“Los aumentos semestrales hoy son por inflación”
La directora general de Camuzzi Gas, la mayor distribuidora de gas del país, explica por qué seguirán los incrementos tarifarios. Los riesgos de volver al pasado. Por qué Vaca Muerta no soportaría tarifas congeladas.
La directora general de Camuzzi Gas, María Tettamanti, explica por qué seguirán los incrementos tarifarios. Los riesgos de volver al pasado. Por qué Vaca Muerta no soportaría tarifas congeladas.
Tarifas, inflación, devaluación, dólar, riesgo país, financiamiento, igualdad de oportunidades… María Tettamanti, directora general de Camuzzi Gas, no le esquivó a ninguno de los temas de la actualidad. Hace más de un año y medio dirige Camuzzi Gas, la mayor distribuidora de gas en términos de volumen, ya que distribuye el 31% del gas que se consume y abastece a 7 provincias, entre ellas a un 85% de Buenos Aires. Todos los meses, casi dos millones de usuarios residenciales y 150 mil comerciales e industriales reciben una factura de esta empresa. Tettamanti sabe que están hace tiempo en el ojo de la tormenta por el aumento de las tarifas, aunque explica que hay que distinguir entre recomposición e incrementos por inflación: “En la medida en que la inflación vaya bajando también va a bajar el ritmo de los aumentos. Estamos viendo un horizonte en el que la inflación ya está decreciendo. Si sigue así, también se va a consolidar un camino en que las tarifas cada vez se van a ajustar menos. Los aumen-
tos de abril y octubre de cada año son para mantener las tarifas en términos reales.
El nivel tarifario del gas en términos reales se alcanzó en abril de 2018, con lo que cada aumento hoy será consecuencia de la inflación. No se puede pretender que en una economía con inflación uno deje las tarifas congeladas de nuevo, porque estaríamos volviendo a la situación inicial”.
La última variación tarifaria en el sector del gas había sido en 1999. Con la llegada del nuevo Gobierno, el Enargas tomó nuevamente protagonismo y volvió a darle dinamismo a una actividad que estaba quebrada por las tarifas congeladas. Las empresas del sector, entonces, invertían lo mínimo y necesario para que el sistema no colapse. Aunque esto pasaba habitualmente, sobre todo en invierno. “Hay que distinguir –explica Tettamanti- entre la tarifa del gas que está regulada, que es la del transporte y la distribución, y la que no está regulada, que es la producción de gas. Nosotros y los transportistas ya tenemos las tarifas que necesitamos para tener una rentabilidad justa y razonable y hacer inversiones. Por el lado de la generación de gas, allí hay libre competencia y también hubo una fuerte recomposición que permitió pasar de un precio controlado y congelado a un nivel de precios que hace que Vaca Muerta hoy se pueda desarrollar. Estos precios se negocian libremente y están expresados en dólares por lo que en la medida en que el dólar aumente, hay un componente de la tarifa que paga el usuario que también se incrementará. Dólar e inflación están relacionados”.
EXPANSIÓN. En la Argentina hay casi 8 millones de hogares con conexión a gas natural, y otros 5 millones sin conexión. Con esta realidad en la mira y un análisis de las inversiones necesarias que cada compañía debía realizar, el Enargas armó un plan quinquenal de inversiones que está detallado año por año y por empresa. María Tettamanti afirma que el ritmo de trabajo hoy “está bien” y que “todo está funcionando con normalidad”.
FORTUNA: ¿Qué significa que está funcionando con normalidad?
TETTAMANTI: Veo con buenos ojos el trabajo que está haciendo el Enargas. Lo que se hizo con el plan quinquenal de inversiones fue buscar un equilibrio delicado, porque había que hacer inversiones pero estas tienen que tener un repago y parte de ese repago se hace con las tarifas. Entonces, si una compañía presentaba un plan de inversiones demasiado ambicioso, ibas a tener una recomposición tarifaria mucho más agresiva.
FORTUNA: ¿Cómo financian estas inversiones? En 2018 iban a ir a buscar dinero afuera, pero con la devaluación ese plan cambió. ¿Pueden cumplir igualmente con el programa de inversiones previsto?
TETTAMANTI: Una parte de las inversiones se financia con las tarifas, pero el resto no. El Enargas cuando define las tarifas lo hace de tal manera que las distribuidoras tengamos un ingreso suficiente para pagar nuestros costos de operación y mantenimiento, para tener una rentabilidad justa y razonable, y para pagar la amortización de los activos. Necesariamente para cumplir con el plan de inversiones las distribuidoras debemos recurrir a financiamiento. El año pasado nosotros no pudimos salir a buscar financiamiento porque fue después de la devaluación. Este año estamos viendo cómo lo haremos.
FORTUNA: ¿Cuál es su opinión general sobre la política energética del actual Gobierno? ¿Qué
radiografía hace del sector?
