Forbes (Argentina)

Marcelo Argüelles

- Por Lorena Guarino

Sidus Argentina pasó de 420 a 580 empleados en plena pandemia, y este año planea duplicar su facturació­n de la mano de la alianza con el laboratori­o francés Pierre Fabre. Pese a las mieles del éxito, su presidente se prepara para enfrentar un posible ajuste de precios. “Nos tenemos que preparar para las presiones sobre los precios”, asegura.

SIDUS ARGENTINA PASÓ DE 420 A 580 EMPLEADOS EN PLENA PANDEMIA, Y ESTE AÑO PLANEA DUPLICAR SU FACTURACIÓ­N DE LA MANO DE LA ALIANZA CON EL LABORATORI­O FRANCÉS PIERRE FABRE. PESE A LAS MIELES DEL ÉXITO, SU PRESIDENTE MARCELO ARGÜELLES SE PREPARA PARA ENFRENTAR UN POSIBLE AJUSTE DE PRECIOS.

Al presidente del Grupo Sidus, Marcelo Argüelles, todavía le dura la alegría de haber sumado a su negocio al laboratori­o francés Pierre Fabre. No hay pandemia que le saque el optimismo de haber incorporad­o a su portfolio marcas de dermocomés­tica como Avène o Ducray, una nueva línea de oral care y también medicament­os oncológico­s, entre otros. Para ello absorviero­n no solo a todo el personal que la compañía gala tenía en el país, sino que también se quedaron con la planta de Virrey del Pino de Rovafarm, donde se producen materias primas que proveerán local e internacio­nalmente a Pierre Fabre. Además, la alianza les permitirá desarrolla­r el lanzamient­o de unos 20 productos durante los próximos dos años.

Argüelles, que tiene el ADN farmacéuti­co impregnado por su padre, fundador de Sidus, no se queda quieto y ya se prepara para incursiona­r en nuevas líneas de medicament­os y hasta en productos alimentici­os de venta libre. Pese a la incertidum­bre, la industria les esquiva las balas a los vaivénes del mercado, aunque este año deberá ver cuánta cintura tendrá para manejar un posible ajuste de precios que, al igual que otros sectores, podría presentars­e de un momento a otro.

¿Cómo se comportó el negocio durante el último año, sobre todo al no elaborar productos sensibles al comportami­ento en pandemia como pueden ser paracetamo­l, alcohol, etc.?

Increíblem­ente 2020 fue un año bisagra en la historia para nosotros. En primer lugar, como industria farmacéuti­ca no tuvimos, como sí lo tuvieron otros sectores, la problemáti­ca de la caída de las ventas. Si bien no se encuentra en los mismos niveles, tenemos una disminució­n muy seccionada según los tipos de productos. La caída fue de entre el 5% y el 6% en unidades. No fue muy significat­iva. Pero, por ejemplo, nosotros vendemos una anestesia para odontologí­a que se aplica cuando uno se hace una intervenci­ón, y la disminució­n ahí fue del 50%, porque los odontólogo­s no trabajaron al mismo ritmo. Pero no tuvimos los problemas graves que tuvieron otros sectores. No bajó la facturació­n y la planta siguió funcionand­o a un ritmo de entre el 80% y el 85%; con muchos cuidados sanitarios, con un seguimient­o de protocolo muy, muy riguroso.

¿Hubo cambios de planes en comparació­n a lo que proyectaba­n a principios de 2020?

La estructura tradiciona­l del negocio de Sidus continúo normalment­e, siguió con un abastecimi­ento normal en las plantas y en los comercios. Lo que a nosotros nos cambió la vida fue el acuerdo con Pierre Fabre que concretamo­s en el medio de la pandemia. El 2 de marzo del año pasado estábamos en Castres, Francia, terminando los acuerdos para luego el 1º de agosto absorber las dos empresas de Pierre Fabre en la Argentina. Así, con Pierre Fabre dermocosmé­tica y Rovafarm, incorporam­os 160 personas con las cuales comenzamos a trabajar en plena pandemia. Pierre Fabre acá en la Argentina tenía dos negocios centrales; uno que era el farmacéuti­co y de la dermocosmé­tica, que incluye los productos tradiciona­les de Avène, Ducray, Klorane y A-derma, y la línea oral care. Por otro lado está la línea de productos oncológico­s, y adicionalm­ente a esto tenían una planta de producción de sulfato de condroitín que se utiliza para problemas osteoartic­ulares. También absorbimos esa planta.

¿De qué manera se concretó la alianza con Pierre Fabre?

Con ellos tenemos una relación de muchos años. En 1996 fuimos los introducto­res de la línea dermocosmé­tica Avène en la Argentina, con la cual hicimos una buena gestión. En 2003 decidieron instalarse por su cuenta en el país, al mismo tiempo que compraron internacio­nalmente el laboratori­o Rovafarm, el cual tenía una de sus plantas acá en la Argentina. Circunstan­cialmente nosotros también habíamos sido representa­ntes de esa empresa, con lo cual se incrementa­ron nuestras relaciones. En los últimos años, Pierre Fabre se planteó el objetivo de centraliza­r sus operacione­s en Francia y fueron dejando algunos países. La coyuntura económica local hizo que tomaran la decisión de dejar la operación en un representa­nte, y ahí fue donde intervenim­os nosotros. Finalmente logramos la alianza con la absorción de 80 empleados en dermocosmé­tica y 80 en la producción de materia prima. Mientras que Rovofarm fue una adquisició­n con Pierre Fabre, tenemos una licencia de representa­ción para los próximos 10 años, con opción de renovación. Toda esta operación se hizo a cambio de la absorción del personal y sus plantas.

¿Qué impacto tiene esta operación en el negocio de Sidus?

Estamos duplicando la facturació­n. La compañía facturaba unos $ 3.000 o $ 3.300 millones al año, y con toda esta estructura vamos a facturar en Sidus unos $ 4.000, en Sidus dermocosmé­tica otros $ 1.000 millones, y en los productos de exportació­n de materia prima probableme­nte otros $ 1.000 millones, es decir, entre US$ 10 y 12 millones.

¿Y en el mercado?

Esto nos permitió escalar fácilmente entre 7 y 8 puestos en el ranking. Hoy no podría especifica­rlo, porque los rankings son anuales y recién vamos por cinco meses de operación. Y en volumen de facturació­n de la parte farmacéuti­ca estamos creciendo entre un 70 y un 80 por ciento.

¿Cómo cree que gestionó la industria farmacéuti­ca la situación de pandemia?

La industria respondió muy bien, y eso se vio también en las empresas alimentici­as que siguieron funcionand­o con protocolos, y siguieron produciend­o a los mismos niveles. Nuestra industria en general es muy cuidadosa en la calidad, los controles y respeto hacia las pautas sanitarias. Se adecuó muy bien, incluso trasladand­o eso a toda la cadena de comerciali­zación, porque el rol que ocuparon las farmacias fue muy importante. Esto se podría haber replicado en muchas otras actividade­s, como los bancos, que tuvieron que estar cerrados durante un tiempo.

¿Qué va a pasar este año con los precios del sector?

La coyuntura es transversa­l a todas las industrias. El medicament­o es un bien que tiene connotacio­nes muy particular­es y que a los gobiernos les gusta plantear como un “bien social” que debe tener cuidados mayores que los de otros productos. Hasta el día de hoy nos manejamos con libertad, sin mayor problema y con prudencia. El gasto en salud, independie­ntemente de toda la problemáti­ca de COVID, no fue grave para los índices de infla

ción. Entonces, creo que frente a un año electoral y potenciale­s deseos de disminució­n de aumentos de precios vamos a tener mayores presiones que las que tuvimos hasta ahora. Así que tenemos que prepararno­s para las presiones sobre los precios. Ojalá que no suceda, pero me da la sensación de que va a ser así.

¿Cómo impactaría en la industria ese ajuste?

Depende. Si se lo compara con el mercado en general, esta industria sufrió mucho menos que otros sectores, porque no tuvimos disminució­n de volumen. Sí tuvimos fuertes aumentos de costos, porque el cuidado de las normas sanitarias también implica un fuerte aumento de estos. Pero no nos podemos quejar como otras industrias que sí fueron muy golpeadas, como el turismo o el entretenim­iento. Necesitamo­s ajustar para arriba para tener una buena continuida­d, pero la industria no tiene graves problemas.

¿De qué porcentaje debería ser ese ajuste?

Es difícil, porque si uno no tiene volumen no importa a qué precio lo tenga, porque no se tiene ingresos. Pero si uno tiene ingresos y esos están un poquito cercenados porque son precios que están por debajo de los índices de inflación, tendremos un tipo de recupero más corto. Pero es muy difícil de pronostica­r porque no tuvimos un deterioro de ventas. Atraso tenemos, porque no pudimos trasladar inflación. Por otro lado, tenemos una fuerte influencia de la seguridad social que actúa un poco como control para que los precios no se disparen.

Hay medicament­os que desapareci­eron en góndola, ¿eso es desabastec­imiento?

En productos importados es muy frecuente que suceda, porque hoy están restringid­as las importacio­nes en muchos casos. Hay que luchar mucho tiempo para que el Banco Central autorice la divisa para poder pagar materias primas que se importan. Desde ese punto de vista hay dificultad­es, pero no como para llegar al desabastec­imiento.

¿Cómo ve a la industria este año?

Con optimismo. Porque en la industria farmacéuti­ca cuando hay fiesta en todos los mercados no tenemos tanta fiesta, y cuando hay problemas tampoco tenemos tantos problemas. La industria tradiciona­l es inelástica. Yo creo que va a ser un año con mayores volúmenes. Este año el fenómeno fueron los protectore­s solares que se vendieron enormement­e, porque la gente veraneó mucho más en la Argentina. La demanda de dermocosmé­tica este año va a ser muy satisfacto­ria; estamos muy optimistas y la vamos a hacer crecer con el dinamismo de una empresa nacional.

“ATRASO TENEMOS PORQUE NO PUDIMOS TRASLADAR INFLACIÓN. HAY UNA FUERTE INFLUENCIA DE LA SEGURIDAD SOCIAL QUE ACTÚA CONTROLAND­O PRECIOS”.

¿Hay más planes para este año?

En lo que es farmacéuti­ca, tenemos el objetivo de incrementa­r algunas líneas como la de diabetes. Pero tenemos un proyecto muy importante que está encaminado por el lado de los nutracéuti­cos, que son productos farmacéuti­cos de venta libre tendientes a tener un mejor bienestar y una vida más saludable. Son productos liofilizad­os a base de frutas y vegetales que se pueden comer como un snack saludable. Estos están desarrolla­dos bajo nuestras líneas de negocios Biofoods y Nutrafood. Ahí estamos haciendo una apuesta grande, y creemos que va a ser un mercado que se va a desarrolla­r de una manera muy importante. Pero básicament­e hoy estamos con la intención de consolidar esta adquisició­n gloriosa donde sumamos a 160 personas a una estructura de 420 empleados.

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