Manuel Otero “Tenemos que aumentar la productividad”
Es veterinario y candidato a dirigir el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). Por qué su elección sería un éxito diplomático para el Gobierno.
Es veterinario y candidato a dirigir el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). Por qué sería un éxito diplomático para el gobierno de Macri.
En su afán por reinsertar a la Argentina en el concierto internacional de las naciones, la candidatura de Manuel Otero a dirigir el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) es para el Gobierno un movimiento diplomático que le puede deparar réditos en términos de reconocimiento.
El próximo 25 los ministros de Agricultura de los 34 países miembro del organismo hemisférico se reunirán en Costa Rica para elegir al nuevo director general. Será un momento clave para el veterinario Otero, el punto final a agotadores meses de viajes por todo el continente, sumando voluntades desde Canadá hasta Chile, con el descontado apoyo oficial del gobierno argentino.
FORTUNA: ¿Cómo definiría al
IICA?
OTERO: La cooperación es una de las avenidas que existen en el ámbito de las relaciones internacionales, junto al comercio y las inversiones, que permiten a los países estar cada vez más cerca entre ellos tratando de promover el desarrollo de sus economías. El Instituto fue creado para hacer investigación y desarrollo en el área de la agricultura. En los años ‘80 cambia el rumbo del IICA y pasa a ser un organismo de cooperación.
FORTUNA: ¿En qué consistió ese cambio?
OTERO: En la década de los ‘70 primaba un método donde yo cooperante le transmitía mis saberes vía asistencia técnica al cooperado. Era una transferencia de conocimiento y tecnología. Había también mucho dinero a través de la ayuda oficial al desarrollo. Pero los países fueron creciendo, se desarrollaron, y ya no es posible concebir esa cooperación lineal y pasiva. Ahora se habla de una cooperación entre iguales, de una construcción conjunta de cosas para transformar la realidad subyacente.
FORTUNA: ¿Qué significaría para nuestro país que el director del Instituto sea argentino?
OTERO: Significaría muchas cosas, entre otras cumplir con una de las premisas del presidente Macri, quien señaló que uno de sus ejes de gestión era reinsertar
“América del sur y el Caribe están destinadas a ser protagonistas fundamentales en el abastecimiento de alimentos”.
a la Argentina en el mundo. La reinserción puede ser sobre bases comerciales, atrayendo inversiones, pero también vía cooperación. Es fundamental para nuestro país ocupar posiciones estratégicas en los organismos internacionales. Sobre todo en el IICA, donde los saberes de la Argentina en materia de agricultura son incuestionables. Me animo a decir que Argentina debe ser el país agricultor de zona templada más importante del mundo. Tenemos muchas cosas para ofrecer.
FORTUNA: ¿Cómo es el mecanismo a la hora de acordar políticas transnacionales?
OTERO: Todos los países miembro tienen una oficina del IICA con un representante y un equipo de técnicos. A través del diálogo con las autoridades de agricultura y los empresarios, el representante detecta cuáles son las necesidades. En función de esto se construye una agenda de cooperación que suele ser cuatrienal. Además de la agenda nacional, el IICA tiene agendas regionales, normalmente vinculadas a los procesos de integración.
FORTUNA: ¿Qué relevancia tiene el Mercosur en este esquema de trabajo?
OTERO: Sobre todo le doy relevancia a las políticas regionales. Los temas son de naturaleza compartida. En el Mercosur y en todo el hemisferio tenemos el compromiso de seguir aumentando los niveles de productividad de nuestras cadenas. Todos tenemos que ver con el impacto del cambio climático, todos tenemos que ver cómo hace- mos para fortalecer la seguridad alimentaria, tratar de reducir el éxodo de las áreas rurales a las urbanas. Tenemos una agenda bastante compartida. Entonces los proyectos regionales, desde el punto de vista costo-beneficio son mucho más lógicos que los proyectos nacionales.
FORTUNA: ¿Se hace foco sobre la cadena de valor agropecuaria o sólo sobre la producción primaria?
OTERO: La unidad de análisis es la cadena, que incluye la producción, pero también la transformación y la comercialización de los productos. Habría que incluir también los temas de distribución, logística y transporte, donde hay verdaderos cuellos de botella que terminan condicionando el sistema.
FORTUNA: ¿Cómo es la convivencia de proyectos entre las producciones de cultivos extensivos y las economías regionales?
OTERO: Siempre digo que no hay una sola agricultura, por lo tanto no hay una sola receta para promover el desarrollo agropecuario en nuestro continente. Hay tantas agriculturas como ecosistemas. Acá las recetas no valen, sino que lo relevante es el diálogo con las autoridades para ver cuál es la manera más eficiente para ayudar en el proceso de transformación. Entendemos que los protagonistas son los productores.
FORTUNA: ¿Los planes se ven condicionados por el mercado?
