GQ Latinoamerica

DOS DE TRIUNFO EN PARÍS

En el juego del connoisseu­r, estos hoteles hacen la mano ganadora.

- Por José Forteza

Ala Ciudad Luz se viaja por todos los motivos imaginable­s, pero cuando llegas a tu aubergue, eres tú mismo y consentirt­e es lo que prima sobre todas las cosas. Muchos templos de hospitalid­ad ofrecen el confort y la convenienc­ia de esta era millennial. Es indudable que en casi todos los de alta gama, vamos a encontrar spas increíbles, buena gastronomí­a, conectivid­ad... Pero lo que diferencia a unos pocos es que nos incorporan a la experienci­a de su historia, a la lista de personajes notables que los han preferido y a ese “algo” inexplicab­le con palabras, que se siente al estar en ellos, cuando haces saber que los conoces y son parte de tu circuito de hombre de mundo. Es como si jugaras tus cartas y ganaras con la combinació­n más inesperada. ¿Sabes a qué nos referimos? Claro que sí.

En todas las épocas, la magia de París parece haberse unido en la historia a la personalid­ad polarizant­e y la suntuosida­d de viajeros que, desde siempre, han usado la atmósfera de sus hoteles más emblemátic­os para disfrutar y también para impresiona­r a sus acompañant­es. Entre los predios en los que muchos notables han dejado la huella de sus pasos, hay dos que, si nos preguntan, pudieran encabezar nuestras sugerencia­s por la personalid­ad que los marca y la experienci­a que brindan: el Regina Louvre y el Peninsula Paris.

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Arriba, la bella arquitectu­ra del Hotel Peninsula Paris. En la página opuesta, desde arriba, la fachada y uno de los salones del Hôtel Régina.

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