EL OTRO DARWIN
La Major League Soccer (MLS) no para de apostar por el talento latinoamericano para llevar su fútbol a otro nivel. Hoy, el colombiano Darwin Quintero es uno de los referentes de Houston y él cree saber por qué.
La primera noche que Darwin Quintero pasó en la ciudad de Samara, ubicada al suroeste de Rusia, fue la más fría de su vida. Él lo recuerda con claridad. El clima, sumado al duro golpe cultural, se metió pronto en su cuerpo, mismo que ya añoraba, desde el minuto uno, la calidez y el sol colombiano. Y no pudo avanzar. Se paralizó. El futbolista, de apenas 20 años en 2007, había hecho una gran apuesta para cumplir el sueño de jugar en Europa, tomando la oferta del PFC Krylia Sovetov de la liga rusa, y en poco tiempo, descubrió su error. “Novato”, dice.
Seis meses más tarde, Darwin estaba de vuelta en su tierra con una lección bajo el brazo: en la industria del fútbol, sirven más la paciencia y la prudencia que un regate. Un conocimiento que lo llevó hasta México, donde vivió nueve años, adquirió la nacionalidad, nacieron sus hijos y jugó para el club Santos y para el América, generando una estabilidad que le permitió mostrar lo mejor de su talento y que lo puso en la órbita de la Major League Soccer (MLS) de Estados Unidos al ser considerado, en 2018, como el fichaje estrella del Minnesota United (con el que marcó 21 goles en dos años), abriéndose paso para ser hoy el referente del Houston Dynamo.
“Venir a Estados Unidos ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en todos los sentidos. La adaptación cuando llegué a Minneapolis fue sencilla porque la gente me dio mucho cariño y, ahora, el cambio de Minnesota a Houston lo veo como la oportunidad de consolidar el trabajo que he hecho en dos años. Estoy en un momento de madurez y reflexión, y aprovecho el tiempo que hemos tenido de encierro para preparar mentalmente la que espero sea mi mejor temporada en la MLS”, sentencia Darwin, intentando comprender qué vendrá en un futuro tras el paro de la liga por la Covid-19.
Luego de 15 años de carrera profesional, después de su debut en 2005 con el equipo colombiano de Deportes Tolima, Quintero encontró la paz que se le escapó esa noche en Samara. Los días de encierro le han permitido poner en la balanza las buenas y malas decisiones para su carrera, buscando despedirse del oficio bien enfocado. “Me cuesta pensar que me quedan dos o tres años. Es lo que he hecho durante 25 años de mi vida y estoy a punto de dejarlo”, sentencia con nostalgia. “En lo personal, mi reflexión hacia atrás es positiva. ¿Pude hacer más? No me quita el sueño. Hice lo que podía, debía, quería o intenté. Hoy, aposté por Houston porque es una ciudad muy latina y nos cautivó a toda la familia. En lo deportivo, deseaban que fuera uno de los jugadores que llevara el estandarte de su nuevo proyecto y me sentí apreciado”, afirma, buscando las palabras correctas para hablar sobre por qué la MLS. “Es una liga con elementos competitivos, que se está abriendo a la juventud. En unos años, va a ser una de las ligas más importantes por su infraestructura y profesionalismo. Y quiero ser parte de esa historia”.
Hay tiempo para una pregunta más: ¿qué cambiarías de la liga? “Viví los play-offs y no me gustó. Falta ese sabor del ida y vuelta. La verdad, siento que eso podría modificarse”.