TETTAMANTI: Hay muchas posibilidades de crecimiento tanto por Vaca Muerta con el gas no convencional como con las energías renovables. Estamos en un proceso de diversificación de la matriz energética. Para esto hace faltan inversiones y para ello se necesita un país que vaya consolidando un camino de confianza y de seguridad jurídica para que las inversiones que ya están viniendo se queden y para que vengan más. Luego de las privatizaciones hubo una institucionalidad muy fuerte en el sector, con un marco regulatorio claro que se cumplía. Con la devaluación de 2001 y la pesificación de las tarifas empezó un período muy largo donde las empresas invirtieron lo mínimo e indispensable. Básicamente se tuvieron que comer el capital invertido en los años anteriores. Luego de la Revisión Integral de 2017, esto le dio un nuevo horizonte a la industria, que fue cuando se planificó el plan quinquenal, con el camino de la recomposición tarifaria junto con una recomposición fuerte en las inversiones y modernización de la industria. Y hoy estamos transitando este camino.
FORTUNA: Usted habla de seguridad jurídica y reglas claras. ¿Cómo impacta una devaluación como la del año pasado? Camuzzi iba a ir a buscar financiamiento al exterior y finalmente no lo hizo.
TETTAMANTI: Me gustaría hablar en pasado y que esto no se repita. Creo que se están tomando las medidas para que no suceda. Una devaluación impacta en la inflación y esto se refleja en la actualización tarifaria. La gente lo ve como que las tarifas siguen aumentando pero en realidad lo que está pasando es que las tarifas se deben ajustar a los costos que tiene la distribuidora que están en línea con la inflación. Respecto de la financiación en el exterior o no, el riesgo país impacta en la tasa de financiamiento y de interés, pero cabe destacar que las decisiones de inversión hoy ya no están en manos de Camuzzi, porque ya está el marco regulatorio que tenemos y estamos cumpliendo. Hasta ahora lo estamos manejando con recursos propios.
FORTUNA: ¿Cómo impacta el panorama electoral en las decisiones de la empresa?
TETTAMANTI: Creo que este Gobierno está muy determinado a respetar el marco institucional en lo energético, que implica que haya libre negociación entre las partes por el gas en boca de pozo y que las tarifas estén reguladas y actualizadas por un índice. Esto se ve hasta ahora y si este Gobierno continúa, creo que lo seguirán haciendo. No sé qué haría el Kirchnerismo, pero sé lo que hizo. Y tampoco sé que haría otra facción. En el Gobierno estamos viendo los pingos en la cancha, el resto no hemos visto que se hayan manifestado respecto de su política energética.
FORTUNA: ¿Cómo podría afectar un cambio de Gobierno en las inversiones en Vaca Muerta, por el temor a volver a tarifas congeladas?
TETTAMANTI: La producción de gas viene creciendo. Pero los números van cambiando todo el tiempo. Hay algo conceptual e importante que hay que transmitirle a la sociedad respecto de la producción de gas. Durante muchos años contamos con recursos importantes de gas convencional. Este tipo de gas permite hacer una inversión y si después de un tiempo se deja de invertir, la caída de la producción es paulatina. Esto es lo que vimos a partir de 2004. Se congelaron los precios en 2001, pero la caída de
producción empezó recién en 2004 y fue gradual. Hoy hay una participación cada vez mayor del gas no convencional y la particularidad que tiene es que la aplicación financiera es permanente. El declino no es gradual, sino que es rápido. Si volvemos a hacer lo que se hizo en 2001 de congelar el precio del gas y los productores no tienen recursos para seguir invirtiendo, habrá una caída abrupta en la producción de gas, ya no más paulatina. Esto, a lo único que nos llevaría, es a volver a importar gas del barco y de Bolivia, y lejos de bajar el costo del gas, será más caro. No es lo mismo tener gas no convencional que convencional. Con el convencional podés hacer más populismo porque los efectos se notan más tarde, pero con el no convencional si hacés un poco de populismo, la producción se cae de un año para otro.
FORTUNA: Por último le hago una pregunta que espero en poco tiempo haya que dejar de hacer. ¿Qué significa para usted como mujer dirigir una compañía en un sector que está tan representada por hombres?
TETTAMANTI: Nunca sentí ni como fortaleza ni como debilidad ser mujer. Cualquier persona merece crecer si se esfuerza y capacita. Yo siempre rescato, y con esto no quiero decir que no haya discriminación, que nunca tuve ningún problema por ser mujer. Sí creo que el cambio empezó hace mucho y, como todo cambio, es gradual. Mi mamá no pudo estudiar en la universidad porque mi abuelo no la dejó, y yo quise estudiar economía y me alentaron a hacerlo. Estamos en el proceso y creo que hay que trabajar, tanto hombres como mujeres, a que sea un mundo de igualdad de oportunidades. A veces las mujeres tenemos esa sensación de inferioridad de condiciones. Hay casos en que el hombre discrimina y otros en los que la mujer sola se relega. El trabajo que todos, como sociedad tenemos que hacer es el de defender la igualdad de oportunidades. No me gustan los ismos. No me gusta ni el machismo ni en feminismo. Tenemos que ir, para lo que es el mundo laboral, hacia la meritocracia, sin importar el género.