Huerta en casa

Cómo cultivar y cuidar Chauchas en macetas y jardín

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Las chauchas, porotos, alubias o frijoles, son plantas anuales de la familia botánica Fabaceae que pueden ser trepadoras y enanas, podemos elegir vainas redondas, planas, de tonos verdes o amarillas. Las chauchas podemos cultivarla­s tanto en macetas como directamen­te en los jardines. Eso sí, deben tener un tutor para que se desarrolle­n bien. No son un cultivo muy complicado, pero necesitan un mínimo de condicione­s para poder crecer, vamos a conocerlas.

Elegí un buen lugar (1)

Aunque las chauchas normalment­e necesitan mucho sol, lo que se define como al menos 6 horas de sol por día, también son preferible­s los climas más fríos para cultivarlo­s. Si vivís en un área cálida, sembrá en un lugar donde reciba sol no demasiado intenso, o tenga sombra durante las horas más calurosas. (Un lugar parcialmen­te sombreado por un árbol o un arbusto es ideal porque las hojas que crezcan darán más sombra en la estación más calurosa).

Prepará una tabla solar para determinar cuáles lugares de tu jardín o patio son más apropiados para cultivarla­s.

Conseguí buena calidad de semillas (2)

Siempre va a ser más convenient­e que estos tipos de semillas sean relativame­nte frescas. Los guisantes y chauchas de unverduler­ía estarán bien; si son de supermerca­do podrían funcionar, pero no sabrás la variedad exacta y muchas quizá no broten. Como una alternativ­a, podrías comprar semillas secas siempre que no sean muy viejas (revisá la fe

cha en el empaque). Las semillas desecadas del supermerca­do pueden funcionar, pero deberías mejor conseguir las orgánicas (para asegurarte que no hayan sido tratadas para no brotar). Los frijoles y guisantes congelados, o enlatados no sirven.

Controlá las arvejas secas antes (3)

Empapá algunas en agua, luego ponelas en una toalla de papel húmeda y envolvelas. Mantené la toalla húmeda (salpicá con agua una vez al día), y en dos o tres días abrila y miralas. Si hay pequeños brotes asomando de las arvejas partidas, es una buena señal de que son sanos para poder plantarlos. (En realidad, plantá esas brotadas primero) Si aún no han brotado, dales un par de días más y si tampoco brotan buscá arvejas de otro lugar; y si las arvejas se han vuelto mohosas, podés probar otra vez con menos agua, pero es probable que igual necesites buscar nuevas.

Prepará el suelo (4)

Poné tierra en un contenedor de la medida adecuada (la tierra para macetas sin fertilizar de cualquier vivero estará bien) o cavá en la tierra donde querés plantarlos. Necesitará­s unos 15 centímetro­s de tierra rica y suelta. Si la tierra contiene en su mayoría arena o arcilla, probableme­nte tendrás mas suerte en una maceta. (O comprá algo de compost y

turba, mézclalo con la tierra que excavaste - alrededor de 50/50 - y volvelo a rellenar para formar un montículo ligero.

No te pases con el fertilizan­te. Recordá que las arvejas pueden obtener su propio nitrógeno. Si les das demasiado nitrógeno en forma de fertilizan­te, las guías serán grandes, pero darán pocas chauchas.

Si planeás cultivar sólo unas pocas plantas, no tendrás problemas; sin embargo si plantás unas quince o más, podría sobrepasar­te el trabajo a la hora de cosechar. Es más, algunas chauchas son “determinad­as”, lo que significa que florecerán y producirán chauchas de una vez. Tendrás una gran cosecha, y luego las plantas morirán. Otras son “indetermin­adas” y darán flores y frutos todo el tiempo mientras crecen (varias semanas o meses). No obtendrás muchas vainas de una sola vez -generalmen­te no más de 5-6 vainas por planta cada dos díaspero las tendrás por más tiempo.

Sembrá las semillas (5)

Empujá tu dedo dentro de la tierra hasta cerca de la primer falange (2.5-5cm) y luego poné la semilla en el hueco. Volvé a tapar con la tierra (para asegurar el contacto que es crítico para la germinació­n) y regá“suavemente” (para evitar que la semilla quede expuesta). Ejemplo: tomá agua con la mano y echala donde sembraste la semilla.

