CON METAS CLARAS
Fernando Guallar, uno de los protagonistas de la serie Velvet Colección, no está interesado en ser el actor de moda.
Enaños recientes, España ha dado grandes pasos en el terreno del cine y la televisión con producciones como las cintas Contratiempo y El
bar (de Álex de la Iglesia), y las series Las
chicas del cable y, ahora, Velvet Colec
ción. Y aunque en ocasiones parece que son los mismos tres actores (buenos, por cierto) los que se llevan todos los papeles, de vez en cuando vemos una cara nueva que se cuela entre los protagónicos para demostrar que también merece con- vertirse en uno de esos regulares de los directores y que conquistan al público.
La obsesión por las series realizadas en este país aún no ha terminado, y des- pués de ver a Miguel Ángel Silvestre rom- per corazones como Alberto Márquez durante cuatro temporadas de Velvet, a la audiencia le tocó conocer y ena- morarse de un nuevo protagonista que llegó de la mano de Fernando Guallar, un actor con aires de James Dean (en su ver- sión ibérica) y una visión moderna de la sociedad, que aboga por la inclusión que tanto pedía Frances Mcdormand en su ya famoso discurso en la ceremonia del Óscar, y que no tiene miedo de competir o, más bien, de coexistir, junto a los gran- des, los populares y los favoritos de la industria. “No quiero ser yo quien llegue y se quede con todo el trabajo. Creo que debe haber oportunidades para cualquiera y hay que seguir apostando por los nuevos talentos siempre”, afirma. Lo cierto es que estar en Velvet Colección no fue nada fácil para Fernando, quien tuvo que defender a su personaje y convencer a los amantes de la historia. “Miguel Ángel y Paula forma- ban la pareja que todo el mundo deseaba. El principal reto fue ganarme ese sitio”, apuntala. Con el tiempo, Guallar no sólo captó la atención de los espectadores, sino que también logró que el show fuera bien recibido y, de paso, se abrió las puertas en el panorama internacional.
Al platicar acerca de su experiencia, nos comparte que sueña con trabajar junto a Tom Hardy y Marion Cotillard en una película dirigida por Wes Anderson. Mien- tras ese momento llega, se está preparando para una posible tercera temporada (“no es oficial, pero todo parece indicar que va a suceder”). Sin empacho, habla abierta- mente sobre la importancia de ser inclusi- vos en la industria y se cuestiona el papel que se le da a la mujer una vez que llega a determinada edad. “¿Por qué al cumplir 40 años ya no puede seguir siendo la guapa o la sexy?”, se pregunta. Otro aspecto que también le incumbe es el impacto que las redes sociales tienen hoy en día en el medio y la amenaza de volverte invisible una vez que algo o alguien másviral apa- rece para tomar tu lugar (y la de muchos actores que son ignorados a favor de quie- nes tienen millones de likes, pero con poco talento). En definitiva, Fernando Guallar sabe bien lo que quiere y está trabajando para conseguirlo.
Creo que debe haber oportunidades para todos y hay que seguir apostando por los nuevos talentos siempre”.