TODO HOMBRE...
Sabe asar una hamburguesa (no es difícil). Pero frutas y vegetales –ya no se diga pan y queso– requieren algo de creatividad, aunque tu imaginación se verá enormemente recompensada. A casi nadie se le ocurre cocinarlos de esta forma, lo que explica por qué los productos terminados son tan sorprendentes. Tus invitados se pondrán como locos cuando vean lo que llevas en los platos. Y comerán toneladas. Y te rogarán que les des la receta.