“La carga fiscal de Argentina es excesiva”
El presidente de Puente, compañía de servicios financieros que administra u$s 37 mil millones, asegura que las reformas que lleva adelante el Gobierno “son todas positivas”, pero advierte que hay que bajar la presión fiscal. Las oportunidades ante los cam
El presidente de Puente, Federico Tomasevich, compañía de servicios financieros que administra u$s 37.000 millones, asegura que las reformas que lleva adelante el Gobierno son positivas pero que hay que bajar la presión fiscal.
Trabajo en el centro”. Así les responde Federico Tomasevich a sus hijos cuando le preguntan de qué trabaja. La definición, que parece simple y llana, tiene detrás una realidad que incluye ser el presidente de Puente, un holding de servicios financieros en Reino Unido de capitales 100% argentinos con operaciones en el país, Uruguay y Paraguay y una administración total de más de u$s 37 mil millones. En la Argentina emite casi dos bonos por semana entre públicos y privados, maneja el 35% del total del mercado financiero en Paraguay y el 60% del volumen que se opera en bonos en dólares en Uruguay.
Como referente del mercado de capitales de nuestro país, Tomasevich recibe a Fortuna en sus oficinas del microcentro porteño, donde está la oficina central de la compañía. Opina sobre el proyecto de la nueva Ley de Financiamiento Productivo y de reforma laboral, el impuesto del 15% y cómo los fondos comunes de inversión orientados a la economía real son una gran oportunidad para el país y sus negocios; asegura que el ánimo de los inversores locales e internacionales es muy bueno luego de las elecciones legislativas porque “se convalidó la vocación de cambio impuestos nunca es bueno porque después nunca bajan. Más en un país con un déficit fiscal enorme como el de Argentina. Dicho esto, en el resto del mundo el impuesto a la renta financiera existe y en términos generales no es alto. Sin embargo, este impuesto sería más fácil de digerir si la carga fiscal sobre la economía real fuese razonable. Entonces, el problema de fondo no es este nuevo tributo, que es del 15%, sino que es la carga fiscal sobre la economía real que es excesiva. Argentina sigue cazando en un zoológico, porque muy pocos pagan la cuenta de muchos. Esto desincentiva y desestimula el crecimiento de la economía formal.
“Argentina hoy sigue siendo muy dependiente de los inversores independientes financieros”.
FORTUNA: ¿Cree que el Gobierno efectivamente está tratando de reducir esta presión fiscal?
TOMASEVICH: Las reformas que se están viendo, tanto laborales como tributarios creo que son todas positivas y están apuntando a mejorar la competitividad argentina, pero hay que atacar más rápidamente la presión fiscal. Argentina no es el único país del mundo donde se puede invertir. Hay muchas cosas que hacen a la competitividad y la selectividad del país para invertir y, una de ellas, es la presión fiscal. Acá tenemos el 1,2% del impuesto al cheque más Ingresos Brutos, que son dos tributos que casi no se pagan en ningún lugar del mundo.