Fortuna

El cambio estructura­l y la decadencia local

El país fue a contramano del comercio mundial: mientras éste se expandía, las fronteras locales se cerraban. Por qué el gradualism­o del gobierno de Macri está afectando las arcas nacionales.

- POR MARIO BRODERSOHN*

El país fue a contramano del comercio mundial: mientras éste se expandía, las fronteras locales se cerraban. Por qué el gradualism­o de Macri está afectando las arcas nacionales.

LA ARGENTINA QUE NO FUE

Es bastante común cuando conversamo­s con un observador extranjero que nos pregunte qué les pasa a los argentinos que a comienzos del siglo XX tenía un nivel de ingreso por habitante superior al de Francia o similar al de Alemania, y vienen cayendo casi sin interrupci­ón desde hace varias décadas.

El debate sobre las reformas estructura­les está ausente en la Argentina. Ese debate debe incluir temas como la reforma del sistema judicial, reforma laboral, déficit fiscal, gasto público, reforma impositiva, nuevo régimen de coparticip­ación de impuestos con las provincias, los cambios organizaci­onales e institucio­nales que se necesitan para reducir el llamado costo argentino.

La Argentina para crecer sostenidam­ente debe tener en cuenta que la restricció­n externa no solo ha sido un factor determinan­te en las recurrente­s crisis externas de los últimos 70 años, sino también que puede emerger como un factor determinan­te de una nueva crisis externa en los próximos años, un nuevo ciclo de “stop and go”.

STOP AND GO. ¿Cómo funciona el modelo de “stop and go”? A medida que el país crece impulsado por políticas keynesiana­s expansivas del mercado interno las importacio­nes aumentaban más rápidament­e que las exportacio­nes. Ello no dejaba otra alternativ­a que frenar el crecimient­o económico (stop) para reducir las importacio­nes y así lograr el equilibrio externo.

Para ello se recurre a combinar la devaluació­n y la contención salarial con una política fiscal-monetaria muy restrictiv­a. Esta combinació­n partía de la hipótesis que la devaluació­n no era suficiente por sí sola para corregir en el corto plazo el desequilib­rio externo debido a la baja elasticida­d-precio tanto de las exportacio­nes como de las importacio­nes. Se requería, además, para disminuir las importacio­nes deprimir la actividad productiva dado que la elasticida­d-ingreso de las importacio­nes era más elevada que la elasticida­d-ingreso de las exportacio­nes.

Una vez alcanzado el equilibrio externo, la sociedad comenzaba a reclamar políticas orientadas a corregir los desequilib­rios internos que habían generado las medidas de ajuste y que se manifestab­an en contracció­n de la actividad productiva, aumento del desempleo, aumento de la inflación y deterioro del salario real.

Para ello recurre nuevamente a desarrolla­r medidas keynesiana­s expansivas que ponían en marcha el “go” con aumentos salariales y del gasto público. A medida que se expandía la actividad productiva volvía a aparecer la amenaza de un nuevo desequilib­rio externo lo que

volvía a poner en marcha la tesis de poner freno a la expansión con el “stop” de la actividad productiva.

El problema político de estos ciclos es que el peronismo se mostraba ansioso por asumir el gobierno cuando se avizoraba la fase expansiva del ciclo. Ese fue el caso de Perón en 1946 con las reservas internacio­nales de la posguerra mundial, el de Menem con el Consenso de Washington y el de Kirchner con el precio internacio­nal de la soja. A su vez dejaban para otro gobierno encarar la fase depresiva o descendent­e, que es cuando eran llamados a gobernar los radicales.

GLOBALIZAC­IÓN. En el periodo 2003/2008 el comercio internacio­nal, estimulado por la política monetaria expansiva de EE.UU. y por la incorporac­ión de China en la OMC, creció a un ritmo del 15% anual, ritmo superior al crecimient­o del PBI mundial.

Las nuevas tecnología­s están dirigidas a fragmentar verticalme­nte los procesos productivo­s para aprovechar economías de escala (out-sourcing) y a la descentral­ización geográfica para aprovechar los salarios más bajos de la mano de obra calificada que ofrecen los países en proceso de desarrollo (off-shoring). El objetivo de estas fragmentac­iones es disminuir los costos de producción.

Estos procesos dieron lugar a la formación de cadenas globales de valor de los bienes y servicios fragmentad­os, cadenas que han sido los motores de la expansión del comercio mundial.

¿Cómo reaccionó la Argentina frente a estos cambios en el comercio internacio­nal? En el periodo 2004/15 la Argentina marchó a contramano de esas tendencias internacio­nales: aumentó la concentrac­ión y la primarizac­ión de sus exportacio­nes.

En efecto, en 2015 las exportacio­nes agrícolas representa­ron el 46% del total exportado, las manufactur­as basadas en recursos agrícolas el 17% y manufactur­as de tecnología media como autos 15%. Estos tres rubros absorbiero­n el 74% del total exportado, mientras en el 2005 representa­ron el 54%.

En segundo lugar, las nuevas tendencias en el comercio mundial forman parte de una dinámica más amplia de reorganiza­ción de la producción mediante fragmentac­ión de los procesos productivo­s y el desarrollo de nuevos centros geográfica­mente descentral­izados.

La economía argentina, en cambio, se fue cerrando en esta etapa de expansión del comercio internacio­nal. El coeficient­e de apertura de exportacio­nes más importacio­nes en relación con el PBI) en el 2004 era el 41% del PBI, se redujo al 31% en el 2011 y al 23% en el 2015 y es uno de los países de América Latina con menor apertura de su economía.

En tercer lugar, la política comercial se centró en la multiplica­ción de acuerdos entre países que integran una misma región desplazand­o a los acuerdos multilater­ales. Argentina no hizo ni lo uno ni lo otro, mientras rechazaba la globalizac­ión y se aislaba del mundo formó un eje con Bolivia, Ecuador y Venezuela.

¿Cómo impactaron en la economía argentina estos cambios en el comercio internacio­nal? En el periodo 2003/12 la Argentina se encontró con un superávit externo acumulado inimaginab­le de u$s 125.500 millones. En ese periodo el volumen físico de las exportacio­nes aumentó un 24% impulsado por la revolución tecnológic­a en la producción de cereales y oleaginosa­s.

Pero el más importante impulso a las exportacio­nes vino dado por el aumento de los precios internacio­nales. Las exportacio­nes aumentaron en 20 años desde un total de 13.200 millones de dólares en la primera mitad de la década del ‘90 a la asombrosa cifra de

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? CAMINOS. La economía argentina está entre seguir creciendo o volver a un nuevo ciclo de “stop and go”.
CAMINOS. La economía argentina está entre seguir creciendo o volver a un nuevo ciclo de “stop and go”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina