PAULA PARETO.

“Afuera me felicitan más por ser médica que por ganar premios”

Mientras se prepara para su cuarto “y último” Juego Olímpico, la primera mujer argentina que ganó una medalla dorada en la historia del certamen combina sus intensos entrenamientos con su profesión de médica.

Mientras se prepara para su cuarto “y último” Juego Olímpico, la primera mujer argentina que ganó una medalla dorada en la historia de tal certamen combina sus intensos entrenamientos con su condición de doctora. Además, afirma sin titubeos: “Prefiero perder que ganar con trampa”.

“ Si bien el límite de mi categoría son los 48 kilos, en la pandemia, al revés del mundo, bajé de peso y tuve que subir. Es que empecé a cocinarme y me ordené mucho en las comidas. Por suerte ya pude aumentar a 47,5: regalar peso a la hora de competir es un peligro ”

“ Por lo general hago un par entrenamientos de hora y media a dos horas por día. Combino entre la actividad de yudo y tareas de esfuerzo, como levantamiento de pesas y circuitos tipo crossfit de ejercicios variados... Admito que a veces llego cansada al fin de semana ”

“ Nunca fui peleadora. A mi hermano lo mandaron a practicar yudo porque en el colegio le pegaron y no devolvió la agresión. Mi papá le dijo que estaba bien no pelear, pero que debía aprender a defenderse. Y yo lo seguí a mis nueve años. Si tomás el buen camino, el deporte te hace mejor persona ”

“ Uno de los grandes valores del yudo es el respeto. El saludo inicial y el final son un símbolo: saber que sin tu rival no podrías ganar y que hasta le debés tu victoria en caso de lograrla. Para mí el fin no justifica los medios. Prefiero perder que ganar con trampa ”

“ El yudo es bien para mí, porque no se caracteriza por su delicadeza y necesita mucho de estudio del oponente, de viveza. Yo no soy tan técnica, aunque sí táctica y estratega: me considero fuerte en ese aspecto ”

“ Me recibí hace siete años en la Universidad de Buenos Aires y pronto terminaré la residencia en el Hospital de San Isidro, donde cumplo turnos de mañana, aparte de guardias de 24 horas cuatro veces al mes. Siempre me preguntan si estudié como traumatóloga para atender a los que dejo lastimados en combate... (ríe) ”

“ En general las yudocas de elite no ejercen otra profesión. Es algo que afuera llama la atención. Muchos me felicitan más por ser médica que por los premios: ‘¡Muy bien, doctora!’. En especial ahora, con el lugar en el que nos pudo el covid-19... ‘Mi hijo estudia gracias a que le comento el esfuerzo que hacés vos’, me suelen sorprender algunas madres. Realmente, se puede ”

“ Yo no hago apuestas ni promesas por resultados. Éste sí va a ser mi último Juego Olímpico, un plus. Ahora, con mi edad y una cirugía cervical encima, ya estoy de yapa. Lo disfruté y sigo disfrutando, pero sé que ya está... Aunque, lo admito, me gustaría una última medalla olímpica para mi país en Japón, la cuna del yudo ”