“Sin vuelos, no hay destino turístico”
El presidente de la Asociación Brasilera de Resorts y director general del complejo La Torre explica cómo fue que Porto Seguro logró posicionarse en el mercado del turismo mundial.
El presidente de la Asociación Brasilera de Resorts y director general del complejo La Torre explica cómo Porto Seguro se posicionó en el mercado del turismo internacional.
De la bolsa de valores de Luxemburgo a manejar un resort en Porto Seguro en 2001. Así fue el cambio de vida que hizo Luigi Rotunno. Pero lejos está de ser la historia del que dejó todo para ponerse un barcito en la playa. Todo lo contrario, porque no fue planificado ni buscado. Rotunno trabajaba en el mundo de la gastronomía en el pequeño país europeo. Allí tenía varios restaurantes con latinoamericanos. La cocina era su mundo. A fines de los 90 viajó a Punta del Este y a Brasil, y Porto Seguro llamó su atención. “En 2001 inicié la aventura, porque vi una verdadera oportunidad de negocios con el aeropuerto de Porto Seguro, que era internacional pero nunca había recibido vuelos desde fuera de América latina. Recorrí la zona y los hospedajes y sabía que podía llegar a gustar mucho en Europa, sobre todo a los italianos, por la onda de posadas rústicas y personalizadas. Así fue como armé un catálogo con siete hoteles y necesitaba organi- zar un vuelo chárter. Seis meses después estaba viniendo con el primer contingente, que finalmente fue de Lisboa. Hice el primer viaje de Europa para las playas de Porto, lo que implicó un gran riesgo financiero”, explica Rotunno, quien hoy además de manejar el all inclusive La Torre, es el presidente de la Asociación Brasilera de Resorts (ABR).
Ese vuelo de bautismo cambió la historia de Porto Seguro. “La ciudad –agrega - no existía en el mapa del turismo internacional. Estaban Río de Janeiro, San Pablo, Foz de Iguazú, y algunas playas del norte. Lo que realmente define el mercado del turismo mundial son las conexiones aéreas. Sin vuelos, no hay destino, por lo hacer el vuelo a Porto Seguro fue ponerlo en la plataforma internacional con visibilidad mundial”.
De operador a gerente. Desde 2002 hasta 2005, hubo vuelos semanales desde Amsterdam. Los holandeses estaban fascinados con el destino. Muchos, incluso, realizaron inversiones inmobiliarias y se quedaron a vivir. Durante esos años, la cantidad de hospedajes iban creciendo en Porto Seguro. Había uno, chiquito, con 40 habitaciones, que se llamaba La Torre. Era de un italiano y Luigi Rotunno era casi su principal usua-
rio. Todo andaba bien, hasta el 17 de diciembre de 2004. Ese día, recibió el llamado de Roberto, el dueño del hotel, para decirle que el establecimiento había cerrado. Por aquellos días, era un matrimonio el que manejaba el hotel, y habían decidido irse. “Lo único que podía hacer –recuerda Luigi- era abrirlo yo mismo. Y eso hice”. Así fue como viajó para Brasil, y cuando llegó se encontró con 26 empleados fuera del hotel que lo estaban esperando. Rotunno relata: “Los miré y les dije. ¿Ustedes saben más o menos cómo llevar adelante un hotel? Me respondieron que sí. Entonces les dije que en dos días teníamos que tener todo listo que llegaba un contingente de europeos. Y nos pusimos todos a trabajar y lo manejamos perfecto durante todo ese verano”.
Cuando llegó marzo y la temporada estival se terminó, Luigi y Roberto tuvieron la conversación que debían tener tres meses antes. Lejos de los gritos, se pusieron de acuerdo rápidamente, y Rotunno se quedó a cargo de la dirección de La Torre. Desde entonces, el resort se transformó. En 2006 Luigi, que venía del mundo de las finanzas, capitalizó el emprendimiento para inversores extranjeros y llevó el hotel a 270 habitaciones, y de 5.000 m2 a más de 100.000 m2. “El gran paso de La Torre fue pasar de 170 habitaciones a ser un resort con el sistema de all inclusive. En 2007 sólo éramos tres en Brasil. Yo sabía que el mejor método comercial para el mercado internacional era con all inclusive, pero había que cambiar la mentalidad en Brasil. Y lo fuimos logrando. Hoy, ya son 23”, afirma el presidente de ABR.
Y todo comenzó con ese primer viaje desde Lisboa. “Hoy Porto Seguro vende más que Salvador y que Natal, y hay muchos vuelos semanales. De Argentina, sin ir más lejos, hay dos desde Buenos Aires, uno de Córdoba y en breve desde Rosario. Por eso está lleno de argentinos. Ahora hay menos europeos porque allá hay destinos que están muy baratos. El objetivo lo pudimos cumplir, que fue insertar a Porto Seguro dentro del turismo internacional”, concluye Luigi Rotunno.