LA EXQUISITA ISLA DE MADEIRA EN PORTUGAL
Fuera de los estándares de las playas tradicionales, esta es una isla volcánica de pequeñas calas de piedra con aguas templadas y donde no llueve nunca. Su paisaje está rodeado de extensiones montañosas con una riquísima flora y su capital, Funchal, es una hermosa ciudad de casas blancas que invita a perderse entre plazas y callejones.
Los turistas pueden visitar Pico Ruivo (1.861 msnm), el Cabo Girão, mesetas como la de Paúl da Serra o bosques como el de Laurissilva, declarado por la UNESCO patrimonio de la humanidad.
Para los más aventureros hay un sinfín de opciones que incluyen trekking, senderismo, caballos o andar en bicicleta. También hay actividades de escalada, barranquismo, ala delta o parapente, sin mencionar los deportes acuáticos que van desde el kayak, al jet ski, hasta el windsurf o el esquí acuático.
En esta isla no solo son exquisitas las vistas. Su gastronomía, como en todo Portugal, satisface a los paladares más exigentes. Si bien sus platos basados en carne vacuna son muy recomendados, su cercanía con el mar la hacen referente en los platos de pescados y mariscos.