OTERO: Las agendas del IICA no son esculpidas en piedra, son flexibles. Las prioridades pueden cambiar. La agenda con el precio de los commodities muy altos cambió luego de que los precios bajaran en la actualidad y creciera la incertidumbre. Las prioridades van cambiando según las características del escenario internacional.
FORTUNA: ¿Los gobiernos son permeables a las sugerencias?
OTERO: En líneas generales los son, porque el IICA es una institu-
“Hay una tendencia a asociar que las zonas rurales tienen pobreza. Hay que cambiar esta ecuación y ver a lo rural como sinónimo de progreso”.
ción de carácter técnico que no se mete en los temas políticos coyunturales. Y por lo tanto actuamos con la mayor objetividad y neutralidad posible. Tratamos de brindar los mejores consejos.
FORTUNA: ¿El hemisferio es el gran productor de alimentos a escala mundial?
OTERO: El hemisferio tiene un rol fundamental en este aspecto. Si uno mira al continente, incluyendo a las islas del Caribe, de una manera global ve una región del mundo que está destinada a ser un protagonista fundamental en el abastecimiento de alimentos del mundo que se viene. Bajo una visión agregada, esta parte del mundo es absolutamente excedentaria en materia de alimentos. Hay locomotoras como Brasil, Argentina, Estados Unidos y Canadá que tienen excedentes. Pero cuando uno pone la lupa, advierte que más de la mitad de los países son deficitarios en materia alimentaria.
FORTUNA: ¿Importan sus alimentos?
OTERO: Tienen que importar sus alimentos, y esto es especialmente serio en el Caribe y en Centroamérica. En estos países hay que concentrar la atención.
FORTUNA: ¿Por qué tienen este déficit alimentario?
OTERO: El problema principal, básicamente en el Caribe, es que son países donde el sector turístico tiene una importancia decisiva. Entonces, cuando hay un sector que lleva el liderazgo en materia
“La agenda del IICA con los precios de los commodities muy altos cambió luego de que éstos bajaran y creciera la incertidumbre mundial”.
de crecimiento económico, suele ocurrir que se deja de darle la importancia necesaria al tema agropecuario. Por eso allí el tema del agro-turismo es vital. Trabajar para ser abastecedores de la culinaria del sector turístico. Los países centroamericanos, en cambio, tienen otro problema serio que es el del cambio climático. Acá lo sufrimos con las sequías y las inundaciones, pero en el caso de ellos tienen huracanes devastadores que arrasan con todo.
FORTUNA: ¿Preocupa el éxodo del campo a la ciudad?
OTERO: La consecuencia más grave de la falta de políticas que promuevan la generación de empleo en las zonas rurales es la aceleración del éxodo hacia los centros urbanos. Y este movimiento que es local primero, luego se transforma en migraciones hacia países más desarrollados. Cuando uno analiza las crisis humanitarias, casi siempre el origen está dado en problemas rurales que no han sido resueltos. Una vez más el tema agropecuario está siempre al tope de la agenda multilateral.
FORTUNA: ¿Qué políticas hay que aplicar para revertir este flujo?
OTERO: En lugar de pensar cómo los jóvenes y las mujeres se van, hay que pensar en cómo atraerlos hacia las zonas rurales. Hay un punto que quiero enfatizar: cuando hablamos de agricultura hay una tendencia a asociar que las zonas rurales tienen pobreza, que son conservadoras, que no hay generación de empleo. Hay que cambiar esa ecuación y ver a lo rural como sinónimo de progreso. La agricultura es intensiva en conocimiento.
FORTUNA: ¿Hay modelos de referencia a escala mundial?
OTERO: La Unión Europea a partir de sus políticas de desarrollo rural, el Proyecto Líder, ha sido muy cuidadosa con las políticas de arraigo, la necesidad de transformación primaria, la generación de productos con identidad territo- rial. Europa ha sido muy respetuosa y ha promovido la convivencia entre la modernidad y la historia de las zonas rurales. Australia y Nueva Zelanda son también dos países con muy buenas estrategias de desarrollo. Cuando uno ve los países desarrollados se llega a la conclusión de que lo son porque en algún momento de sus estadios han respetado y entendido la importancia de lo rural. Nuestros países en vías de desarrollo por momentos le quieren dar la espalda al sector agropecuario porque no es visto como sinónimo de progreso. Allí el IICA tiene que promover una nueva imagen del medio rural.
FORTUNA: ¿Percibe el apoyo de los países miembros del organismo?
OTERO: Estoy caminando por los países de todo el continente. Es un tema en el cual resulta fundamental dar la cara y transmitir el respaldo que tengo de la Cancillería y el Gobierno en general. Mi lema es estar presente y dar la cara. Quiero hacer un IICA para todos y quisiera que los países miembros se involucraran más en la toma de decisiones. Planteo funciones renovadas y nuevos énfasis en la cooperación técnica para estos nuevos tiempos.
“La Argentina debe ser el país agricultor de zona templada más importante del mundo. Tenemos muchas cosas para ofrecer”.