UN AJUSTE CLÁSICO
“No se pueden permitir más malas praxis económicas”
Gustavo Grobocopatel, empresario.
El Gobierno decidió suspender el Consenso Fiscal con las provincias, un acuerdo firmado por la gestión Macri para, en un plazo de cinco años, reducir algunos impuestos, tales como Ingresos Brutos. La medida, en el contexto del paquete enviado por el oficialismo al Congreso, tiene como objetivo apuntalar la recaudación impositiva y, de alguna manera, refuerza el poder del nuevo presidente de la Nación, Alberto Fernández. El esquema planteado es un clásico ajuste donde el mayor esfuerzo recae en el sector productivo a través de la imposición de diversos gravámenes tales como las retenciones a las exportaciones, una línea que recibió el respaldo del Fondo Monetario Internacional, el principal acreedor del Estado.
En total, las provincias recibirán unos $ 60 mil millones más con el nuevo acuerdo que durará un año.
El presidente de la Nación, Alberto Fernández, anunció que el Gobierno congelará las tarifas de los servicios públicos al menos hasta el 30 de junio. En ese sentido, señaló que en los próximos meses analizarán la forma que tendrá el nuevo esquema tarifario pero afirmó que se terminará con la dolarización. “Las tarifas no se van a aumentar y vamos a terminar con la dolarización”, explicó. La medida tendrá un impacto directo en la clase media, una de las más afectadas por la actualización tarifaria durante la gestión Macri. Sin embargo, las empresas productoras de energía padecerán esta decisión ya que deberán operar en con contexto inflacionario y de suba de divisas. El objetivo del gobierno es pesificar las tarifas, al menos en los tramos en que esto resulte factible.
“Hasta que no volvamos a alcanzar exportaciones en el orden de los u$s 80.000 millones, los dólares van a escasear”
Miguel Pesce, presidente del Banco Central.