GQ Latinoamerica

LOS sapeurs

- Texto y fotos Tariq Zaidi

Milán, París, Londres... ¿El Congo? La capital de este país africano puede parecer un destino poco común para la moda, sin embargo, los Sapeurs of Brazzavill­e están redefinien­do el estilo. Como dijo una vez Papa Wemba (el cantante e ícono fashion congolés que popularizó el Sape): “Los blancos inventaron la ropa, pero nosotros hicimos arte con ella”.

Inmaculada­mente vestido en un traje de tres piezas color rosa salmón, corbatín y gafas de sol, Maxim no luciría fuera de lugar en una pasarela de las Semanas de la Moda de París o Londres. Sin embargo, sólo anda alardeando con su look en Ouenzé, un suburbio de Brazzavill­e, en la República del Congo. A pesar de las calles encharcada­s con aguas residuales, las roídas casas de concreto, los pollos picoteando en el polvo alrededor de sus pies y, claro, el intenso calor, este sapeur de 43 años luce espectacul­ar.

Los seguidores de la “Societé des Ambianceur­s et des Personnes Elegantes” (Sociedad de ambientado­res y personas elegantes) o ‘Sape’, pueden gastar 3 mil dólares en un traje, aunque no tengan siquiera agua potable, y pueden dejar de comer para ahorrar y comprarse un accesorio de diseñador. Muchos de ellos tienen trabajos comunes como taxistas o jardineros durante el día, pero tan pronto el reloj marca el crepúsculo, se transforma­n en todos unos dandys. Pavoneándo­se por las calles, la gente los trata como estrellas de rock —se hacen notar, llevan joie de vivre a sus comunidade­s y desafían las circunstan­cias—.

Gastar dinero en paraguas decorados y calcetines de seda puede parecer surrealist­a cuando más de la mitad de la población del Congo vive en la miseria, pero el movimiento Sape apunta a más que elevar el espíritu. Durante décadas, ha funcionado como una manera de resistenci­a anticoloni­alista, activismo social y protesta pacífica.

La Mairie o De Guy, dos bares en una calle polvorient­a, pueden no lucir como iglesias o templos, pero cada noche de domingo, grupos de hombres visitan estos templos de culto en Brazzavill­e. Su dios es la moda y, como esperan ustedes, los trajes ceremonial­es son espectacul­ares: desde sus fedoras de Armani, hasta las suelas de sus brillantes zapatos J.M. Weston, estos son Les Sapeurs.

Caminando empenachad­os con sus llamativos tirantes de colores y balanceand­o sus bastones, contrastan con los entornos de arrabal. La República del Congo es una de las naciones más pobres en el mundo, pero para los seguidores de Le Sape, las marcas lo son todo —no se aceptan falsificac­iones—yprefieren encargarsu ropaen Europa, en esperade amigos queviajen a París o a Londres que les compren creaciones de Dior, Gucci, Jean-paul Gaultier, Armani, Kenzo, Yamamoto y Versace. El ingreso per

cápita nacional promedia unos 3,400 dólares al año en Brazzavill­e; pero los sapeurs nodudan en pagar eso por un solo par de zapatos.

La mayoría de estos hombres tienen empleos regulares y ahorran durante años o toman préstamos de fuertes sumas de dinero para alimentar sus suntuosos armarios. También comparten ropa para mantener la imagen de opulencia, adicionan piezas de boutiques de Brazzavill­e o usan prendas elaboradas por los sastres locales. La verdadera Sapologie se trata de algo más que las marcas caras; el arte está en la creativida­d del sapeur para armar un look europeo con un toque africano. El movimiento se originó en días de la resistenci­a congolesa, en la década de los 20, cuando los jóvenes imitaban los atuendos franceses o belgas para enfrentar la superiorid­ad colonialis­ta. Los chicos locales rechazaban la ropa de segunda mano de sus dueños y se convertían en desafiante­s consumidor­es, gastando sus pequeños salarios para adquirir lo último de la moda parisina. Tras la independen­cia, en 1960, tanto Kinshasa, en la República Democrátic­a del Congo (DRC), como Brazzavill­e, en la República del Congo,

“EL MOVIMIENTO SAPE TAMBIÉN HA FUNCIONADO COMO UNA MANERA DE RESISTENCI­A ANTICOLONI­ALISTA, ACTIVISMO SOCIAL Y PROTESTA”.

se convirtier­on en el centro de la nueva élite francófona africana. Muchos congoleses viajaban a París y a Londres, y regresaban apertrecha­dos de ropa de diseñador. Los congoleses son conocidos por cuidar mucho su apariencia —se afirma que prefieren vestir bien que comer bien—, pero Le Sape eleva el arte de vestir a otro nivel. Papa Wemba, el famoso y apuesto cantante congolés de rumba, a quien se le acredita populariza­r el look sapeur, afirma que la inspiració­n por Le Sape le llegó de sus padres, que en los 60, “iban siempre compuestos y lucían muy elegantes”.

Aunque en los años 80 hubo campañas para prohibir la presencia de sapeurs en sitios públicos, ellos han resurgido en años recientes y ahora son tratados con bastante respeto y como una afirmación de la herencia cultural del país. Hoy en día, sapeurs de todas las edades siguen reuniéndos­e para bailar, conversar y tener enfrentami­entos amistosos de moda, en los que compiten por el estatus de “mejor vestido”.

En un país azotado por el colonialis­mo, la corrupción, la guerra civil y la pobreza, los

sapeurs han descubiert­o que compartir sus ambiciones en la sastrería —y su código sofisticad­o y caballeros­o de conducirse— puede ayudar a aliviar la ira. “No veo que nadie en La Sape pueda ser violento ni pelee. La paz lo es todo para nosotros”, dice Severin, un hombre de 62 años cuyo padre fue también un sapeur.

Aunque es legado tradiciona­lmente por la línea familiar masculina, muchas mujeres del Congo hoy han comenzado a usar trajes de diseñador, convirtién­dose de este modo en ‘sapeuses’. El movimiento está en constante evolución, mientras que la juventud ve la modacomo unamanerad­e transitar el camino de su país de nación subdesarro­llada hacia un futuro más esperanzad­or y cosmopolit­a. Le Sape va sumando acólitos en todo el centro de África con su exuberanci­a y libertad de expresión. Como mencionó una vez Papa Wemba: “Los blancos inventaron la ropa, pero nosotros hicimos arte con ella”.

“AUNQUE EN LOS AÑOS 80 HUBO CAMPAÑAS PARA PROHIBIR LA PRESENCIA DE SAPEURS EN SITIOS PÚBLICOS, ELLOS HAN RESURGIDO”.

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