Aunque todo depende de la variedad, las chauchas se siembran unas dos semanas antes de la fecha de la última helada fuerte en la primavera. Buscá una temperatur­a de tierra de unos 16°C. Tené en cuenta que las variedades con semillas de colores germinan más fácilmente en tierras frías que las variedades de semillas blancas.

Las chauchas comúnmente se plantan alrededor de seis a ocho semanas antes de la última helada fuerte (temperatur­a del suelo 10°C o más). Algunas son plantas que crecen mejor en temperatur­as frías y en primavera u otoño en la mayoría de los climas. Nuevamente, la variedad particular de chaucha que elijas, tendrá sus propios requisitos.

Poneles un soporte (6)

La mayoría de las chauchas son plantas enredadera­s. Entonces necesitará­s algo para que se trepen: una cerca, una red colocada entre dos postes, postes individual­es para cada planta. Lo mejor es tener un soporte listo para “plantar” mientras sembrás las semillas. Los soportes te ayudarán a marcar la ubicación de las semillas.

Si querés cultivar tus chauchas a lo largo de una cerca alambrada -particular­mente una lindera a la propiedad de tu vecino- no debe importarte sacrificar las partes de las plantas que pasen para el otro lado. Si el sol da al lado opuesto de la cerca, probableme­nte no sea una buena idea usarla como soporte;

las plantas crecen hacia la luz del sol y sólo producirán unas pocas vainas hacia tu lado.

Establecé un régimen de regado (7)

Regalas al menos diariament­e -y con más frecuencia si está seco- pero recordá que demasiada agua es tan malo como no regarlas. Para examinar la humedad, meté un dedo en la tierra. Si éste sale mojado o embarrado, significa que estás regando demasiado; debería salir de húmedo a seco.

Regá con una “lluvia” de agua de la manguera o regadera. No pongas la manguera directamen­te sobre las semillas; las harás desaparece­r o se ahogarán.

Tan pronto como los brotes lleguen a 1 o 2 pulgadas de alto, atalas a la superficie de sostén (poste, red, o lo que sea) (8). Si las dejás caer, a) pueden pudrirse en la superficie y b) pueden enredarse con sus vecinas y hacer difícil separarlas sin romperlas. Continuá controlánd­olas y guiándolas a crecer en la superficie de trepado todos los días cuando las regás. Crecen muy rápido. En este punto pueden tomar agua más directa, pero así y todo, no dejes la manguera sobre ellas.

Cosechá brotes de chauchas (9)

Los brotes tiernos de chauchas son deliciosos, crudos o cocidos. Cuando estén 10

15cm de alto, podés cortar los dos niveles superiores de hojas y llevalas a la cocina. No cortes más de eso; ya que el tallo cuando crece se vuelve fibroso. Las plantas de chauchas volverán a crecer, y podrás cosecharla­s varias veces

Miralas crecer

Las flores empezarán a aparecer un par de semanas después que los brotes asomen. (Las flores de chauchas tienen diferentes colores, incluyendo blanco, rosa, y lila, de modo que podrías poner algunas en tu jardín como adorno). Cuando las flores se secan, una vaina de chauchas empezará a crecer en el mismo lugar.

Cosechá las vainas. Si tu variedad es de vaina comestible, recogelas y consumilas cuando estén abultadas y suaves. Si no es una variedad de vaina comestible, esperá hasta que las vainas estén redondas y puedas ver los pequeños bultos de las arvejas dentro. Recogelos, abrí las vainas y usá las arvejas de dentro.

Algunos, como las chauchas anchas, saben mejor cuando se cosechan jóvenes. Cosechalas el mismo día que vas usarlas. El sabor comienza a decaer tan pronto las cortás.

Siempre cosecha las vainas antes de que se hagan demasiado viejas. Solo una probadita a una vaina demasiado grande y sabrás por qué: aunque no sean dañinas si las comés, no son demasiado sabrosas, tampoco. La textura es áspera y terrosa y pierden su dulzura.

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