Con pies de plomo
Una mirada general sobre dónde invertir, en un año marcado por las negociaciones con el FMI y las expectativas de las elecciones. Además, todo lo que hay que saber de los FCI, el vehículo más fácil para inversores minoristas; los Cedears como puerta de salida del riesgo argentino para los pequeños inversores; y las acciones que hay que seguir. Las carteras que recomiendan los analistas del mercado.
EN LA ARGENTINA, EL PRECIO DE LOS ACTIVOS FINANCIEROS SE MOVERÁ, MÁS ALLÁ DE LA ECONOMÍA, AL COMPÁS DE LAS NEGOCIACIONES CON EL FMI Y DE LAS EXPECTATIVAS POR EL RESULTADO DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS. PARA EL CORTÍSIMO PLAZO LOS ANALISTAS ESTIMAN QUE LAS INVERSIONES AJUSTADAS POR INFLACIÓN LES GANARÁN A LAS DOLARIZADAS. LOS CEDEARS CONTINUARÁN EN EL PODIO DE LOS ACTIVOS MÁS ELEGIDOS PARA ESCAPAR DEL RIESGO LOCAL.
Al 2021 no le faltan condimentos, y “desafiante” seguirá siendo la palabra clave en la Argentina. La pandemia no da tregua, las vacunas no alcanzan por ahora para pensar en grandes aperturas ni cambios de protocolos, y la economía doméstica camina por una cuerda floja con la mirada fija en el resultado de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En este contexto, los activos financieros se moverán con suerte dispar. Sensibles a cualquier noticia, son apenas alentados por el viento de cola que significa el aumento en el precio de las commodities agropecuarias, la paz cambiaria que se logró en los últimos meses y la expectativa de algo de crecimiento en el PBI. El mundo, en cambio, anda por una vereda un tanto más optimista, con expectativas de un fuerte crecimiento global.
Los inversores argentinos deberán caminar con pies de plomo. No es un año para dormirse en una decisión de inversión y no ocuparse más de ella. Gestión activa, monitoreo, diversificación y rebalanceo casi permanente deben estar en la agenda de los inversores.
“Es un año para seguir de cerca tanto el contexto global como el local. En lo global vemos un escenario de dólar débil y suba de tasas, es decir, inflación global esperada. En lo local vemos mayor preocupación por la inflación que por la devaluación de la moneda en el corto plazo, y sin lugar a duda un año electoral puede generar volatilidad –describe Mariano Galarraga, gerente de Banca Privada de Banco Galicia–. Dicho esto, los drivers que seguiríamos de cerca son evolución de tasas en los EE.UU. que afectarían a la renta fija, reactivación local y tasas locales, acuerdo o no con el FMI y posible presión en el tipo de cambio”.
José Ignacio Bano, gerente de Research de Invertironline (IOL), hace foco sobre la magnitud de los vencimientos de deuda con organismos internacionales pero le imprime una mirada esperanzadora: “Es de destacar la nueva prolijidad en las cuentas fiscales”. Y añade: “Esta inesperada austeridad fiscal viene como preludio de la renegociación de la deuda con el FMI. Sin acuerdo, se deberán pagar US$ 3.800 millones al Fondo y US$ 2.400 millones al Club de París. En un contexto de reservas escasísimas y dificultad del Estado para conseguir dólares, son un gran obstáculo que superar”.
“En 2022 la deuda a pagar al FMI es de US$ 18.100 millones, una cifra sideral”, dice Bano, y subraya que el principal trabajo que tendrá el equipo económico es la renegociación de esta deuda. “Con el antecedente de una negociación exitosa de la más compleja deuda con bonistas privados el año pasado, parece posible que termine en buen puerto, pero hasta superarla será vista como una amenaza”.
Es cierto que el tablero para la partida 2021 no parece el más sencillo. Sin embargo, los inversores avezados y los asset managers profesionales nunca bajan los brazos y siempre encuentran “perlitas” donde hay valor tanto en el mercado local como en el exterior. La clave es saber elegir cuáles y cuándo para “apoderarse” del potencial minimizando la exposición a riesgo.
Las estrategias, obvio, estarán atadas a los objetivos y perfiles de cada tipo de inversor pero algunos drivers cruzarán transversalmente a todo argentino con una cartera –pequeña o grande– de inversiones.
“Durante 2021 vamos a ver una recuperación marcada de la economía y una aceleración de la tasa de inflación en el contexto de caída del tipo de cambio real medido con los tipos de cambio financieros –pronostica Luciano María, CEO de Itaú Asset Management–. La inflación les va a ganar a los tipos de cambios alternativos, y ya solo el dólar será insuficiente para cubrirse de la inflación. Todo esto en un contexto mundial de devaluación del dólar que hace que los precios de las commodities suban, lo que es una gran noticia para la Argentina”, postula.
Daniela Castaldo, CEO de Santander Asset Management Argentina, arma el escenario de lo general a lo particular: “El mercado financiero local está, como todos, conectado a los mercados globales. La pandemia no terminó aún, y esto resulta en mayor volatilidad y aumento de incertidumbre”. Y detalla: “Además de las cuestiones globales, el foco local estará principalmente en las elecciones legislativas y la negociación con el FMI. Los resultados de las encuestas y los avances o retrocesos en la negociación son factores que se pueden traducir en volatilidad en los activos locales”.
