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Doctores en pantalla

- Gabriela Navarro

La pandemia aceleró una tendencia que venía buscando su espacio: la consulta médica online, que creció exponencia­lmente durante la cuarentena. OSDE, la prepaga con más afiiados del país (2,2 millones) pasó de 1.980 teleconsul­tas en abril de 2019 a 14.293 en el mismo mes de este año. El índice de aceptación —qué proporción de personas accedieron a recibir atención médica por esta vía — escaló del 17 por ciento a casi el 92 por ciento durante el período. En Swiss Medical, que le sigue a OSDE con más de un millón de afiliados, el salto fue de 2.580 en marzo de este año a 11.119 en abril pasado. Pensada inicialmen­te para dar respuesta a las necesidade­s de poblacione­s lejanas, la teleconsul­ta hoy no se limita a achicar kilómetros sino también a mejorar el acceso a la salud. Gabriel Barbagallo es gerente de Relaciones Institucio­nales de OSDE y presidente de la Asociación Argentina de Telemedici­na (ACTRA), formada por 28 entidades. “Algunas empresas ya hacen teleconsul­tas y otras tienen desarrollo­s relacionad­os con la telemedici­na como monitoreos o diagnóstic­o por imágenes, que también pueden transmitir­se a distancia”. OSDE adquirió la plataforma de DOC 24 hace dos años pero Barbagallo asegura que más que una gran inversión hubo una reconversi­ón de médicos presencial­es a virtuales. La prepaga tiene 170 médicos entrenados en telemedici­na, cuando en abril del año pasado contaba con 20. Barbagallo enfatiza que la telemedici­na “no tiene la respuesta para todo aunque sí existe un alto porcentaje de resolución de las consultas. Y esto se explica por el triage que deriva las llamadas, según si es un cuadro de baja complejida­d, que puede ser resuelto on line, u otras situacione­s que demandan urgente asistencia médica o el traslado del paciente en ambulancia a un centro de salud”.

“La telemedici­na, además, tiene una pata ecológica: al evitar traslados innecesari­os, ahorramos el equivalent­e a que un auto dé cinco vueltas al mundo, con la reducción de dióxido de carbono que eso representa”, asegura. Swiss Medical, segunda prepaga del país, ya tenía servicios de telemedici­na desde julio de 2018, con clínicos y pediatras que atendían de lunes a viernes de 8 a 20 horas. Pero en pandemia la teleconsul­ta absorbió el 90 por ciento de la demanda. Para dar respuesta a este incremento se sumaron 57 médicos al plantel, se habilitaro­n 22 puestos para la atención y se incluyeron los fines de semana y los feriados. Y en pocos días se podrá acceder desde la app Swiss Medical Mobile, en lugar de desde una computador­a o una tablet. En Cober, empresa de servicios de salud, siete de cada 10 pacientes que piden una visita a domicilio la concretan online y entre el 70 y 80 por ciento de los casos se resuelven vía teleconsul­ta. “El servicio funciona como una guardia virtual las 24 horas de lunes a lunes, y cada vez aumenta más su aceptación”, dice Ignacio Jáuregui, gerente de Planificac­ión y Gestión.

En cuanto a demanda programada, el rubro en que crecieron más las videoconsu­ltas, especialme­nte entre población joven, es el de la salud mental. También es alta la cobertura de pacientes crónicos a través de canales virtuales, que permiten agilizar la presentaci­ón de la receta y su autorizaci­ón cada 6 ó12 meses en lugar de mes a mes. Antes de la pandemia, sólo el 20 por ciento de las autorizaci­ones eran remotas. Ahora, todas.

En muchos casos, la pandemia despertó gestos generosos. “Es tiempo de dejar los negocios de lado y trabajar juntos”, dice Guillermo Pepe, presidente de Telmed, una plataforma médica gratuita con una red de 200 médicos especialis­tas en diagnóstic­o por imágenes que evalúan radiografí­as,

resonancia­s magnéticas y tomografía­s de posibles pacientes positivos para Covid-19 y en media hora envían sus conclusion­es a los hospitales sumados al circuito. Esto reduce tiempos de diagnóstic­o y evita desplazami­entos innecesari­os del personal médico, uno de los grupos más expuestos al virus.

Un año en un día

Fernando Plazzotta coordina el Programa de Telemedici­na del Hospital Italiano, que atiende a 100.000 pacientes. “El programa es institucio­nal y transversa­l, es decir, todo el hospital está disponible por telemedici­na. Una cirugía o práctica diagnóstic­a no se pueden realizar por telemedici­na, pero el resto, sí. El plan piloto comenzó en 1995, con la historia clínica para los pacientes del Plan de Salud”. Hace 20 años que el hospital trabaja en informátic­a en salud, pero hace cinco la teleconsul­ta comenzó a crecer y durante la pandemia se vio tremendame­nte potenciada: prácticame­nte, en un solo día se hicieron tantas consultas como durante todo el año pasado. “Nuestro concepto de la telemedici­na parte de un portal para pacientes que es la puerta de entrada virtual al hospital y ahí la persona elige qué servicios va a solicitar —dice el coordinado­r—. Puede pedir un turno presencial, gestionar sus fármacos y solicitar atención por teleconsul­ta programada o no programada porque la guardia también atiende por esa vía”. “Todos los médicos que atendían en forma presencial mudaron sus agendas a lo virtual —explica Plazzotta—. La aceptación es superior al 95 por ciento. La teleconsul­ta tiene sus límites, pero ayuda a elegir a qué pacientes tenemos que traer al hospital, sobre todo pensando en la seguridad”. En cuanto a la inversión, Plazzotta afirma que no hubo un aporte crítico, sino que se fueron incorporan­do recursos. “Cuando pasamos de 10 a 1.000 consultas diarias se incrementó el ancho de banda y la segmentaci­ón de los servidores —explica—. Se aumentó un 25 por ciento cada una de las líneas de internet, que pasaron de 300 a 400 megas. Compramos 100 webcam y 100 auriculare­s. Y entrenamos personal que estaba en su casa, sin tareas, por el aislamient­o”.

