DE QUÉ HABLAMOS CUANDO DECIMOS...
Bullying: Conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un estudiante contra otro de forma continua e intencionada. También se usa la expresión “acoso escolar”.
Cyberbullying: Hostigamiento sistemático y sostenido en el tiempo entre chicos y chicas a través de plataformas digitales. El acoso escolar se traslada a plataformas digitales en forma de hostigamiento, exclusión, discriminación y acoso.
Exclusión: Denegación a la víctima del acceso a foros, chats o plataformas sociales de todo el grupo, entre otros.
Gossip: Es un fenómeno que lleva el cyberbullying al extremo y consiste en el uso de redes sociales para difundir rumores, no necesariamente ciertos, para minar la imagen de una persona.
Grooming: Es el abuso sexual de un adulto hacia un niño, niña o adolescente a través de plataformas digitales. El abusador suele mentir sobre su identidad, generar un vínculo de amistad y confianza con el chico o la chica, pedirle algo íntimo y luego extorsionarlo con difundir ese material si no accede a un encuentro personal o a enviar más imágenes.
Haters: Usuarios de redes sociales que critican destructivamente a una persona, ente u obra sin causa racional o justificada, sino por el solo hecho de difamar.
Hostigamiento: Envío de imágenes denigrantes, seguimiento a través de software espía, envío de virus informáticos, elección en los juegos online de un jugador con menos experiencia para ganarle constantemente y humillarlo, entre otros.
Ley del silencio: Actitud de no intervención en un grupo de espectadores o conocedoras de cyberacoso que refuerza la sensación de poder del acosador.
Manipulación: Uso de información encontrada en las plataformas para difundirla de forma no adecuada entre los miembros, acceso con la clave de otra persona a un servicio y ejecución, en su nombre, de acciones que puedan perjudicarlo.
Mobbing: Práctica ejercida en el trabajo, consistente en someter a un empleado a presión psicológica para provocar su marginación.
Stalkear: Acoso y espionaje que consiste en monitorear de forma compulsiva la actividad de una persona en las redes. Los motivos pueden ser curiosidad, celos, rencor, etcétera.