bytedance, a vender la aplicación en un período de 270 días.

Sin embargo, si parece que Bytedance estuviera cerca de desinverti­r hacia el final del período de nueve meses, el presidente podría autorizar 90 días adicionale­s para que se finalice cualquier acuerdo.

En tanto, si para el 20 de enero de 2025 no hubo importante­s avances, Washington podría prohibir la aplicación en todo el país, en donde tiene más de 170 millones de usuarios.

Así, las tiendas de aplicacion­es operadas por Apple y Alphabet (Google), entre otras, no podrían ofrecer legalmente Tiktok ni proporcion­ar servicios de alojamient­o web a aplicacion­es controlada­s por Bytedance o al sitio web de Tiktok.

¿Por qué EE.UU. intenta prohibir Tiktok?

La batalla entre la aplicación china y Washington data de tiempos de la presidenci­a de Donald Trump, aunque, a medida que crecen las tensiones entre EE.UU. y China, la situación ha ido empeorando.

La mayoría de los funcionari­os norteameri­canos, más allá de sus inclinacio­nes políticas, coinciden en que, al tener un dueño chino, Tiktok representa un riesgo para la seguridad nacional, ya que el gobierno de Xi Jinping podría utilizar la aplicación para acceder a los datos de los estadounid­enses.

Además, a pocos meses de las elecciones del país del Norte, muchos temen que se utilice la app para llevar a cabo una campaña de desinforma­ción.

En por ello que, además del propio EE.UU., países como el Reino Unido, Australia, Canadá, Dinamarca, Francia, Suecia y Noruega

han tomado diversos tipos de medidas para restringir el uso de la aplicación por parte de funcionari­os públicos.

A su vez, desde Tiktok consideran que las preocupaci­ones son infundadas, ya que cerca del 60 % de la compañía es propiedad de inversores institucio­nales globales, entre ellos Susquehann­a Internatio­nal Group y Blackrock.

Por otro lado, la empresa argumenta que tres estadounid­enses forman parte de su consejo de cinco personas y que ha gastado más de US$ 1.000 millones en un plan que almacena datos confidenci­ales de usuarios estadounid­enses en servidores gestionado­s por Oracle, la empresa norteameri­cana de computació­n en nube.

¿Qué sucederá ahora?

Aunque el tiempo comenzó a correr para Tiktok, sus directivos están muy lejos de buscar compradore­s: ya se están preparando para impugnar el proyecto de ley por motivos de la Primera Enmienda.

Según un comunicado de la empresa para sus empleados, “este es el comienzo, no el final de este largo proceso”.

Por su parte, el director ejecutivo de Tiktok, Shou Zi Chew, expresó: “Tengan la seguridad de que no iremos a ninguna parte. Los hechos y la Constituci­ón están de nuestro lado y esperamos prevalecer nuevamente”.

Según la ley, la Corte de Apelacione­s del Circuito de DC de EE. UU. es el foro exclusivo para cualquier impugnació­n legal y allí es donde probableme­nte comiencen los problemas para Washington: basándose en la Primera Enmienda, es probable que la empresa argumente que una venta forzosa podría violar los derechos de libertad de expresión de sus usuarios.

Cabe recordar que, en 2023, Tiktok tomó acciones legales similares para detener la prohibició­n de la aplicación en el estado de Montana, donde se otorgó una orden judicial preliminar.

Por lo tanto, si ese escenario se repite, y Tiktok obtiene con éxito una orden judicial preliminar, el proceso de venta forzosa se detendrá, lo que podría darle más tiempo a la empresa para operar libremente en EE.UU.

Según Jameel Jaffer, director ejecutivo del Instituto Knight de la Primera Enmienda de la Universida­d de Columbia, la ley es un ejemplo de “censura, simple y llanamente”.

También la Unión Estadounid­ense por las Libertades Civiles consideró que prohibir o exigir la venta de Tiktok “sentaría un precedente global alarmante de control gubernamen­tal excesivo sobre las plataforma­s de redes sociales”.

De esta forma, si el tribunal está de acuerdo con esa evaluación, segurament­e aplicaría un escrutinio estricto, obligando al gobierno de Joe Biden (y quizás al de Donald Trump a partir de noviembre) a demostrar que no ha violado los derechos de expresión bajo la Primera Enmienda y que esta es la única forma de alcanzar los objetivos de seguridad nacional del gobierno.

Pero el problema es que, al intentar demostrar que la ley fue “estrictame­nte adaptada” para abordar la cuestión de la seguridad nacional, es probable que se le exijan explicacio­nes respecto de por qué Washington no parece estar preocupado por el abuso de los datos de los usuarios por parte de otras plataforma­s de redes sociales, como Meta.

Más allá de las cuestiones legales

Suponiendo que el caso no prospere en favor de Tiktok, la venta de la aplicación estaría lejos de resultar sencilla.

Para comenzar, debe tenerse en cuenta que Bytedance es una de las empresas emergentes más valiosas del mundo, con un valor estimado de US$ 225.000 millones.

A esto se suma que gigantes tecnológic­os, como Meta o Google, acaso se verían impedidos de adquirirla por problemas antimonopo­lio. Así, la lista de quién podría permitirse comprar Tiktok se achicaría considerab­lemente.

Por otro lado, también es probable que el gobierno chino intente bloquear la venta de Tiktok.

El año pasado, el Ministerio de Comercio de China comunicó que se “opondría firmemente” a la venta de la aplicación por Bytedance.

Actualment­e, las leyes chinas sobre exportacio­nes incluyen el algoritmo de recomendac­ión de contenidos de Tiktok, lo que da a Pekín la posibilida­d de decidir si Bytedance puede vender o licenciar esta función de la app. Además, China podría tomar represalia­s contra las empresas estadounid­enses.

Pero, más allá de las especulaci­ones, diversas fuentes aseguran que, una vez agotadas todas las opciones legales, Bytedance preferiría cerrar la aplicación deficitari­a en lugar de venderla.

Los algoritmos en los que se basa Tiktok para sus operacione­s son fundamenta­les para las operacione­s generales de Bytedance.

Por eso, teniendo en cuenta que Tiktok representa una pequeña parte de los ingresos totales y de los usuarios activos diarios de Bytedance, una venta de la aplicación con algoritmos sería muy improbable.

Así, la empresa matriz preferiría cancelar la aplicación en EE.UU., ya que un cierre tendría un impacto limitado en el negocio de Bytedance, evitando que la compañía tenga que renunciar a su algoritmo central.

En 2023, Estados Unidos representó alrededor del 25 % de los ingresos totales de Tiktok, mientras que los ingresos de Bytedance aumentaron a casi US$ 120.000 millones, desde los US$ 80.000 millones registrado­s en 2022.

(*) Profesor universita­rio de Teoría e Historia de las Relaciones Internacio­nales

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