UN CLÁSICO INSTANTÁNEO : TEXTO
Fragancia masculina única Olfativa alegoría al agua
En , Mori Terumoto fundó un poblado en la costa del mar de Seto, en Japón. Un polarizante castillo para el señor feudal, trifulcas y guerras menores fueron lo más importante durante casi tres siglos; pero hacia , aquel espacio se convirtió en un verdadero centro urbano y su desarrollo fue veloz y notable. A finales de la década de los , nació Miyake Kazumaru, alguien que, como su ciudad, sobre- vivió a la barbarie en forma de hongo atómico, sorteó tifones y creó músculos en la era de la reconstrucción. En el ocaso de los años , ese hombre y el espa- cio del mundo que había sido su entorno se adueñaron del resto del tiempo con talento, astucia y teme- ridad comercial. Todo eso tienen en común Hiroshima e Issey Miyake.
Ese mismo espíritu aguerrido de triunfo e intensidad se imprimen en las fragancias generadas por el equipo y colaboradores del gran campeón nipón del plisado. Sus perfumes habían estado antes entre los productos favo- ritos del mundo olfativo de la mujer, pero multiplicó su efecto y se implantó en el universo masculino desde el lan- zamiento de la primera pour homme, en . Por aquellos días, desde Ginza hasta el boulevard Saint Germain, y de Recoletas a Polanco, todos los hombres supimos que nos habían legado un clá- sico del que nunca nos separaríamos. A partir de entonces, con las alegorías al agua como motivo constante, cada propuesta de la firma ha sido un acierto tan sólido como lo es ahora L’eau
Super Majeure d’issey. El secreto de la familia L’eau Majeure está en haber traído al siglo XXI el concepto, hacién- dolo megapotente y acentuando su presencia en cualquier entorno como símbolo varonil de fuerzay energía, el cual emula en garra a la gran ola de Hokusai, cada palabra del Retrato en jazz de Murakami o un golpe magistral de puroresu asestado por Nakamura.
Firmado por los respetados per- fumistas Aurélien Guichard y Fabrice Pellegrin, en esta entrega de Miyake, las notas de pachuli oscuro, un armazón de maderas ambarinas, el cashmeran y la sal negra potencian los aromas de la esclárea y el romero, mientras que el fondo que sustenta toda esa alquimia va del humo al cuero, gracias a la estra- tegia de juego que siguen el haba tonka y la vainilla negra de Madagascar. ¿Una imagen que tra- duzca todo esto? Llegó la noche. Te armas con esas prendas que, sabes, te identifican y aseguran la conquista. Vas con un intenso entresijo de azu- les y un atisbo de plata en la muñeca, como el frasco del perfume dise- ñado por Todd Bracher. Invitas a tu prospecto de pareja a ese sitio cerca del mar y, justo allí, el olor del salitre se mezcla con tu aroma de L’eau Super Majeure d’issey. ¡El éxito está asegurado!