Fortuna

Volvió la era del hielo

- SALVADOR DI STéFANO*

El BCRA volvió a retomar el control para bajar la inflación. Por qué solo queda surfear este año para esperar el 2019. Los mejores bonos y acciones para comprar.

El Gobierno congeló la tasa de interés, el dólar y, ahora, las tarifas. ¿Cómo repercutir­án esas iniciativa­s en la inflación y en el nivel de actividad en lo que resta del año? ¿Y cómo viene el 2019?

—¿Qué le pasa al Gobierno? — El 28 de diciembre la jefatura de Gabinete metió un volantazo al plan económico; eso destruyó la credibilid­ad de los mercados hacia el Banco Central, que aceptó mansito el cambio de meta y dejó que el tiempo transcurri­era, segurament­e calculando que en los meses siguientes podría volver a recuperar la iniciativa. Como no hay un plan económico integral, las variables se dispararon y la inflación se descontrol­ó. En consecuenc­ia, ahora le devolviero­n el comando al Banco Central, que está aplicando la misma receta de siempre. —¿Me la explicas?

—¡ Cómo no! El Banco Central ingresó en la era del hielo; congeló la tasa de interés en el 16,3% anual; hace 5 meses que congeló la base monetaria; las reservas están congeladas en u$sS 60.000 millones, y el tipo de cambio, fijo en torno de entre $ 20,00 y $ 20,50.

—¿Conclusión?

— El Gobierno pretende ahora congelar las expectativ­as de inflación, que están más rebeldes que nunca. Si la inflación sigue alta, subirán la tasa, se llenarán de pasivos y luego tendrán que devaluar para licuar la deuda en Lebacs.

¿Es alta la deuda en Lebacs? — Un total de $ 1.129.169 millones, que equivale a unos u$s 56.500 millones, con vencimient­os concentrad­os en un 90% en 90 días. Una bola de nieve que puede provocar un alud; yo me colocaría en dólares.

—¿Por qué tenemos tanta inflación?

— Muy simple; antes de las elecciones legislativ­as, se postergaro­n ajustes de tarifas y se inyectó mucho dinero en el mercado para ganar holgadamen­te. El resultado fue exitoso desde lo electoral, pero pasado octubre, hubo que actualizar lo que no se hizo en la previa a las elecciones, curarse en salud y aumentar las tarifas bien lejos de las elecciones presidenci­ales 2019.

—¿Qué me querés decir? — Que se les fue la mano con el ajuste y en seis meses aumentaron más que lo realizado en los primeros nueve meses del año 2017. Fue un golpe al poder adquisitiv­o de los asalariado­s, el resultado es que congelaron la actividad económica. —¿Cómo será el deshielo? — Muy lento. La Argentina perdió este año 20 millones de toneladas de soja y 11 millones de toneladas de maíz por la sequía; esto genera un efecto pobreza sobre la economía ya que el 60% de las exportacio­nes argentinas provienen del complejo sojero.

—Ingresarán menos dólares del exterior.

— Correcto, y si las importacio­nes siguen a la suba, el déficit de balanza comercial deberá ser financiado con endeudamie­nto o en algún momento habrá que pegar un volantazo como el que pegaron en diciembre de 2017.

—O sea que, en tu opinión, este tipo de cambio no es para siempre.

— Nada es para siempre, decía Fabiana Cantillo.

—Eso denota tu edad

— Pero, es real. Es imposible sostener un tipo de cambio en $ 20,50 cuando la inflación mayorista de los primeros tres meses del año es del 11,8% anual; la minorista, del 6,7%; el dólar aumentó el 7,1%, y el gasoil, el 10,9%. Claramente, la meta del 15% anual no se podrá cumplir, el Gobierno propone una meta blue del 20% anual, y nosotros esperamos una inflación del 23% anual.

—¿Qué pasa con el dólar? — El dólar tendrá ajustes parciales, producto de mini crisis que se irán desatando en la economía.

El Banco Central retomó el control para bajar la inflación. Por qué solo queda surfear este año para esperar el 2019. Pero, siempre hay oportunida­des de negocios: los mejores bonos y acciones para comprar. Como no hay un plan económico integral, las variables se dispararon y la inflación se descontrol­ó. Y ahora le devolviero­n el comando al Banco Central, que está aplicando la misma receta de siempre.

Este congelamie­nto de variables monetarias no es eterno; en algún momento, deberán elegir cómo ajustar tipo de cambio y tasa de interés.

—¿Cuál te parece que será el mejor momento?

— Si el anterior ajuste lo hicieron en el verano, cerca de las vacaciones, nada mejor que actuar en las vacaciones de invierno y en medio del Mundial de Futbol, con la gente entusiasma­da con la Selección argentina en el supuesto de que a los nuestros les vaya tan bien como para despertarn­os entusiasmo en buena cantidad.

—Sampaoli no ayuda.

— Es cierto, por allí el ajuste se hace en la primera rueda del Mundial; a partir del 15 de junio habrá que estar atentos. —¿Me tirás un dato?

— Para nosotros, la Argentina en junio será recalifica­da: dejará de ser un mercado de frontera y pasaría a ser emergente. —¿Cómo se entiende eso? — El país estará mejor calificado y podrá invertir en sus activos financiero­s un mayor número de fondos de inversión. Eso implica más demanda de bonos y acciones argentinas por inversores del exterior. Eso podría hacer caer el riesgo país y las acciones podrían mostrar una fuerte suba. —Tírame data…

— En bonos, compraría el Pary: vale u$s 67, paga renta del 2,5% anual y el año próximo comienza a pagar el 3,75% anual; vence en el año 2038; para nosotros es un bono que si pasamos a emergente puede valer u$s 76. Es una muy buena opción si nos declaran emergentes, creemos que es el bono que más puede subir. El otro es el bono a 100 años, vale u$s 95,00, paga una renta del 7,125% anual, y si pasamos a emergente puede llegar a valer u$s 105.

—¿Acciones?

— La trifeta tradiciona­l: Grupo Financiero Galicia, Pampa Energía, que es el caballo del comisario, y Tenaris.

—¿Qué esperamos para el resto del 2018 en actividad económica?

— Nos persigue la maldición de los años pares: tuvimos sequía, y el Estado nacional y los provincial­es bajaron la inversión en infraestru­ctura para hacerlo todo en el año 2019, que será un año muy electoral. Lo mejor que podemos esperar es que termine el año par porque en 2019 tendremos mejor clima, más producción de soja y maíz, mejores precios de materias primas, más inversione­s en infraestru­ctura y más dinero en la calle; lo mejor que nos puede pasar es que llegue pronto el año impar. Nos queda surfear el 2018.

Hay que estar atentos durante el Mundial porque el Gobierno segurament­e tendrá que ajustar el dólar y la tasa de interés. Un tipo de cambio a $ 20,50 no puede aguantar mucho.

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 ??  ?? STURZENEGG­ER. La inflación se disparó y el titular del Banco Central volvió al comando de la política monetaria, que le había sido arrebatado en diciembre.
STURZENEGG­ER. La inflación se disparó y el titular del Banco Central volvió al comando de la política monetaria, que le había sido arrebatado en diciembre.

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