RE INICIAR LA VIDA

Repetir el mantra: cuidate, aceptate, querete. Moverse. Entrenarse no sólo hace bien al corazón sino también a los músculos. Mejora la fuerza de voluntad, reduce el estrés, regenera neuronas y es un potente antidepresivo.

Valorar el cuerpo por lo que hace. Ni por su tamaño ni por su aspecto.

Levantarse una hora antes. En Mañanas milagrosas, Hal Elrold afirma que es lo mejor que una puede hacer. Regalarte ese tiempo. Para disfrutar de algo divertido, mirar las plantas del balcón, hacer yoga, pensar en nada, mirar el cielo….

Alivianar la mochila. Parar el pájaro pica seso que llevamos dentro. Borrar conflictos. Ordenar la vida, la cabeza, el corazón. Hacer espacio para que puedan entrar cosas nuevas. Cambiar para sentirse mejor y ser más feliz.

Perder el miedo al fracaso. “No tenemos nada que perder: ya todos estamos desnudos y no hay excusa para no seguir a tu corazón”, dijo Steve Jobs en su genial discurso en Stanford.

No etiquetar ni etiquetarme. “Ni profesor perfecto” “ni madre genial”, “ni mejor amiga” “ni la peor de todas”. Ponemos tanta exigencia y presión para estar a la altura que vivimos exigidos y exigiendo lo que sólo produce frustración, angustia, abulia y decepciones, propias y ajenas.

Leer más. La ciencia dice que alarga la vida. “Quien no lee, a los 70 años, habrá vivido una sola vida – escribió Umberto Eco–, quien lo hizo habrá vivido 5.000 años.”

Atreverse a hacer un cambio. Uno se descubre “haciéndolo” y no imaginando suposiciones.

Yo me propongo empezar el año cumpliendo al menos tres. ¿Y vos?