No a la discriminación, sí a la inclusión
● En más de 70 países ser gay es delito. Las relaciones consentidas entre adultos del mismo sexo siguen siendo penalizadas, lo que exacerba los prejuicios y expone a millones de personas a ser chantajeadas, detenidas o encarceladas.
● En varios de dichos países se prohíbe que las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT) realicen ciertos trabajos. Hay restricciones discriminatorias a la libertad de expresión y a las manifestaciones públicas y se les niega el reconocimiento jurídico a los vínculos entre personas del mismo sexo.
● En al menos cinco países la legislación nacional todavía los sanciona con pena de muerte.
● En todas las regiones del mundo se han denunciado actos de violencia homofóbica y transfóbica. Los mismos abarcan desde la intimidación psicológica agresiva y sostenida hasta la agresión física, la tortura, el secuestro y el asesinato selectivo.
● En la mayoría de los países las personas trans no pueden ver su identidad de género reconocida en los documentos de identidad oficiales, como pasaportes y licencias para conducir.
● En las personas intersexuales, la discriminación a menudo comienza al nacer. Muchos bebés y niños intersexuales de corta edad son sometidos a intervenciones quirúrgicas, realizadas sin su consentimiento informado ni el de sus padres, con la intención de borrar las diferencias intersexuales. Las mismas acarrean un sufrimiento y un severo dolor físico y psicológico.
● En muchos países, las personas transgénero son obligadas a someterse a tratamiento médico, son esterilizadas o se les imponen unas condiciones muy duras para que se reconozca legalmente su identidad. También corren un riesgo mucho mayor de sufrir acoso, agresiones y aun de ser asesinadas.
● En muchos casos la falta de protección jurídica adecuada, junto con las actitudes hostiles de la población, lleva a una discriminación generalizada contra las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales, que se manifiesta en el despido de trabajadores, el acoso de estudiantes y su expulsión de los centros de enseñanza, y la denegación de servicios de salud esenciales.