Hombres que lloran a mujeres
Manuel González Gil habla de aquellos que sufren por haber sido dejados
¿Quién dijo que el hombre no sufre el duelo de una ruptura sentimental? En este universo quiso adentrarse Manuel González Gil para contar y llevar a escena en clave de tango el estado de “abstinencia afectiva”, como él define, que atraviesa un hombre. Feliz y enamorado de Ana Lascano –también directora de teatro–, desde hace 31 años, el realizador se inspiró en los relatos de amigos íntimos para darle forma a un texto sobre un mundo y sentimientos muy ajenos a los suyos.
Me duele una mujer cuenta la historia de Miguel, un profesor de filosofía que es abandonado por una dama, Paula. “El protagonista pa- dece el estado de abstinencia afectiva. Vive en un estado de parálisis, en una especie de tango teatral”, cuenta el director, quien otra vez se asocia con Martín Bianchedi, quien escribió 7 tangos para esta obra.
Hace 4 años González Gil escribió esta pieza, ya estrenada en El Galpón de Montevideo, y hace casi un año que la ensaya en el teatro que tiene en su casa. “Me tomé mi tiempo porque necesitaba tranquilidad y tiempo para llevarla a escena. Ésta es una obra compleja porque los tres actores deben actuar como si fueran uno mismo, en simultáneo. Es compleja desde lo actoral y también desde la parte técnica por el desdoblamiento que hay entre las tres partes que integran a Miguel: él mismo, su amigo y su terapeuta”, explica este prolí-
fico realizador, quien hizo funciones para psicólogos y filósofos para buscar una opinión profesional.
“Esta obra podría haber sido más difícil de montar si no hubiese podido elegir a los actores –además grandes cantantes– que yo quería porque sabía que podrían llevar a cabo este desafío.” Estos artistas son Adrián Batista, como Miguel ( Fri
da y yo, La Piaf) y Luis Longhi ( Un amor de tango, Marat-Sade, Pepino el
88) y Omar “Chino” Kuhn (director de actores de Avenida Q) como los dos álter ego del protagonista. Fernanda González Caride interpreta a la dama que ocasiona este dolor, y además hay una joven pareja en esta historia. Francisco González Gil, hijo de Manuel y uno de los exponentes más destacados de la nueva generación de actores, y Anahí Gadda ensayaron con entusiasmo desde el primer momento esta obra. Actualmente se lucen en Yepeto y no podrán participar en la obra. Sus papeles son interpretados por Esteban Kukuricza y Victoria Ciano.
“Como la mujer, el hombre también padece de un dolor inmenso ante la pérdida de su pareja, pero lo que ocurre es que el hombre no está acostumbrado a contar ese dolor. Por eso acude a la terapia que había abandonado tiempo atrás para intentar salir del estado de parálisis. Lo que recibe es una paliza terapéutica”, resume González Gil. ß
Me duele una mujer
De M. González Gil y M. Bianchedi
Viernes, a las 20.30, y sábados, a las
22.30.
El Tinglado, Mario Bravo 948.