La inversión arrancó y el desafío es que siga
El Gobierno continúa armando el escenario para que venga el capital internacional pero los analistas estiman que el proceso será lento. Qué pasa en los tres sectores claves: energía, construcción y agroindustria.
El Gobierno sigue armando el escenario para que venga el capital internacional, pero los especialistas estiman que será un proceso lento. Cuál es la situación de los tres sectores clave, que impulsan la economía, y que son energía, construcción y agroindustria.
El capital es selectivo, tiene la precisión quirúrgica de un misil inteligente. No hundirá sus raíces allí adonde no tenga garantizado un marco de rentabilidad, y en el caso de la Argentina 2018 el proceso inversor tiene identificado un puñado de sectores clave: energía, construcción y agroindustria conforman el trípode sobre el que se sostendrá la economía desde lo productivo.
Los datos de importación de bienes de capital y de compras de insumos varios en buena parte de los rubros habla de la dinámica expansiva de la economía. Como le explica el economista Orlando Ferreres a FORTUNA, “la inversión está mejorando notablemente en algunos puntos, eso es indudable. Notamos una fuerte mejora en este aspecto de la economía, pero depende mucho del mes que se tome para analizar”.
Pese a la volatilidad de algunas variables, la inversión ha sido el combustible que impulsó el crecimiento durante 2017. Que vuelva a serlo este año, huérfano de calendario electoral, es el desafío que tiene el Gobierno de cara a mantener la dinámica de la actividad económica y romper el maleficio aquel de que no se crece en los años pares.
La Argentina busca inversores y apunta básicamente a la captación
de capitales foráneos, esa Inversión Extranjera Directa que tan esquiva resulta últimamente.
“Se está armando el escenario, se están creando las condiciones para que venga el capital privado a invertir a la Argentina, pero el proceso va a ser muy lento. No tendría mucho entusiasmo al respecto. La economía marcha a paso lento y las inversiones también. Deberían bajar las tasas, pero para eso hace falta también que haya un marco de menor inflación”, resalta Ferreres.
Para delinear el mapa de las inversiones en la economía, conviene pasar el peine fino, ir al caso por caso para comprobar virtudes y defectos de cada uno de los sectores que este año serán el motor del país.
ENERGÍA. A caballo de la actualización de las tarifas y con Vaca Muerta como principal señuelo, el sector energético ha recobrado el interés por parte de los inversores. Por lo pronto, el capital ha puesto el foco mayormente en la explotación de hidrocarburos no convencionales, postergando los yacimientos maduros, y le hace un guiño también a las energías renovables a partir de las licitaciones del Plan Renovar.
El Gobierno, sin embargo, está lejos de tener el afán de alcanzar la soberanía energética. Tanto que, según datos del Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (Oetec), a enero de 2018 se lleva importado un 86% de todo el crudo comprado en el exterior entre 2003 y 2015.
El plano inversor, tal como explica Emilio Apud, director de YPF y ex secretario de Energía de la Nación, es heterogéneo, diverso. “Este será el último año de los aumentos que permitirán sanear las tarifas y veo que a raíz de la recuperación del equilibrio precio costos, ya se está invirtiendo en recuperar la calidad de los servicios y en tecnología para un uso eficiente de esos recursos
“La economía marcha a paso lento y las inversiones también. No tendría mucho entusiasmo ahí”, dice Ferreres.
energéticos. En cuanto a la producción, tanto de electricidad como de petróleo y gas, observo un proceso de crecimiento de las inversiones al ritmo del gradualismo impuesto para la terapia energética”, señala el experto a esta revista.
FORTUNA: ¿Vaca Muerta se ha consolidado como un polo que atrae inversiones?
APUD: Absolutamente. Aunque no al ritmo que semejante yacimiento requiere. Nuestro país, por los desarrollos realizados en Vaca Muerta en los últimos 6 años, es el más avanzado en la producción de shale gas y petróleo del mundo, luego de los Estados Unidos. Si a este hecho agregamos las excepcionales características del yacimiento, geológicas y de recursos, en particular en gas -uno de los más importantes del planeta-, están dadas las condiciones para atraer las inversiones que pongan en valor esa riqueza potencial. Sin embargo, falta aún concretar la remoción de obstáculos extra industria que quitan atractivo a la inversión, como impuestos, infraestructura, costos laborales y conflictos, en particular con algunas comunidades mapuches. Hay que poner en funcionamiento pleno el acuerdo Nación,
Provincia, Industria y Sindicato, logrado el año pasado.
FORTUNA: ¿Qué ocurre en el sector de hidrocarburos convencionales?
APUD: El ritmo de inversión en exploración y producción en yacimientos convencionales ha llegado a niveles históricamente bajos, aunque estimo que ya alcanzó su piso y es de esperar una recuperación lenta pero sostenida ante la señal que significa que el Gobierno haya liberado los precios del crudo y sus derivados en septiembre del año pasado, volviendo la situación a sus carriles legales.
FORTUNA: ¿Cuál es el panorama inversor en las energías renovables?
APUD: Superó las expectativas. Pero es necesario hacer un análisis técnico económico que tenga en cuenta las características de nuestro sector energético global y de nuestra economía para definir la magnitud adecuada y factible de estos recursos en la matriz energética.
CONSTRUCCIÓN. El sector de la Construcción no aminora su marcha. Vie- ne de un 2017 pleno de actividad, pujante, y contempla que la dinámica será similar en 2018. Clave para que esto ocurra es el esquema de Participación Público Privada (PPP) que impulsa el Gobierno para financiar y concretar la obra pública.
El vigor de la actividad no mengua, tanto que según datos del Indice Construya en el primer bimestre del año las ventas de insumos para el sector acumularon un crecimiento de 13,4% en comparación con el mismo período del año anterior.
“Hay mucha esperanza de que la actividad pueda seguir con su ritmo, que es muy bueno. El año pasado crecimos un 12% y pensamos que en 2018 podremos continuar con esta dinámica”, le cuenta a FORTUNA el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, ingeniero Gustavo Weiss. Y agrega: “Los datos estadísticos marcan un record en el consumo de insumos, como así también en el nivel de empleo del sector. Estimamos que seguirá así y para eso hace falta que continúe el proceso inversor”.
FORTUNA: ¿Qué rol jugará el esquema de Participación Público Privada?
WEISS: Creemos que el PPP puede dinamizar aún más al sector. Se trata de un sistema ambicioso que ha funcionado y el Gobierno lo toma como un instrumento clave. Existe una masa de u$s 54.000 millones de obra pública que se piensa canalizar a través de este esquema. El próximo 18 de abril se licitarán obras viales por u$s 6.000 millones y luego le seguirán otras en electricidad, saneamiento y lo nuevo, la Red de Expresos Regionales (RER).
FORTUNA: ¿Cómo será el financiamiento de estas obras?
WEISS: En todo esto es clave el apoyo del sistema financiero internacional. Para encarar este tipo de obras se debe tomar el financiamiento en el sistema internacional de crédito. Acá las empresas no se pueden fondear porque deben tomar líneas a 10 años, y eso en la Argentina es impo-
sible. El plan de la Reserva Federal de subir la tasa de interés claramente nos juega en contra y el esquema de PPP es muy sensible a la tasa. Pero también hay otras variables que pueden afectarlo, como que se incremente el riesgo argentino.
AGROINDUSTRIA. El campo está lejos de pasar por su mejor momento. Azotado por las inundaciones el año pasado, ahora padece el flagelo de la sequía. Y aunque los cálculos aún están en borrador, en el Gobierno estiman que las pérdidas directas podrían llegar a los u$s 2.800 millones –u$s 4.600 millones si se toma en cuenta toda la cadena productiva-, socavando el crecimiento del PBI para 2018. Tal como describe Orlando Ferreres, “la actividad económica está frenada y no se está registrando un crecimiento como el que muchos esperaban. Particularmente en el campo se advierten las dificultades a partir del impacto negativo de la sequía. Es un nicho que demanda mucha maquinaria y también insumos”.
Pese a todo, el campo sigue invirtiendo. Según datos de la sociedad de garantías recíprocas Garantizar, la inversión creció en los primeros meses del año y las solicitudes de financiación alcanzaron los $ 300 millones. La entidad especifica que el 61% de los avales pedidos fueron destinados a inversión. En medio de este escenario, los fideicomisos agrarios, que llegaron a tener una rentabilidad del 30% en dólares, ahora se diversifican; mutan de estrategia.
Teniendo en cuenta que en el sector rural el proceso inversor lo encabezan los medianos y pequeños productores es que el Gobierno decidió, frente a la emergencia por la sequía, habilitar nuevas líneas de crédito del Banco Nación a manera de socorro, y postergar vencimientos.