Test Cómo sos según tu vida on line

¿Las redes sociales te pueden o son tus aliadas? ¿Qué costado de tu personalidad despiertan? Controlada, intensa, fóbica o colgada... cuánto dicen de vos tus otras huellas digitales.

Tu foto de perfil…

a. Es sobria, la misma que usás en Linkedin. A veces la alternás por la que estás con tu pareja.

b. La cambiás cada dos minutos, sos la reina de los filtros y te subís cada consigna del calendario, ¡desde el Día de la Bandera al #NiUnaMenos!

c. ¿Una selfie? ¡ Jamás! Preferís el ideograma de tu nombre o la estampita de la princesa Leia, tu heroína favorita.

d. Es la misma desde aquellas vacaciones en Buzios, 2014.

La configuración de tu cuenta...

a. Hora de últ. vez: Todos. Foto: Contactos. Estado: En el cine.

b. Hora de últ. vez: Todos. Foto: ¡Todos y todas!!! Estado: “Las estrellas dicen que los fugaces somos nosotros”.

c. Hora de ult. vez: Nadie. Foto: Tus contactos. Estado: “No puedo hablar, sólo WhatsApp”.

d. Hora de últ. vez: Todos. Foto: Todos. Estado: “Hey, there!”.

Con el grupo de la familia...

a. Lo silenciaste y leés cuando podés. Pero si el chat se pone intenso intervenís para moderar.

b. Sos incansable. Las anécdotas del pasado, los memes de autoayuda y las cadenas de oración son lo tuyo.

c. Tu prima las abandona... ¿será porque no le comentaste la noticia de que por fin floreció el cactus de su balcón? Je,je... en un mes vuelve.

d. Seguro que ese audio que llegó vacío por error, ¡era tuyo! El plomero & cía. son tu contacto...

a. Aprovechás que es tu contacto y la tarde anterior le archi recontra rogás que te jure que estará allí mañana, como quedaron.

b. Le mandás audios eternos y cantidad de fotos del desperfecto. Nadie te deja plantada, ¡o comienza el ciberbullyng!

c. Cuando agendás “Pablo Electricista”, “Rubén Gasista”, temés que tu novio crea que son “trampa”.

d. El tapicero se disculpa, no pudo ir. ¡Menos mal, te habías olvidado y no estabas en casa!

Te vas de viaje...

a. Cada tanto das una señal de humo en tu muro: “Hoy, Louvre”.

b. A cada hora subís fotos a Instagram y las compartís en FB. No armás un álbum: las posteás de a una. Ups, no se lo ve al Papa asomado al balcón, ¡siempre tu cara y sólo tu cara en primer plano!

c. ¿Enrostrar que estás en Disney? ¡Ni loca! ¡Te desvalijan el departamento! Además, no le contaste a tu cuñada para que no te pida un iPhone.

d. Siempre te olvidás el celular en el hostel; además, tu batería murió; no te avivaste de comprar un cargador universal.

En el grupo del secundario...

a. Te engancharon y bueno. Ahí estás, a puro: “Buen día”, “Buen viernes”, “¡Sííí! ¡Me acuerdo!”

b. Gracias a vos se reencontraron. Amás los chistes sobre presbicia y dolores de rodilla. Seguís siendo LA organizadora de eventos de la clase, ¡todos disfrutan de tu energía!

c. Cuando empezaron a hablar del reencuentro en una quinta te bajó la presión. “Chicos, me borro por unos días, cambio de celular. Muak!” (Abandonar al grupo.)

d. Entrás cada tanto. No falla: fotos en el Centro Cívico y bromas en cordobés. Te sentís adolescente forever. ¡Los querés!

Estás soltera y conociste a un bombonazo.

a. Tunéas tus redes con esmero y sin que se note...

b. Sos la prueba científica de que las amígdalas (las emociones) gobiernan la razón. Te volvés una gurú sobre qué habrá hecho durante cada “última conexión”.

c. Cualquier papelón, menos parecer desesperada. Sos la reina del “OK” y de clavar el visto.

d. ¿Hombres? ¡Llueven! Si te escribe, verás qué onda. Si tiene que ser, será.

Vas en colectivo, recibís un audio... a. ¡Auriculares siempre a mano! b. La modorra del viaje despavila a toda la tripulación, atenta a tu historia a viva voce: qué te dijo, qué le dijiste, qué no puede ser...

c. Te compraste el modelo que permite escucharlos en privado, como si fuera una llamada.

d. Leés un libro, ni te enterás.

¡Oh, no! Perdiste el smartphone. Hasta julio no podés comprar otro.

a. Recuperás el que le habías pasado a tu hijo y listo.

b. Describís en tu muro el trágico momento. Hasta que tu sobrino crackea la App en tu tablet. “¡Genio! Te llevo al Machu Picchu!”

c. Rogás por un ansiolítico: “¿Dónde me lo habré dejado?”, “Por favor que no revisen los mensajes porque me incinero”, “La próxima sí o sí le pongo contraseña”.

d. “¡¡¡Wiiii!!!” ¡Mujer libre!