Resiliencia, esperanza y una historia increíble
El genial ajedrecista ruso Anatoli Karpov jugó 537 partidas entre 1975 y 1983. En nueve años solo perdió 31. En la cima de su carrera, publicó Cómo aprender de las derrotas, en el que analizó cada una de sus caídas. Por cierto, no todos somos Karpov: la derrota duele.
Desde hace muchos años, los fondos de inversión y reclutadores de recursos humanos en Silicon Valley incluyeron una pregunta en sus entrevistas: “¿Cuál fue tu mayor fracaso?”. En lugar de escuchar éxitos edulcorados o promesas de empresas billonarias, pusieron el dedo en la llaga. La idea no es solo conocer los detalles técnicos de un fracaso sino la capacidad de respuesta psicológica de los candidatos. ¿Cómo reaccionaron ante la adversidad? ¿En qué momento se dieron cuenta de que algo iba mal? ¿Por qué no lo volverán a repetir? ¿Cómo resolvieron la herida narcisista?
En Argentina somos expertos en altibajos, en ciclos de ilusión, éxito, crisis, derrumbe, desencanto, resistencia, recuperación. Pero ¿somos capaces de aprender? ¿Hasta qué punto la tensión y la disputa por dos modelos de país nos impiden llegar a acuerdos que trasciendan la grieta ideológica? No hay respuestas ni soluciones sencillas. Pero, ante cada ciclo que se repite intermitente, queda siempre un país más empobrecido: el retorno no es eterno.
Argentina sigue en el top 60 de los países con mejor índice de desarrollo humano en el mundo, y hasta puede incluirse en el top 15 con poblaciones mayores a 25 millones de habitantes. Sin embargo, la tendencia es alarmante: luego de cada crisis, no volvemos a empezar desde el mismo punto, sino de más lejos, de más atrás, con más déficit, más deuda, más pobreza y desigualdad.
En esta edición destacamos la historia de Ignacio Noel, cuyos antepasados eran empresarios cuando gobernaba Rosas y conocieron éxitos y derrumbes.
Incluso en 2020, el propio Noel atravesó las dos caras de la moneda: desde Sociedad Comercial del Plata, debió vender el Parque de la Costa y sufrió un rojo de $ 212 millones con DAPSA por la caída del consumo de combustible. Sin embargo, Morixe, otra empresa centenaria que Noel tomó en 2017 al borde de la quiebra, fue la acción líder del MERVAL, con una suba del 240% anual. Y refleja cómo la resiliencia y la innovación les permitió reconvertir derrotas en victorias, decepción en esperanza, una materia prima esencial para ver el futuro con otra perspectiva.