Kenneth Rogoff
¿Conviene, realmente, invertir en Bitcoin?
EL EXPERIMENTO JAPONÉS
Es la criptomoneda Bitcoin la burbuja más grande del mundo en la actualidad, o es una gran apuesta de inversión en la vanguardia de la tecnología financiera de la nueva era? Mi mejor conjetura es que en el largo plazo, la tecnología prosperará, pero que el precio de Bitcoin se derrumbará.
Si usted no ha estado siguiendo la historia de Bitcoin, su precio subió 600% en los últimos 12 meses y 1.600 % en los pasados 24 meses. Una sola unidad de la moneda virtual ahora vale más de tres veces el precio de la onza de oro. Algunos fieles promotores y creyentes de Bitcoin ven que este precio llegará a niveles mucho más altos en los próximos años.
Lo que ocurra a partir de este momento dependerá mucho de cómo reaccionen los gobiernos. ¿Van a tolerar sistemas anónimos de pago que faciliten la evasión y el crimen? ¿Crearán sus propias monedas digitales? Otra pregunta clave es la forma en que los numerosos competidores de Bitcoin pueden penetrar en el mercado con sus propias “moneda alternativas” o “alt-coins”.
En teoría, es sumamente fácil clonar o mejorar la tecnología de Bitcoin. Lo que no es tan fácil es duplicar el liderazgo establecido por Bitcoin en cuanto a credibilidad así como el gran ecosistema de aplicaciones que se ha congregado a su alrededor.
Por ahora, el entorno regulatorio permanece como uno de acceso libre para todos. El gobierno de China, preocupado por el uso de Bitcoin en la fuga de capitales y la evasión fiscal, ha prohibido recientemente los intercambios de Bitcoin. Japón, de manera diametralmente opuesta, ha consagrado Bitcoin como moneda de curso legal, en aparente intento por convertirse en el centro mundial de la tecnología financiera, la llamada FinTech.
Será interesante ver cómo evoluciona el experimento japonés. El gobierno ha indicado que obligará a que los intercambios con Bitcoin sean controlados con respecto a posibles actividades criminales y será obligatorio recopilar información sobre los poseedores de depósitos. Incluso así, uno puede estar seguro de que los evasores de impuestos a nivel mundial buscarán maneras de adquirir Bitcoins anónimamente en el extranjero para luego lavar su dinero a través de cuentas japonesas. Llevar papel moneda dentro y fuera de un país es un costo importante para los evasores de impuestos y para los criminales; al adoptar las monedas virtuales, Japón corre el riesgo de convertirse en un paraíso fiscal al estilo de Suiza.
La larga historia de la moneda nos dice que el sector privado es quien innova, y que el Estado, con el transcurso del tiempo, es quien regula y se apropia. No tengo ni idea sobre a dónde se dirigirá el precio de Bitcoin durante los próximos dos años, pero no hay razón para esperar que la moneda virtual evite tener un destino similar.
La historia de la moneda nos dice que el sector privado es quien innova y que el Estado es quien regula y se apropia. Lo mismo debería ocurrir con la moneda virtual.