“Es probable que el principal driver del mercado financiero argentino sean las elecciones legislativas, fundamentales para guiar los precios de los activos financieros. Sin embargo, un posible acuerdo con el FMI, el anuncio de un plan macroeconómico consistente y/o un repunte sustentable de la actividad económica también funcionarían como catalizadores positivos –describe Victoria Fernández, analista de Research de First Mariva–. En cuanto a los riesgos, estimamos una aceleración de la inflación y un aumento de la volatilidad del tipo de cambio de cara a las elecciones de medio término, por lo que uno de nuestros objetivos sería cubrirnos en esos frentes pero también sacar ganancias”, agrega.
DRIVERS
La mayoría de los analistas consultados coinciden en que en la primera mitad del año el principal riesgo es el inflacionario y, en la segunda, con las elecciones en el calendario, el tipo de cambio volvería al centro de la escena. De acuerdo con las proyecciones del FMI, la economía argentina crecería 4,7% este año y 2,7% en 2022. Pero la suma de ambos avances no alcanzaría para poner a la economía con signo positivo para el periodo 2020-2022. El organismo proyecta -3,8% para el PBI por el arrastre de la caída de 10,4% del año pasado y 2,1% de 2019.
“Este año tenemos elecciones de medio término, y para tomar decisiones de inversión necesitamos observar no solo lo financiero, sino también el impacto de lo político sobre el comportamiento del mercado”, pone de relieve Ezequiel Albertini, gerente de Inversiones de Supervielle. “Un inversor moderado debería planificar una cartera diversificada, posicionándose en activos linkeados al CER y también al tipo de cambio. Vemos como escenario menos probable un salto discreto, pero una cartera con dicho perfil debe buscar también cobertura sobre esta variable”, aconseja.
¿De qué cuidarse? “De acuerdo con el REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado que publica el BCRA), se espera una inflación de alrededor del 49% para los próximos 12 meses. Por otra parte, el Gobierno tiene un objetivo del 29% para 2021 que está establecido en el presupuesto. Por ello el mercado interpretó que hay riesgo de utilizar al tipo de cambio como ‘ancla’ contra la inflación y les quitó algo de atractivo a los instrumentos dollar linked. Las tasas en pesos se espera que sean negativas en términos reales, lo que de alguna forma lleva a buscar otras alternativas a las tradicionales”, explica Marcelo Otermin, de Fondos Alpha, la gestora del Banco ICBC.
Claramente, este año (como en tantos otros) no va a alcanzar con plazos fijos para conservar el valor de los ahorros. Mucho menos para anotar ganancias. Los inversores deberán ponerse más creativos, probar nuevas alternativas y estar dispuestos a asumir algo más de riesgo.
“El primer semestre está mostrando un nivel de inflación mensual elevado aunque con expectativas moderadas de desaceleración. Por otra parte, entre marzo y julio es el período de mayor oferta de dólares del sector agrícola, a lo que habrá que agregar la recaudación por el impuesto a la riqueza a fin de marzo. El gobierno espera recaudar US$ 2.000 millones, aunque podría ser mucho menos si hay una litigiosidad importante. Esto puede tener calmo al mercado cambiario”, describe Otermin, y remarca: “El mercado espera cierta estabilidad cambiaria, y por ello los instrumentos ajustables por inflación (CER) están entre los preferidos para la estrategia de corto plazo”.
SALIR DEL RIESGO LOCAL
Al mirar los mercados internacionales, las oportunidades para los inversores se multiplican. Y en la Argentina son varias las alternativas para captar ese potencial. Desde invertir en Cedears (Certificados de Depósito Argentinos) hasta suscribir fondos comunes de inversión (FCI) con posiciones globales o, los más aventureros o más experimentados, meterse en el mundo de las criptomonedas y/o abrir cuenta en brokers locales o extranjeros que les hagan de puente con las principales plazas bursatiles del mundo.
José Echagüe, jefe de Estrategias de Consultatio, pone blanco sobre negro las posibilidades que pueden encerrar las acciones extranjeras: “Es un año muy singular, en el que el mundo va a registrar uno de los rebotes de actividad global más contundentes después de las caídas de 2020. Esto apalancado y potenciado por un estímulo fiscal y monetario por parte de los países centrales”. Añade que hay sectores que todavía no recuperaron lo perdido el año pasado, como el financiero, el de consumo o el energético, y por lo tanto los Cedears son “muy atractivos” para captar ese crecimiento.
En ese sentido va también la lectura del economista del IAE Juan Llach. “Los mercados globales acentuaron su optimismo al influjo, cada uno a su modo, del triunfo de Joe Biden como presidente de los EE.UU., sobre todo por su mayor previsibilidad y la clara puesta en marcha de la vacunación anti Covid. Al compás de estas noticias, bolsas y commodities están subiendo con fuerza”, describe, pero remarca la necesidad de estar atentos al riesgo de inflación.
Las proyecciones del FMI sobre la economía mundial son optimistas, aunque diversas. Según datos del organismo, el mundo crecerá este año 5,5%, superando la caída del 2020, de tal modo que el PBI global al final de 2021 será mayor que el de finales de 2019, y aumentaría 6,1% hasta 2022. La mejora de los países emergentes en 2021 sería del 6,3% y de China 8,1%, y hasta 2022 se espera que totalice 16,7% de avance. Para los países desarrollados, el Fondo proyecta 4,3% de crecimiento.