Fortuna

El Danubio, en bicicleta

- Soledad Gherardi

Cómo es la ruta trazada por el segundo río más largo de Europa.

Al suroeste de Alemania, en la región de Selva Negra, Donaueschi­ngen es el pueblo en el que convergen los ríos Breg y Brigach para dar nacimiento al Danubio, el segundo afluente de agua más extenso de Europa, después del Volga. Donau en alemán, el río se extiende a lo largo de 2.850 kilómetros, desde el centro del continente y atraviesa Austria, Eslovaquia, Hungría, Croacia, Serbia, Rumania, Bulgaria, Moldavia y Ucrania, hasta desembocar en el Mar Negro.

Frontera natural del Imperio Romano, el recorrido que delinea su cauce es uno de lo preferidos por muchos ciclistas en Europa. De su longitud, el tramo más popu-

La ruta trazada por el segundo río más largo de Europa es una de las preferidas por ciclistas de todo el mundo. De Alemania a Hungría, el camino permite explorar la región en una experienci­a diferente.

lar es el que va desde Passau, una ciudad alemana en la frontera con Austria, a Viena, la capital de ese país, en una ruta que recorre 370 kilómetros.

Caracterís­tico por su superficie plana, con escasas pendientes de suave inclinació­n, el circuito es apto para familias o ciclistas poco experiment­ados debido a su bajo nivel de exigencia. En la mayoría de las secciones es posible andar por ambos costados del río, con puentes y barcos que facilitan el cruce de acuerdo a las atraccione­s que ofrezca cada costa.

El verano es la época del año más recomendab­le para realizar el re- corrido, aunque también la más concurrida. Desde abril a octubre, la ruta suele recibir alrededor de 40 mil turistas, por lo que es convenient­e realizar las reservas de alojamient­o y equipamien­to con antelación.

Antes de comenzar a pedalear, vale la pena tomar algunas horas para visitar el punto de partida. Conocida también como la ciudad de los tres ríos, por ser el lugar en el que el Eno y el Ilz se reúnen con el Danubio, Passau es el escenario de históricos edificios como la catedral de St. Stephen y la iglesia de San Pablo, la más antigua de la zona, así como del Veste Oberhaus,

un fuerte medieval ubicado en la cima de la montaña, en el que se pueden apreciar las influencia­s góticas, renacentis­tas y barrocas de una arquitectu­ra desarrolla­da a lo largo del tiempo.

Luego de 40 kilómetros, la primera parada obligatori­a es el meandro de Schlögen, probableme­nte uno de los puntos más fotografia­dos de la extensión del Danubio. Allí, sus aguas delinean una perfecta curva de 180° que puede ser apreciada desde lo alto de un mi- rador natural. Para ascender, es necesario dejar la bicicleta en el estacionam­iento que se encuentra al pie del monte, y subir a pie, por un camino algo empinado, pero sumergido en un arbolado bosque.

El trayecto continúa a orillas del río, durante otros 40 kilómetros que desembocan en Linz, la capital de la Alta Austria. Reconocida como la Capital Cultural Europea en 2009, la ciudad cuenta con una variedad de museos como el Ars Electronic­a Center, donde tecnología e innovación se combinan con las artes visuales, o el museo de arte Lentos, donde se exhiben obras del siglo XIX y de los períodos expresioni­sta y modernista. Además de ser un centro urbano abierto a nuevas tendencias, Linz también resguarda su protagonis­mo histórico, marcado por ser el lugar que vio crecer a Adolf Hitler.

A continuaci­ón, bajo la mirada de Greinburg, uno de los castillos residencia­les más antiguos de Austria construido en 1488, el poblado de Grein señala la siguiente pa-

rada. Sus posadas y restaurant­es lo convierten en un destino ideal para pasar la noche o detenerse a almorzar. Entre sus calles, se puede visitar la iglesia y el antiguo teatro, además de apreciar los edificios barrocos que rodean la plaza.

La travesía continúa en dirección a Melk, una pequeña ciudad bañada por las aguas del Danubio, a la que se llega luego de poco más de dos horas de pedalear.

La abadía benedictin­a de Melk, distinguid­a como Patrimonio Mundial por la UNESCO, es una de las principale­s atraccione­s del lugar. Situado en la cima de un monte acantilado, el convento de estilo barroco fue fundado en 1089. En su interior, alberga frescos de Johann Michael Rottmayr y Paul Troger, además de una biblioteca reconocida por su colección de manuscrito­s medievales y musicales.

Entre Melk y Krems, el valle de Wachau se extiende a lo largo de 30 kilómetros a orillas del Danubio. Los huertos y viñedos de la zona componen un paisaje diferente, en el que el ciclismo se combina con catas de vinos y el paseo por algunas de las villas de la región, como el pueblo de Dürnstein. Conocida como “La Perla de Wachau”, la ciudad es una de las representa­ntes de la arquitectu­ra barroca, además de alojar el castillo medieval en el que estuvo prisionero el rey de Inglaterra Ricardo Corazón de León, en 1192.

Solo 90 kilómetros separan a Dürnstein de la capital de Austria.

Antes de ingresar a Viena, la naturaleza reafirma su imponente presencia al atravesar los Bosques homónimos, un grupo de colinas que marcan la transición entre los Alpes y los montes Cárpatos. Su escenario silvestre es la antesala de una de las ciudades más majestuosa­s de Europa.

Tras una larga travesía, la ciudad recibe a los ciclistas en una atmósfera en la que se respira el pasado de lo que fue el poderoso imperio austro-húngaro. Castillos, museos e iglesias, permiten admirar la influencia arquitectó­nica y recorrer un destino de gran importanci­a histórica.

A pesar de que muchos visitantes deciden terminar su circuito aquí, las aguas del Danubio guían el recorrido hasta Budapest, con una pequeña escala en Bratislava, la capital de Eslovaquia, para sumergirse aún más en los paisajes naturales y urbanos que emergen sobre sus costas.

Sin importar los kilómetros o las paradas elegidas, la ruta a orillas de este emblemátic­o río ofrecen una a los viajeros la posibilida­d de recorrer la región en una experienci­a diferente.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? MEANDRO DE SCHLöGEN. A 40 kilómetros de Passau, se puede ascender a un mirador para observar el punto donde el río marca una curva de 180°.
MEANDRO DE SCHLöGEN. A 40 kilómetros de Passau, se puede ascender a un mirador para observar el punto donde el río marca una curva de 180°.
 ??  ?? PASEO HISTóRICO. Al borde del río, ciudades con castillos, iglesias y edificios exhiben la influencia arquitectó­nica de las distintas épocas, caracteriz­adas por estilos que van de lo medieval al barroco.
PASEO HISTóRICO. Al borde del río, ciudades con castillos, iglesias y edificios exhiben la influencia arquitectó­nica de las distintas épocas, caracteriz­adas por estilos que van de lo medieval al barroco.
 ??  ?? CICLISMO A ORILLAS DEL DANUBIO. La ruta elegida por la mayoría de los visitantes inicia en la ciudad alemana de Passau hasta Viena, en un trayecto de 370 kilómetros que se completa en cuatro días promedio.
CICLISMO A ORILLAS DEL DANUBIO. La ruta elegida por la mayoría de los visitantes inicia en la ciudad alemana de Passau hasta Viena, en un trayecto de 370 kilómetros que se completa en cuatro días promedio.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? PUNTO DE LLEGADA. Luego de Viena, muchos eligen continuar el camino que marca el río hasta Budapest pasando por Bratislava, en Eslovaquia.
PUNTO DE LLEGADA. Luego de Viena, muchos eligen continuar el camino que marca el río hasta Budapest pasando por Bratislava, en Eslovaquia.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina