Francisco Prack
La mejor salida del laberinto del blanqueo.
Hasta el 21 de noviembre está la posibilidad de exteriorizar dinero en efectivo en el país pagando una alícuota del 10% de una sola vez. Esta primera etapa del blanqueo está teledirigida a los dólares en el colchón y los principales incentivos son poder disponer de ese dinero e ingresarlo al circuito formal junto con una amnistía fiscal.
La segunda etapa del blanqueo se orientó a bienes, incluidos inmuebles, con alícuotas diferenciales dependiendo del monto (0% hasta $ 305.000, 5% hasta $ 800.000 y 10% en adelante). La alícuota se encarece si se ingresa en el primer trimestre de 2017. La situación a resolver en diciembre es qué resulta más conveniente: si pagar la alícuota y luego intentar recuperar lo pagado en concepto de impuesto, o tomar la opción de suscribir el bono a 7 años que permite el no pago del impuesto.
Las condiciones de esta opción implican suscribir un bono del Gobierno creado específicamente a tal fin, con un vencimiento a 7 años en el futuro (diciembre de 2023) que devenga el 1% anual de intereses y que por cada dólar que se suscribe exceptúa del impuesto tres dólares (para blanquear 100 hay que suscribir 33,3). Este bono no se puede vender hasta que se cumplan cuatro años (diciembre de 2020).
Vamos entonces a trazar un horizonte de cuatro años para nuestro ejercicio numérico. La primera de las alternativas, pagando el 10% de alícuota y luego invirtiendo en un bono soberano a cuatro años de plazo para recuperar lo pagado, arroja un rendimiento anual del 1,75% sin considerar comisiones ni reinversiones. La principal bondad es que el dinero es 100% disponible en 72 horas si aparece un mejor destino, siempre sujeto a las fluctuaciones que pudiese tener el precio del bono. La segunda alternativa implica suscribir el bono a 7 años por un tercio del dinero, y con los dos tercios restantes comprar el mismo bono soberano que se mencionó en el ejemplo anterior, pero en este caso no se pagará el impuesto especial por el blanqueo. El paso siguiente es estimar cuánto puede valer el bono a 7 años dentro de cuatro años, si quien lo suscribe hoy lo quisiese vender.
Para este ejercicio suponemos que la situación financiera del país en ese momento es similar a la actual, y que ese rendimiento es del orden del 3,7% de modo que el bono valdría en torno de u$s 92,50 cada 100 nominales. Esto significa que por el tercio que se destina a suscribir el bono es esperable asumir una pérdida por venderlo antes del vencimiento. Por otro lado los dos tercios colocados en el otro bono (no ligado al blanqueo) devengarán intereses hasta el pago total del capital dentro de cuatro años. El resultado final de esta alternativa, contemplando la pérdida por el bono del blanqueo y las ganancias por el otro bono da un rendimiento anual del 2,80% sin considerar comisiones ni reinversiones.
Quien sólo esté ocupado por mitigar el costo del blanqueo y para ello esté dispuesto a volcarse a inversiones financieras por unos años, tiene incentivos a suscribir el bono a 7 años no pagando el impuesto especial.
Quién sólo esté ocupado por mitigar el costo y esté dispuesto a volcarse a inversiones financieras por unos años tiene incentivos para suscribir el bono a 7 años.