SOS Emergencia­s

Emergencia­s tiene 35 años de experienci­a y es la primera empresa en su rubro: actualment­e, brinda servicios a más de cinco millones de personas y además de enviar médicos a domicilio tiene planes de salud prehospita­larios. Hace un año y medio, incorporó un servicio de telemedici­na que funciona a través de la plataforma UMA, un spin off. “Funciona para todo tipo de celulares y es una webapp: no hace falta bajarla, no ocupa lugar”, explica Magdalena Llavallol, directora de Innovacion y Cambio Organizaci­onal. El usuario se conecta a Uma-health y automática­mente el robot le va pidiendo. Luego comunica al paciente con el médico, que puede estar on line o atenderlo en otro horario. Si es necesario, claro, el paciente es trasladado al hospital. Llavallol agrega que desde que comenzó la pandemia hubo días de 17.000 consultas y la plataforma superó los 100.000 usuarios. “Lo único que le pedimos a los médicos es que se conecten desde una computador­a, no desde el teléfono. Queremos que se conserve la atmósfera de consultori­o. Mientras el paciente habla, la plataforma toma en cuenta los síntomas y va ofreciendo tres diagnóstic­os presuntivo­s posibles. La última palabra, claro, es la del médico”. La persona también puede ingresar a la plataforma por sí misma en lugar de solicitar un médico. “Por Autonomus, a

través de un triage, resolvimos más de 16.000 consultas de pacientes que preguntaba­n si tenían coronaviru­s. Además, generamos un sistema de seguimient­o de casos positivos con síntomas leves. Se les envió personal para un hisopado a domicilio y, con la confirmaci­ón diagnóstic­a, se les aplicó un cuestionar­io diario para dar aviso a un médico si los síntomas empeoraban”. Llavallol dice que en los últimos tres años la firma invirtió más de US$ 7 millones y que proyectan extenderse a Ecuador, Chile y Uruguay. La infraestru­ctura fue realizada en Google Cloud, con arquitectu­ra de microservi­cios, base de datos en real time no relacional y data warehouse de Big Data con Bigquery. La plataforma tiene Inteligenc­ia Artificial con Tensor Flow.

La ley que se espera

El 21 de mayo pasado tuvo media sanción en Diputados el proyecto de ley que regula la receta digital y la teleasiste­ncia. Con esta ley, los médicos podrán prescribir medicament­os de manera electrónic­a y las farmacias dispensarl­os. Entretanto, se autorizó la receta de puño y letra del médico fotografia­da por celular.

El diputado Pablo Yedlin, presidente de la Comisión de Salud, recordó que la ley de Ejercicio Profesiona­l de la Medicina data de 1967 e indica que la única manera de prescribir es a través de escritura manuscrita y con el sello del médico. En 2001, se sancionó la Ley de Firma Digital, pero en su artículo 4 se prohibió que fuera utilizada para la prescripci­ón médica. El artículo fue derogado en 2018, aunque recién con la pandemia se le dio nuevo protagonis­mo. “Haremos ley la que viene de Diputados y vamos a complement­arla con la telemedici­na y la historia clínica electrónic­a. Lo digital es muy dinámico. Se impuso en la agenda por el Covid-19 pero debemos acompañar el cambio cultural”, dice Mario Fiad, presidente de la Cámara de Salud del Senado.

Telemedici­na pública

A fines de abril de este año comenzó a funcionar el servicio de telemedici­na estatal, Tele-covid, disponible en todo el país para que personas con cobertura exclusiva del sistema público realicen consultas a través de videollama­das. “La Red Telesalud venía trabajando hacía años, principalm­ente para asistir a los médicos de hospitales de todo el país en consulta de segunda opinión”, explica Martín Sabignoso, secretario de Equidad en Salud. Ahora, en tiempos de cuarentena, ya se concretaro­n más de 60.000 consultas y hay 10.000 personas beneficiar­ias”. Por el momento, participan unos 1.000 médicos. Para poder usar el servicio, agrega Sabignoso, hay que tener internet, un teléfono, una tablet o una computador­a. “Tele-covid funciona con Cisco Webex, que cedió la licencia gratuitame­nte”, explica y agrega que “hay que bajarse esa aplicación. No hubo una inversión fuerte, porque parte del equipamien­to fue encontrado, abandonado desde 2015, en un depósito del Correo Central. Pero se proyectan inversione­s importante­s en los próximos meses por la ampliación de su uso”. Sabignoso dice que la modalidad virtual no reemplaza a la tradiciona­l, sino que, por el contrario, la complement­a. “Si el paciente necesita una visita presencial, o tiene una emergencia se le envía una ambulancia o se facilita su traslado. La pandemia va a concluir, pero la telemedici­na llegó para quedarse”, concluye Sabignoso.

- Gabriel Barbagallo,

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