EL LIDERAZGO COLABORATIVO Y LA EVOLUCIÓN HUMANA
La inteligencia colectiva como un factor de éxito cada vez más crítico en las organizaciones modernas. Organización en red, responsabilidad grupal e innovación dejan atrás viejos modelos.
crítico de nuestra era moderna: la transformación de una mentalidad de crecimiento infinito en una visión sistémica del mundo, caracterizada por el reconocimiento inherente de la limitación de la naturaleza para mantener nuestros patrones de consumo y destrucción de hábitats.
Soslayando estos aspectos tan críticos, el mundo de hoy está totalmente seteado para la colaboración. Por un lado, la tecnología conecta y reduce los límites físicos, catalizando la interacción humana global. Por otra parte, ha emergido claramente una cultura internacional de países sin fronteras, de profesionales globales y de redes de valor que integran todas las cadenas productivas del mundo. Sin embargo, también ha demostrado el extraordinario grado de codependencia entre los seres humanos. Los problemas de un país influyen en los problemas de otro país. El desafío de cierta parte del mundo tarde o temprano se convertirá en el desafío de otra. Ningún país está realmente aislado. No hay grupos humanos que vivan realmente solos.
Dentro de la amplia gama de recursos que el ser humano detenta para enfrentar estos enormes desafíos, se encuentra el liderazgo colaborativo. Este no es solo el reflejo de técnicas y procesos aceitados y bien definidos. La colaboración implica, por definición, un cambio humano tanto en la manera de interactuar con otros como en la creencia de que ese otro tiene realmente valor para aportar. La colaboración no consiste solo en el respeto por la opinión del otro, sino que se basa en la firme convicción de que la acción con el otro, ya sea persona o institución, es superior a la acción individual.
Colaborar no es balancear opiniones; es integrar opiniones buscando un emergente colectivo superador, como una nueva conciencia o sabiduría grupal. Esa sabiduría no se da necesariamente en forma de conocimiento práctico o experiencia significativa en una temática, sino que es un metaconocimiento latente que se dispara por la acción colectiva.
La mejor base teórica para entender el liderazgo colaborativo es la inteligencia colectiva. En términos simples, la inteligencia colectiva se refiere a un grupo de individuos que, actuando colectivamente, muestran comportamientos que emulan la inteligencia humana. La inteligencia colectiva produce emergentes profundamente significativos. Para provocar dichos emergentes, la inteligencia colectiva propone una colaboración asentada en interacciones y actividades nutritivas que no estén basadas en el pasado o en sistemas de creencias fijos, ya que estos detonan modelos mentales
EN EL LIDERAZGO COLABORATIVO EL ÉNFASIS DE COMANDAR Y CONTROLAR SE TRASLADA A COORDINAR Y CULTIVAR.
que impiden la plasticidad mental. Cualquier acción que involucre juicios de valor y/o descalificaciones producen, por definición, el efecto contrario al que busca el liderazgo colaborativo.
Pixar promueve su creatividad motivando a sus empleados a que colaboren entre sí sin miedo y sin seguir ninguna línea de mando. The Cleveland Clinic transformó dramáticamente la calidad de la atención a sus pacientes involucrando a todos los empleados como prestadores médicos, no solo a los profesionales médicos. En Argentina, la empresa Wolox desarrolló un organigrama circular, de cargos rotativos, para lograr equidad en sus líderes. Asimismo, la empresa de tecnología Binit refuerza la inclusión incorporando personal con y sin capacitación en temas digitales. El ambiente de trabajo fluido e integrado se convierte en la mejor capacitación.
Las implicancias para las organizaciones de un liderazgo colaborativo no son menores. Primero y principal, nos hace preguntar acerca del valor y la utilidad de la jerarquía, por qué y para qué. El énfasis de comandar y controlar se traslada a coordinar y cultivar. Es decir, las organizaciones se convierten en organizaciones en red, gobernadas por una redarquía y no por una jerarquía.
Segundo, la responsabilidad de la organización deja de ser individual para ser grupal. Ya no existe mi culpa o tu culpa, sino que existe nuestra responsabilidad conjunta. Tercero, la colaboración potencia metodologías organizativas mucho más ágiles e innovadoras. La innovación en ambientes de liderazgo colaborativo es lo habitual, ya que no existe el miedo a la equivocación.
El mundo VICA hizo inútiles los estilos de liderazgo antiguos, basados en egos y poder personal. Se requiere un nuevo modelo de liderazgo más eco que ego; de fluidez orgánica, innovador y atento siempre a la premisa de que el poder de lo colectivo es superior a lo individual. No porque sea políticamente correcto o deseado, sino porque es el as en la manga que la humanidad, como especie, tiene para demostrarse a sí misma y a todas las especies del mundo por qué es una especie superior.
En definitiva, en el dominio de la inteligencia colectiva, y a través del liderazgo colaborativo, el ego se desintegra en pos de una construcción colectiva, en la que todos, sin excepción, saben que tienen alguna nota musical para dar que los hace únicos, pero que esa nota no tiene sentido sin una partitura integradora, la cual nunca podrá salir del esfuerzo de uno por encima de otro.