DE ABOLENGO
El Regina tiene como carta de presentación su privilegiada ubicación. Entre sus vecinos, justo al frente, está el Museo del Louvre, y a pasos de él quedan el Teatro de la Comedia Francesa, la Ópera Garnier, el Museo de Orsay, Les Invalides, la Torre Eiffel y el Grand Palais. En sus nobles orígenes está el haber tenido cuadras reales y una escuela ecuestre donde aprendieron a montar varios monarcas, como Enrique III, Enrique IV y Luis XIII. Nadie pondrá en duda que estos caballeros sabían de qué se trataba pasarla bien, así que, si sus aristocráticos espíritus andan por esos espacios, tienen que ser sitios excepcionales. Otro fun fact que podemos colocar en nuestra lista de razones para alojarnos allí es que en los 40 años más recientes, el hotel ha servido de locación para más de una decena de películas.
Parte de los exclusivos
Hotels Baverez, el edificio mantiene un sensato sentido del lujo confortable en sus 99 habitaciones y suites. ¿Qué queremos decir con “sensatez en el sentido del lujo”? Para ponerlo en una imagen, digamos que el mármol, los pisos de parquet y una sobria y elegante paleta cromática logran el equilibrio entre desenfado y opulencia en la medida perfecta. Por supuesto, la alta tecnología está integrada a los servicios, aparte de todo lo mejor que se espera de la culinaria francesa en su restaurante o el servicio a habitaciones.