¿CAZAN EN EL ZOOLÓGICO?
Como cada sector productivo en la Argentina, el textil también tiene su lado flaco. Los precios son, claramente, su principal déficit. Las prendas en las vidrieras de algunos comercios exhiben cifras escalofriantes. Los empresarios tienen un claro argumento que esgrimen como defensa: aseguran que el 50% de ese precio son impuestos.
Los detractores, aquellos que pugnan por liberar importaciones para generar competencia y aplacar la remarcación, suelen acusar los textiles de “cazar en el zoológico”. Una frase remanida pero que se robustece a la sombra de las protecciones arancelarias.
“Nos hacemos cargo de los precios hasta la puerta de la fábrica. Nos hacemos cargo de los precios al por mayor”, resalta Pedro Bergaglio, socio gerente de Tricofix SRL y presidente de la Cámara Argentina del Sweater. Y agrega: “Hay una sustancial diferencia entre lo que se entrega y lo que se vende al público”. Como ejemplo, el empresario destaca que en el barrio de Flores hay jeans por $ 500 y remeras por $ 600 u $ 800. “Depende dónde vayan a comprar”.
Sorabilla amplía: “No percibimos los índices de aumento de precios del INDEC. Tal vez se fije en los segmentos más altos. Parecería que el índice no refleja los precios bajos de la ropa más masiva”. Y concluye refutando las ideas pro importación. “La importación no es la respuesta porque hubo una importación desmedida en los últimos cuatro años y tampoco bajaron los precios. Enriqueció a los importadores y dejó a la gente sin trabajo”.