Don Julio, un emblema de la buena carne porteña
Con Pepe Sotelo como maestro parrillero, este restó forma parte del Mundo Epicúreo de HSBC por su excelencia en cada corte que se tira sobre las brasas. Preparación a medida y decoración campestre en Palermo.
Este restó forma parte de Mundo Epicúreo de HSBC, el programa para los clientes premier de la entidad.
Si bien está en pleno Palermo, la ciudad parece silenciarse dentro de Don Julio. El lugar, que abrió sus puertas hace más de 22 años en un difícil contexto político y económico, nació como una parrilla de barrio más, pero con el tiempo se fue convirtiendo en uno de los íconos de la exquisita carne porteña. Su decoración hace recordar a los campos del interior, con paredes de ladrillo a la vista, cuadros con las diferentes razas de vacas y sus cortes; todo en una solemne calidez que se corona con dos grandes parrillas, detrás de una barra, en el salón principal del restó. Allí hay 26 mesas para 60 comensales, quienes pueden disfru- tar de cómo Pepe Sotelo y su equipo de seis parrilleros preparan cada uno de los cortes. Además, Don Julio tiene otros tres espacios, que completan los más de 100 cubiertos con que cuenta el restaurante de Guatemala 4691.
Don Julio es uno de los restaurantes de primer nivel que forman parte de Mundo Epicúreo de HSBC, un programa pensado y creado para que el cliente HSBC Premier pueda acceder a los mejores restaurantes y bares del país con precios preferenciales y con una degustación de vinos de Bodega Catena Zapata.
Al mundo. Don Julio es muy visitado no sólo por locales, sino también por turistas que se deleitan con cada achura y cada corte que prepara Pepe. Al mediodía se hace un turno, pero por las noches hay dos completos, ya que desde las 19 horas empiezan a caer los primeros comensales, la mayoría de ellos extranjeros. “Nuestro principal diferencial es la maduración de los diferentes cortes de la carne. Compramos a un frigorífico de primera calidad, y cuando llegan a nosotros les hacemos un tratamiento especial de maduración de entre 10 a 20 días. Lo que hará que nuestros clientes sigan viniendo y que más turistas estén dispuestos a probarnos es la calidad de nuestro producto, que es la carne”, explica Pepe Sotelo, que lleva 16 años trabajando en Don Julio, y hoy es su master parrillero. Él
comenzó su carrera gastronómica hace casi 30 años, cuando viajó desde Corrientes, su provincia natal, para trabajar como peón de limpieza en una pizzería. Al poco tiempo aprendió a hacer la masa, aunque fue el fuego el que lo enamoró. “Me entusiasme con todos los secretos de la parrilla y la carne. Es un mundo muy interesante y en Don Julio encontré el lugar ideal. Hoy somos siete parrilleros porque detrás de lo que la gente ve en la parrilla hay mucho trabajo y preparación”, agrega Sotelo.
La carta de Don Julio habla por sí sola. Nada mejor que comenzar la comida probando alguna de las empanadas caseras que allí preparan. Puede ser la de carne o humita ($ 55), a la que es ideal complementarla con una provoleta de queso de
cabra ($ 175). A la hora de degustar las achuras, cada uno tendrá sus predilecciones pero no hay que perder la oportunidad de probar los chinchulines y las mollejas de cordero ($ 260 y $ 380 respectivamente), dos de las especialidades de la casa. Como plato principal, el comensal puede optar entre una gran variedad de opciones. Los cortes que más salen, según Pepe, son el bife de chorizo ancho ($ 296) y el entrecot ($ 412). Hay cortes de carne, cortes magros, con hueso, de cordero, de cerdo y de pollo. Por supuesto que también hay ensaladas y pastas para complementar el menú. Si bien es entendible que se hace difícil llegar al postre, es preferible tomarse unos minutos para hacerse un lugarcito. Y, lejos de haber preparaciones complejas, en Don Julio hay que deleitarse o con los panqueques de dulce de leche ($ 132) o con el flan casero ($ 125).
La carta de vinos merece una mención especial porque es realmente muy extensa. Hay para todos los gustos y paladares. Hay Malbec, Cabernet Sauvignon y Franc, Pinot Noir, Syrah, Rosados, y muchos blends, entre otras opciones. Los precios son accesibles, tanto por copa o por botella, ya que hay desde menos de $ 200 y termi-