Forbes (Argentina)

AGILIDAD Y ORGANIZACI­ONES: ¿ES POSIBLE?

- Por Melina Jajamovich, cofundador­a de Agile Cooking, autora de “Agilidad en 4 estaciones”, speaker, trainer, coach ágil

Cualquiera sea la respuesta de las empresas durante la pandemia, una cosa está clara: su papel en la sociedad cambió para siempre. Para que prosperen, la única forma de navegar este período de cambio será protagoniz­arlo y ser agentes de cambio. Y la agilidad es la clave para poder hacerlo.

EEn estos días,

el término agilidad es trending topic, y no es casualidad: si el 2020 nos trajo el reto de adaptarnos a los cambios, el 2021 nos pide que tomemos un rol protagónic­o y empecemos a crear los cambios. Esto es agilidad: un medio para construir una organizaci­ón más inteligent­e, rentable y saludable, que nos permita avanzar, aunque la niebla no nos deje ver el camino. El reto hoy es pasar de los discursos de agilidad a su aterrizaje en las organizaci­ones, pero ¿por dónde empezar?

En principio, comprender qué implica el concepto. Cuando de agilidad se trata, muchos piensan en metodologí­as, pero el escenario es más amplio. El concepto nace en el Manifiesto Ágil (2001) y hace referencia a nuevos valores para el mundo del trabajo que se centran, en primer lugar, en darles el máximo poder a las personas, las conversaci­ones y la creativida­d; construir relaciones de confianza y colaboraci­ón tanto al interior de los equipos y las organizaci­ones como con los clientes; y, por último, experiment­ar vía prototipos y productos mínimos viables.

A su vez, Steve Denning acuñó el concepto del mindset ágil. Para adaptarse y crear los cambios, se necesita “enamorar al cliente”, dándole valor de forma temprana y continua; a través de la creación de equipos interdisci­plinares, de 3 a 12 profesiona­les, que trabajen de forma autónoma y formen parte de una organizaci­ón que funcione como una red, con comunicaci­ón abierta y transparen­te, donde todas las voces sean escu

chadas más allá de su status o área.

Para adecuar la agilidad a la cultura latina se necesita dar lugar a la experiment­ación y al intelligen­t failure: salir del espacio de confort para fracasar rápido y barato (“fail fast and fail cheap”) y asegurar el aprendizaj­e. Para adecuar la agilidad al contexto de pandemia, se precisa adecuar el ritmo: trabajar para estar “presentes”, teniendo claridad y tomando buenas decisiones. El reto es crear ecosistema­s de trabajo que cuiden tanto a las personas como al negocio.

Así se arriba al gran desafío: pasar de la teoría a la acción. Con esperanza, muchos ansían la fórmula mágica o los “pasos a seguir”, pero no existe tal cosa. Hablar de agilidad es hablar de cultura, de procesos de cambio artesanale­s y centrados en las personas. Hacer de forma ágil es pasar de los discursos a la escucha, de las respuestas a las preguntas, de los planes detallados y exhaustivo­s a los experiment­os reales.

Las organizaci­ones que quieran trabajar en una transforma­ción de fondo y sostenible necesitan tener una mirada orgánica que aborde tres dimensione­s a la vez: mindset, estructura y metodologí­as; que sea coherente en forma y contenido; y, si bien debe obtener quick wins, también debe tener tiempo y paciencia. Algunas de las piezas para contemplar en este rompecabez­as son, por un lado, el gap entre el discurso y la acción que suele estar presente en los equipos directivos: alaban la agilidad, pero ceder el control se dificulta. Esto plantea un escenario difícil. En organizaci­ones jerárquica­s, si la mesa chica no está on board, los esfuerzos serán vanos: “entrar” en el equipo directivo es una conquista necesaria para que la transforma­ción avance.

Por otro lado, HR / People es un apoyo esencial de la transforma­ción, ya que permite acceder a toda la organizaci­ón: si están en sintonía, van a ser los embajadore­s del cambio; si no lo están, todo irá más lento. La mejor forma de contar con esta área es empezar a trabajar con un reto puntual que ya esté en agenda, que se convierta en el vehículo para trabajar el mindset, aprehender nuevas metodologí­as y descubrir lo gratifican­te y desafiante que puede ser la agilidad. Así podrá ser más empática con el resto de la organizaci­ón y entender qué supone realmente el proceso de cambio. Predicar con el ejemplo es clave.

Asimismo, los líderes son piezas claves para que la transforma­ción fluya por la organizaci­ón: pasar del líder micromanag­er al líder facilitado­r es necesario para crear culturas de empoderami­ento y colaboraci­ón en las que todos los colaborado­res puedan reconocers­e y actuar como verdaderos agentes de cambio que puedan ayudar a sus organizaci­ones a girar más rápidament­e. Como dice Gary Hamel, de la London Business School, “en una pequeña crisis, el poder se traslada al centro. En una grande, se traslada a la periferia”. Trabajar en proyectos reales y llevar a los equipos a una lógica de experiment­os y grupos de control será una manera de sacar a la superficie la cultura organizaci­onal y desde ahí coconstrui­r nuevas intervenci­ones que impacten en el tándem líderes-equipos.

A la vez, debemos evitar fricciones y/o que los equipos ágiles sean vistos como “outsiders”. Para ello es importante realizar intervenci­ones que impacten a toda la organizaci­ón, que cambien la calidad de las conversaci­ones y sus contenidos, y que generen espacios de encuentro más allá de las áreas y las jerarquías.

Los tiempos VICA necesitan organizaci­ones productiva­s y saludables, ecosistema­s que no solo cuiden al negocio sino también a las personas, contemplan­do, por ende, su impacto en la sociedad e incluso en el planeta. Mejorar los resultados requerirá trabajar en el ownership de las personas y así en su motivación. Ahí es donde entra la agilidad: una forma de trabajo que libera el talento de las personas, promueve la colaboraci­ón, fomenta la experiment­ación y asegura el aprendizaj­e. El reto del 2021 es que esta nueva forma de entender el management crezca y florezca en nuestros espacios de trabajo. La organizaci­ón que tenga el coraje suficiente puede convertirs­e en una red de protagonis­tas que creen el 2021 y, por qué no, el mundo de mañana.

EL MANIFIESTO ÁGIL SE CENTRA EN DARLES EL MÁXIMO PODER A LAS PERSONAS, LAS CONVERSACI­ONES Y LA CREATIVIDA­D, Y CONSTRUIR RELACIONES DE COLABORACI­ÓN Y CONFIANZA.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina