HARLEM ES MILÁN
El diseñador Dapper Dan abrió su tienda original en 1982 en el corazón de Harlem, el famoso vecindario afroamericano de Manhattan, y se convirtió en un emblema del streetwear que llegó a retar a marcas de lujo con sus creaciones. Tres décadas más tarde, es una leyenda y compone la mancuerna creativa del momento que rompe esquemas: Gucci x Dapper Dan.
Daniel Day, conocido como Dapper Dan, per- tenece a una de las primeras generaciones de afroamericanos que construyeron el emble- mático espíritu del Harlem, el barrio que se asienta al norte de Manhattan y narra la histo- ria del hip hop, el surgimiento del streetwear y la moda que acompañó a esta nueva expre- sión artística , la cual marcó la década de los años 80. Dan llamó la atención de raperos y celebridades al abrir su taller original en 1982, en la calle 125. Desde entonces, ha atraído nombres de figuras como Mike Tyson, Floyd Mayweather y LL Cool J, quienes han apos- tado todo por llevar una pieza firmada por él: un diseño con cuero, estampados de marcas de lujo y pieles exóticas en las prendas. Algu- nos de los grupos de hip hop que lucían sus creaciones fueron Salt-n-pepa, The Fat Boys, RUN-D.M.C. y Public Enemy. “Lo que pasó fue el nacimiento de una música que no tenía identidad física. Era como un país sin bandera y yo se las di. Los raperos me reconocieron y hay cerca de 30 canciones diferentes en las que se habló de mí, pero, además, hicieron referencia a las firmas europeas en la ciudad. Creo que la combinación de la explosión de marcas de lujo en Nueva York con la fusión de un nuevo nacimiento dentro de la música fue un salto cultural”, comenta Dapper acerca de su aportación a este episodio de la histo- ria de la moda y la música, que significó un parteaguas en ambas disciplinas.
En 1992, después de varios litigios con casas de moda, Dan cerró su espacio ori- ginal, sin imaginar que tres décadas más tarde, su nombre alcanzaría una audiencia global y abriría un nuevo lugar, también en Harlem, junto con una firma que desde sus inicios lo inspiró a romper cualquier barrera entre alta moda, música y calle: Gucci. “La marca es increíble; lo que han hecho se llama reverberación. Están muy lejos, en el futuro de la moda. Podría haber Gucci en Marte. Estoy feliz de compartir este gran proyecto”, nos reveló en su local recién inaugurado, a donde acudimos para conocer todos los detalles sobre esta gran inauguración de la firma italiana y su director creativo, Alessan- dro Michele.
¿Cuál es la relación más fuerte entre tu proyecto original y el atelier en colabora- ción con Gucci? ¿Qué pueden esperar tus clientes o alguien que no sea cercano a ti o a la marca? La creatividad original está ahí. Mis clientes pueden esperar más variedad de Gucci, al mismo tiempo que contemplar el pasado, el presente y el futuro a la vez y en un solo lugar. Comprar algo con el nombre Gucci x Dapper Dan significa ser parte de la historia. Lo más importante en este momento es el legado. La gente quiere conectarse con él; hay perso- nas que dicen que no podían pagarlo cuando estaba abierto en el pasado y ahora han cre- cido, tienen dinero y no quieren dejar pasar esta oportunidad.
¿Cuál fue la reacción de los comprado- res cuando se enteraron de este nuevo
proyecto? Te diría que hubo tres etapas. La primera, algo como “eso no puede ser.” La segunda etapa fue de verdadero asombro. Pero cuando salió el espectacular de Gucci x Dapper Dan, fue la cúspide. Desde enton- ces, se han alistado para venir todos los días, comenzando con los raperos, que fueron con quienes empecé. ¿Cómo se estableció la relación entre Alessandro Michele y tú? Él se acercó a mí, vino a nuestro Harlem e hizo una campaña con la gente de mi barrio. Eso fue lo más sorprendente. Se volvió más personal cuando descubrí que él tenía un pasado humilde, al igual que yo. Así que la conexión se produjo desde un principio.
¿Cuál crees que fue el ele- mento clave que propició que en los 80 y 90 se popularizara
la moda del streetwear? El naci- miento del hip hop y la carencia de una identidad física. Cuando las personas utilizaban marcas europeas que antes no podían vestir, les daba un sentido de
LA COMBINACIÓN DE LA EXPLOSIÓN DE MARCAS DE LUJO EN NUEVA YORK CON LA FUSIÓN DE UN NUEVO SURGIMIENTO DENTRO DE LA MÚSICA FUE UN SALTO CULTURAL.
orgullo y pertenencia. La razón por la que me gusta Gucci desde siempre es porque tiene un escudo y todos los elementos de realeza. Me encantaba jugar con los colores, las ges, la cresta. Esta es la bandera real de una marca.
¿Alguna vez pensaste en asociarte con una de las firmas que fue inspiración para tus
piezas hace más de dos décadas? Nunca imaginé que eso pasaría. Tal vez se me ocurrió la idea de que obtendría crédito por algo en el año 2000, cuando Tom Ford y Marc Jacobs tomaron referencia de algunos de mis diseños. Después de que Gucci me dijo: “Entendemos que hay gente en el mundo que sabe quién eres ahora, pero el alcance de mañana será a más de 20 millones de personas”, necesité un traductor en mi teléfono, al ver todos los comentarios, para saber lo que todos decían alrededor del mundo.
Como diseñador, ¿de qué forma estás
viviendo este momento? Imagínate esto: estoy en el show de Milán cerca de las figu- ras de la marca más popular del planeta y me encuentro sentado junto al CEO, el pro- pietario y uno de los mayores talentos de actuación, Salma Hayek. Esa fue mi noche de Cenicienta, estaba esperando que alguien me pellizcara. Marco (Marco Bizarri, CEO de Gucci) me explicó, en sus palabras: “Creemos en Alessandro; ahora tienes toda nuestra con- fianza y confiamos en lo que tú y él pueden hacer juntos”. Así que todo alrededor de este proyecto me emociona mucho.
LO QUE SUCEDIÓ FUE EL NACIMIENTO DE UNA MÚSICA QUE NO TENÍA IDENTIDAD FÍSICA. ERA COMO UN PAÍS SIN BANDERA Y YO SE LAS DI.