“Aquellas tres noches nos marcaron de por vida”
El guitarrista de ZAS, la banda soporte
En 1981 ZAS –Miguel y Alejandro Mateos, Fernando Lupano y yo– tocó tres veces como grupo soporte de Queen en el estadio de Vélez ante más de 150.000 personas. Todo nació a mediados de 1980, cuando Miguel viajó a Nueva York y conoció al productor (Billy Bond) que traería a Queen a la Argentina. Fue un demo grabado en inglés por ZAS en 1979 el que nos abrió las puertas para que nos eligieran como su banda soporte. Cuando Miguel comentó la noticia pensé que era joda.
Comenzamos a ensayar un par de meses antes, de lunes a sábados. Había una adrenalina tremenda. Hasta que finalmente llego el día. Salimos de la casa de Miguel hacia Vélez en una camioneta grande, los músicos, los plomos, los instrumentos. Todos muertos de miedo. Al llegar al estadio, la primera impresión fue shockeante: jamás habíamos visto un escenario tan grande. Queen trajo todo, sistema de sonido, luces... Era impresionante el despliegue. Fue el primer show en un gran estadio en la Argentina.
Una vez que Queen ensayó y chequeó sonido armamos nuestro set (un set que se veía insignificante al lado de los terribles amplis de ellos) y probamos sonido. Habíamos elegido cinco temas. Uno de ellos, Hijos del rock and roll, sería más tarde parte de nuestro primer LP, ZAS. La primera sensación fue como estar en otro planeta. Sentir nuestra música en el estadio con el sonido de Queen no se parecía a nada.
Hasta que llegó la noche y el momento de salir. Había 50 mil personas. De venir tocando para cincuenta, a enfrentar esa multitud... ¡fue durísimo! Fernando no podía subir al escenario: lo tuve que empujar, ja ja ja.
El primer show resultó bastante difícil. La gente quería ver a Queen, así que debutamos enfrentando a la mayoría del público en contra. El segundo, al día siguiente, estuvo un poco mejor. Miguel habló con el público (la verdad, ¡qué huevos!), y en un tono un poco fuerte mandó algo así como: “Loco, somos argentinos... Queen sigue su gira, se llevan un montón de guita y nosotros vamos a seguir acá. ¡¡Escuchen nuestra música!!”. Ahí se sintieron algunos aplausos y pudimos arrancar. El tercer recital, una semana después, resultó el mejor: gran parte de la gente que estaba más cerca del escenario disfrutó de la banda. Lo cierto es que durante esas ocho jornadas en las que transcurrieron los tres shows de Vélez vivimos experiencias increíbles. Uno de los días se acercó Brian May a saludar... ¡Fue como si hubiera aparecido un extraterrestre! Súper buena onda el tipo. También recuerdo a Juan Alberto Badía y a Maradona. Aquellas tres noches nos marcaron de por vida. Tras esos shows estuvimos paralizados por un tiempo, hasta que retomamos los ensayos. Fue realmente grande el impacto que produjo en cada uno de nosotros.