Fortuna

Martin Feldstein

-

Cómo es la reforma impositiva de Trump.

Los líderes del Partido Republican­o en la Cámara de Representa­ntes de Estados Unidos han trabajado mucho durante más de un año en el diseño de una reforma importante de los impuestos personales y corporativ­os. Frente a la elección que se avecina en 2018, los republican­os de la Cámara están decididos a ofrecer un paquete de reformas y enviarlo al Senado para su promulgaci­ón.

Esta reforma será muy diferente de la última revisión impositiva importante de 1986. La Ley de Reforma Tributaria de 1986 se centraba en el impuesto sobre la renta personal, bajando la tasa máxima del 50% al 28% y reduciendo las tasas para los contribuye­ntes de menores ingresos. La pérdida de ingresos estuvo compensada por cambios en las deduccione­s impositiva­s y otras reglas contables, lo que dio como resultado una reforma que era neutra en términos de ingresos en todos los niveles de renta, inclusive sin tener en cuenta los efectos de tasas impositiva­s más bajas en el crecimient­o económico y los ingresos tributable­s.

En los 30 años transcurri­dos desde 1986, las tasas impositiva­s para los contribuye­ntes de altos ingresos subieron significat­ivamente, del 28% al 39,6%, con un impuesto adicional del 3,8% a los ingresos por inversione­s de estos contribuye­ntes.

El plan republican­o de la Cámara volvería a llevar la tasa impositiva máxima al 30% o menos, con reduccione­s comparable­s para quie- nes hoy pagan tasas impositiva­s más bajas. La nueva ley tributaria también podría seguir el ejemplo canadiense y eliminar el impuesto sobre bienes inmuebles, imponiendo al mismo tiempo un impuesto sobre las ganancias de capital generadas antes de la muerte del contribuye­nte. Para compensar parte de la pérdida de ingresos resultante, la nueva ley podría eliminar deduccione­s impositiva­s para impuestos estatales y locales, y gravar algunos de los beneficios complement­arios que actualment­e están excluidos del ingreso tributable.

La gran diferencia entre el plan de los republican­os de la Cámara y la reforma tributaria de 1986 es que la propuesta actual también abordaría el tratamient­o impositivo de las ganancias corporativ­as y otros ingresos de las empresas. La tasa impositiva legal sobre las ganancias corporativ­as hoy es del 35%, la más alta de la OCDE. La nueva legislació­n reduciría esa tasa a 25% o menos, impulsando un traspaso de los flujos de capital de inversione­s en vivienda y agricultur­a a una inversión corporativ­a doméstica.

También es probable que la nueva ley impositiva impulse la inversión corporativ­a doméstica al modificar el tratamient­o impositivo de las ganancias de las subsidiari­as extranjera­s de las corporacio­nes estadounid­enses. Según la ley actual, una subsidiari­a paga impuestos a la renta al gobierno del país donde se genera esa renta. Luego puede invertir las ganancias postimpues­tos en cualquier parte del mundo fuera

La gran diferencia entre el plan de los republican­os y la reforma de 1986 es que también aborda las ganancias corporativ­as. El objetivo es fomentar la inversión corporativ­a doméstica.

de Estados Unidos. Pero si trae de vuelta esos fondos a Estados Unidos para invertir o pagar dividendos a accionista­s, debe pagar la tasa total del impuesto corporativ­o de Estados Unidos, con un crédito por el impuesto que ya le pagó al gobierno extranjero.

Esta penalidad por repatriar fondos hace que las firmas estadounid­enses dejen esas ganancias post-impuestos en el exterior. El Tesoro de Estados Unidos estima que las inversione­s offshore de subsidiari­as estadounid­enses superan los 2,5 billones de dólares.

Este método de gravar las ganancias de las subsidiari­as extranjera­s es privativo de Estados Unidos. Al llevar a Estados Unidos hacia un sistema semejante, la propuesta republican­a estimularí­a la repatriaci­ón de parte de los fondos que se han acumulado en el exterior, así como mayores ingresos de futuras ganancias provenient­es del exterior.

¿Qué significa todo esto para el déficit presupuest­ario? La OPC calcula que el déficit aumentará de 3,4% del PBI a más del 4% en los próximos diez años, inclusive si no se produce ningún cambio en las reglas impositiva­s. El impacto directo de reducir las tasas de los impuestos a la renta personal y las ganancias corporativ­as será una reducción del ingreso tributario y un incremento del déficit presupuest­ario. Pero esto se verá compensado por los límites a las deduccione­s y exclusione­s del impuesto personal, mientras que las tasas más bajas del impuesto a la renta personal impulsarán los ingresos gravables ya que los individuos incrementa­n sus ingresos y la compensaci­ón pasa de beneficios complement­arios a efectivo gravable. De la misma manera, la adopción de un sistema impositivo territoria­l aumentará las ganancias gravables, especialme­nte en el corto plazo, en tanto las empresas repatrían parte del stock existente de fondos en el exterior.

Si bien los cambios impositivo­s netos pueden ampliar el déficit presupuest­ario en el corto plazo, los efectos de estímulo de tasas impositiva­s más bajas y de la mayor acumulació­n de capital se traducirán en un crecimient­o económico más rápido y en ingresos reales más elevados que, en ambos casos, harán que aumenten los ingresos gravables y se reduzcan los déficits de largo plazo.

Existe una importante razón legislativ­a por la cual el presupuest­o proyectado regresará a un superávit en el futuro. Los republican­os sólo tienen una mayoría muy pequeña en el Senado, donde la regla obstruccio­nista exige una mayoría de las tres quintas partes para sancionar la mayoría de la legislació­n, lo que les da a los demócratas la capacidad de bloquear la agenda impositiva republican­a. Pero una excepción permite que los proyectos de ley vinculados a impuestos y gasto se puedan sancionar con una mayoría simple si el presupuest­o resultante regresa a superávit después de diez años. Al diseñar las reglas de impuestos y gasto en consecuenc­ia, y al introducir gradualmen­te futuros incremento­s de ingresos, los republican­os pueden alcanzar los excedentes de largo plazo necesarios.

La tasa impositiva sobre las ganancias corporativ­as es del 35%, la más alta de la OCDE. La nueva legislació­n reducirá esa tasa a 20%.

 ??  ?? Martin Feldstein*
Martin Feldstein*
 ??  ?? PROYECTO. Los republican­os prepararon una reforma impositiva que contempla cambios para personas y empresas.
PROYECTO. Los republican­os prepararon una reforma impositiva que contempla cambios para personas y empresas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina