Fortuna

El gradualism­o no convence al mercado

La clave es el problema de liquidez del Gobierno, que tendría que bajar el gasto, pero asegura que hacerlo es imposible. El consejo: pasar todo a dólares hasta que las acciones bajen a un precio atractivo.

- SALVADOR DI STÉFANO*

La clave es el problema de liquidez del Gobierno, que tendrá que bajar el gasto, pero asegura que hacerlo es imposible. El consejo es dolarizar las carteras hasta que bajen las acciones.

El mercado se divorció de los pesos y todas las apuestas se hacen al dólar. La Argentina no tiene un problema de solvencia, no se viene un 2001. Pero, sí tiene un problema de liquidez y por eso se evalúa vender activos públicos –privatizac­iones– y reabrir el blanqueo.

—¿Por qué decís que el gradualism­o no convence?

— Muy sencillo: las acciones no muestran un mercado con gran volumen de negocios y los precios realizan un recorrido lateral, y la apatía invade al mercado. En el mercado de bonos, la tasa de riesgo país sigue siendo muy elevada; y lejos de la tasa riesgo país de Brasil. Los agentes económicos compran dólares ante la incertidum­bre y el Gobierno tiene que sacrificar reservas para contener la cotización. En resumen, lo que no convence es el plan económico.

—¿Qué ves a futuro?

— Una inflación del 23% anual. La sequía está generando escasez de productos primarios, que, ante una demanda constante, hace subir los precios. La suba de tarifas empuja al índice de precios a la suba. La jefatura de Gabinete le ordeno al Banco Central que soltara al dólar y en dos meses generó una inflación del 9,6% en los precios mayoristas. Por estas tres razones, falleció la meta del 15% anual; la están velando en el ministerio de Economía.

—¿Qué pasa en el mundo de las empresas?

— No pueden trasladar a precios esta suba de costos. Ya sean tarifas, materias primas y tipo de cambio. Por ende, las empresas pierden rentabilid­ad, y esto dará como resultado menos ganancias empresaria­les. Por eso, el índice Merval está dejando transcurri­r el tiempo con cotizacion­es repetidas y escaso volumen.

—¿Qué harán las empresas? — Tratarán de ir trasladand­o a precios los mayores costos pero lentamente, esperando que lleguen las paritarias y los consumidor­es tengan más dinero en el bolsillo. Acodate que seguiremos en el escenario precios 2018 y salarios 2017 hasta mayo por lo menos.

—¿Hay que pasar las Pascuas?

— Te diría el Mundial; hasta julio no sabremos cómo quedamos parados. Ojo que la sequía es muy grave y que no ingresarán los dólares que el Gobierno esperaba por la cosecha.

—¿Qué puede pasar después del Mundial?

— Vemos un escenario complejo para el Gobierno. Con los datos actuales, la economía no arranca; el crecimient­o estimado para 2018 sería menor al 2% anual. La cosecha de soja, de 57 millones pasaría a 40 millones de toneladas; en el caso de maíz, de 43 a 32 millones de toneladas. Este efecto pobreza lo sentirá todo el país.

—El Gobierno, ¿tendrá problemas para pagar la deuda?

— No creo, al Gobierno le falta poco dinero para cubrir las necesidade­s financiera­s de 2018. Inclusive, le puede sobrar si le pide un crédito al Fondo Monetario Internacio­nal, pero no sabemos si se animara a dicha medida. Un crédito del FMI es a una tasa del 4,5% anual; tomar dinero en el mercado cuesta mucho más del 6% anual. No tomarlo es un pecado.

—¿El déficit fiscal?

— Para nosotros, no cierra: habría que bajar el déficit demasiado y, según nuestras proyeccion­es, no hay chances salvo que bajen en el gasto de capital (a febrero cayó el 18% anual), lleven adelante algunas privatizac­iones (además de la mega venta de tierras que están realizando) o bien, reabran el blanqueo en el segundo semestre.

—Mucho diagnóstic­o, pero ¿qué hacemos?

— Estamos en un escenario de bienes escasos versus bienes abundantes. El dólar es claramente un

Veo una inflación del 23% anual. La sequía genera escasez de productos primarios, que hace subir los precios.

bien escaso; por ende, comprar dólares no estaría nada mal. Las reservas líquidas y disponible son de u$s 62.000 millones. Los pesos son, por el contrario, un bien abundante: la base monetaria es de $ 1.076.000 millones y el endeudamie­nto del Banco Central es de $ 1.289.000 millones; entre ambos valores, llevados a dólares, sumamos u$s 117.079 millones.

—Está clarito: guardo dólares y me desprendo de los pesos.

— Correcto, nos vamos entendiend­o.

—Vamos a un escenario como el año 2001.

— En absoluto, la Argentina no tiene hoy un problema de solvencia. La deuda externa del Gobierno como porcentaje del PBI es muy baja: apenas del 21,7% sobre PBI. Imposible tener un problema como el del año 2001.

—¿No tenemos problemas? — Sí que los tenemos, pero de liquidez. El pago de intereses de la deuda equivale al 10% de los ingresos fiscales. El déficit equivale al 20% de los ingresos fiscales. Tenemos severos problemas de liquidez; por eso el mercado compra dólares y no se queda en pesos. Una forma de solucionar­lo es devaluar y licuar el gasto público, estafando a los tenedores de pesos.

—Es lo que está pasando.

— El escenario es complejo. Si dejas el dólar bajo, te pegan en los medios porque le haces hacer negocio a los que venden dólares y se posicionan en pesos a tasas altas. Si devalúas, matas a los que invirtiero­n en pesos. La solución es bajar el gasto público, pero eso es como la canción de Serrat: “Eso no se dice, eso no se hace, eso no se toca”.

—Dos preguntas: ¿hasta dónde sube el dólar? y ¿en qué invierto?

— El dólar a fin de año lo veremos entre $ 23,00 y $ 23,50. La tasa en dólares a un año es del 3,5% anual; a 5 años, del 5,4% anual; a10 años, del 6,8% anual; a 15 años, del 7,3% anual; y a 100, años del 8,0% anual. Tenés para todos los plazos; maridá la cartera que más te guste, pero pásate a dólares; te lo vengo cantando desde diciembre: se terminó el amor con el peso, estamos divorciado­s. Todo a dólares hasta que las acciones bajen y se pongan a precios atractivos.

Tenemos problemas de liquidez: por eso, el mercado compra dólares y no se queda en pesos. El escenario es muy complejo.

 ??  ??
 ??  ?? SEQUíA. Un paisaje constante en el primer trimestre en el interior del país: cielo despejado, ausencia de lluvias y cultivos arrasados.
SEQUíA. Un paisaje constante en el primer trimestre en el interior del país: cielo despejado, ausencia de lluvias y cultivos arrasados.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina