La competitividad se alcanza cuando se invierte
CóMO ACTúAN LOS EJECUTIVOS FINANCIEROS
La competitividad es uno de los grandes temas de la agenda económica del año. Y, otra vez, se presenta como una disyuntiva. Hay quienes creen que muy pocos se embarcarán en proyectos de inversión hasta tanto el país no tenga un esquema impositivo ‘normal’ o un tipo de cambio que incentive a la exportación. En la otra acera, se encuentran quienes dicen que la competitividad debe ser un valor endógeno a la empresa y que la inversión es el camino para lograrla. En síntesis, se trata de una nueva versión del clásico dilema del ‘huevo o la gallina’: ¿Qué es primero, la competitividad o la inversión?
Los años que le siguieron a la crisis de 2002, más allá del ‘efecto rebote’ propio de todo ciclo económico, fueron marcados por un déficit en la inversión. Las cifras de Inversión Interna Bruta y Extranjera Directa relegaron a nuestro país en los rankings. Según cifras oficiales dadas a conocer en su momento, en 2011 la inversión había superado en un 85% al pico de la convertibilidad (1998) y la participación de las inversiones en el PBI llegaba al 24%. Sin embargo, la revisión posterior de las cifras del INDEC mostró que, en la década pasada apenas 17 puntos del PBI se destinaban a inversión, muy lejos del 25% para que un país crezca, según la recomendación del Premio Nobel de Economía, Michael Spence.
Las cifras eran sólo el reflejo de lo que sucedía internamente. El sector privado se replegó en su función inversora y el Estado ocupó el centro de la escena. Las restricciones cambiarias, el dólar atrasado y la voracidad impositiva fueron excusas per- fectas para no invertir. Esto está cambiando: los empresarios ahora invierten su concepción de la inversión y la ponen como condicionante y motor de la competitividad. Una de las principales conclusiones que arroja nuestro estudio ‘Global Business and Spending Outlook 2017’, de American Express e Institutional Investor, que sirve para entender qué piensan y cómo actuarán los ejecutivos financieros. El 85% de los encuestados en la Argentina planea invertir este año moderadamente para crecer y mejorar la rentabilidad. Casi la mitad de ellos prevé un incremento en sus niveles de inversión de un “10% o más” respecto del periodo anterior. Los CFOs son más optimistas en relación al curso económico (94% frente al 73% del año anterior). Buscar la competitividad a través de inversiones se hace evidente también en que existe un alta expectativa (50%) hacia el incremento de las exportaciones. Por eso, como prioridades para 2017 en materia de inversiones, los ejecutivos señalaron una marcada tendencia a mantener la competitividad respecto a otras empresas (65%), entrar en nuevos mercados (56%) y satisfacer las necesidades de los clientes más eficientemente (47%), dice el estudio global, realizado a 650 ejecutivos de finanzas de grandes empresas.
El dilema ‘del huevo y la gallina’ este año, para las PyMEs y grandes empresas, tiene una clara resolución: la competitividad se alcanza cuando se invierte. Y no al revés.
Los ejecutivos señalaron que la clave está en mantener la competitividad respecto a otras empresas, entrar en nuevos mercados y satisfacer a los clientes.