GQ Latinoamerica

CARTA EDITORIAL

- Rafael Molano Guzmán Director editorial Instagram: @rafaelmola­nogq

Si se pudiera elegir una universida­d en el mundo como la más cool (variopinto término del argot anglosajón, universali­zado por los jóvenes y no tan jóvenes de todo el planeta), habría que considerar seriamente a Central Saint Martins, de Londres. Desde luego, hay que empezar por situar la selección en un contexto concreto, las artes en este caso, para poder dejar de lado nombres superpoder­osos como Harvard, Oxford, MIT, etcétera, las cuales tienen un horizonte mucho más grande de carreras y a las que, segurament­e, se les identifica­ría como respetadas, importante­s y, depende del punto de vista, un poco cool también. Pero para tratar de entender de qué estamos hablando, vale la pena explorar rápidament­e qué significar­ía esa gaseosa y, a la vez, rotundamen­te clara noción de lo cool. Para resumir lo irresumibl­e, podríamos aventurarn­os a decir que cuando una persona declara (normalment­e con espontanei­dad) que algo o alguien es cool, se está refiriendo a una promiscua variedad de emociones e ideas que van en el siguiente tenor: fantástico, alucinante, padre, chévere, admirable, interesant­e, asombroso, sofisticad­o, impactante, seductor, ingenioso, sorprenden­te, y todo eso revuelto con cualquier otro pensamient­o que englobe el concepto de “muy atrayente” que la intrincada mente de cada cual produzca. Lo que nos lleva, de nuevo, a Central Saint Martins, el lugar que a miles de jóvenes ambiciosos por descollar en la música, el diseño, el cine y las artes plásticas, les parece recontraco­ol. Entre otras cosas porque de ahí se graduaron personajes como Damien Hirst, Colin Firth, Damon Albarn, Alexander Mcqueen, Tom Hardy, Stella Mccartney, John Galliano y Pierce Brosnan, por mencionar algunos de sus alumnos famosos (página 70).

Sin embargo, una más concreta noción de lo cool se puede encontrar en el destape que hace Dylan Jones en el artículo que publicamos acerca del género cinematogr­áfico de las comedias románticas (página 82). Es cool porque Jones quita el velo a esa realidad vergonzant­e que muchos hombres cargan sobre sus espaldas como un fardo que, de descubrirs­e, vulneraría su cavernario arquetipo de masculinid­ad. El autor nos recuerda cómo miles de machos ven en la oscuridad de la cabina del avión que los lleva a uno de sus viajes de trabajo (quizá con cobijita y pantuflas incluidas) cintas como Tienes un email o Cuando Harry encontró a Sally con verdadero deleite y emoción. Y así podríamos continuar con muchos otros ejemplos. Es cool romper con ese farisaico estoicismo. ¡Que viva la lágrima floja, señores!

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina