Postales argentinas
EL JARDÍN DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
Tucumán es la provincia más pequeña de la Argentina y, al mismo tiempo, una de las más diversas. Es un sitio donde crece la caña de azúcar y abundan los limones, donde la ciudad se roza con la exuberante selva de montañas que, a su vez, cede el paso a la aridez del desierto. Tucumán es la cuna de la gran intérprete y folklorista Mercedes Sosa y el embrión de la libertad argentina: es la tierra que alumbró la emancipación definitiva de la corona española 200 años atrás. Tucumán es rica en tradiciones, mitos y leyendas; es una provincia habitada por comunidades indígenas que descienden en buena parte de la etnia diaguita-calchaquí. Tucumán es conocida como el “Jardín de la República”.
La capital de esta provincia situada en el noroeste argentino y a 1,300 kilómetros de Buenos Aires, se llama San Miguel de Tucumán. Es una urbe pequeña, húmeda, verde y acogedora, en la que se destaca su circuito histórico, un recorrido ideal para repasar los hitos de aquella lejana e incipiente república.
El punto de partida es en la Casa Histórica de Tucumán, reformada poco antes de los festejos del Bicentenario de la Independencia en julio de 2016. La “Casa”, como la llaman los argentinos, fue puesta en valor y se le renovó su propuesta museográfica con un guión que suma experiencias sensoriales y evocativas más actuales. Por las noches, aquí se puede asistir al espectáculo “Luces y sonidos de la Independencia”, un audiovisual que rememora los días independentistas en los jardines de esta casa icónica.
El recorrido se puede hacer a pie, ya que los principales puntos del circuito quedan muy cerca unos de otros. La Plaza Independencia, ubicada a dos calles de la Casa Histórica, es el corazón de la ciudad. Aquí se destaca la estatua de la Libertad, esculpida por la renombrada artista tucumana Lola Mora. Frente a la explanada, está la Casa de Gobierno, un edificio muy llamativo que fue construido en estilo barroco francés, por donde vale la pena caminar al anochecer; la sede del gobierno provincial luce de maravilla cuando está iluminada.
En las manzanas linderas, se encuentra la tríada de los santuarios: la Iglesia Catedral, la Basílica Menor de la Merced –Monumento Histórico Nacional desde 1938– y la Iglesia de San Francisco, puntos destacados de este pequeño raid urbano que puede llevar una jornada a paso lento.
Yerba Buena es un barrio residencial conocido también como “Ciudad Jardín”, y es la antesala de los cerros linderos a la ciudad, donde destacan el tradicional pueblo de Villa Nougués, una apacible villa de montaña con palmeras, coníferas y caserones de estilo europeo, y Loma Bola, uno de los mejores sitios de la Argentina para la práctica del parapente.
En Yerba Buena, ubicado a 12 kilómetros de la urbe, se concentran varios de los mejores restaurantes locales, centros comerciales y buena parte de los bares y discotecas de la movida nocturna. Aunque no todo en este rincón se trata de salir de compras y fiesta. La Reserva de Horco Molle es un amplio parque donde florecen especies autóctonas, un sitio perfecto para gozar de un día al aire libre sin apartarse de la urbe.
El “Antique Tour Experience” es una iniciativa del emprendedor Cristian Delaporte, apasionado coleccionista de antiguos modelos de automóviles Ford A que datan de la década de los
20. Delaporte organiza excursiones a bordo de estas reliquias. Se trata de “un exclusivo y sofisticado paseo comentado en un auto antiguo”, a decir del mentor de estas singulares excursiones con diferentes trayectos y tiempos de duración. Siempre personalizados, los tours parten desde el centro de la ciudad, pasan poryerba Buena y conducen al viajero hacia el pie del Cerro San Javier. También hay alternativas de incursiones fuera del ámbito urbano, hacia las Yungas –selva de altura– y los Valles Calchaquíes.
La ciudad de San Miguel de Tucumán resulta, entonces, un buen sitio para empaparse de la historia independentista, una pizca de naturaleza, buenas dosis de gastronomía típica y noches cálidas en el corazón del norte argentino.