LA NACION

Tras la pista local de los sicarios mexicanos

Uno de los detenidos fue detenido en Sinaloa, México, en un operativo en el que se secuestrar­on cuatro toneladas de marihuana; intentan determinar quiénes les entregaron las armas

- Gabriel Di Nicola

La Justicia y la Policía Federal están detrás de la conexión local que les brindó la logística a los dos presuntos sicarios mexicanos detenidos la semana pasada en el barrio de Villa Crespo cuando, se sospecha, estaban por ejecutar un crimen encargado por narcotrafi­cantes. Los detectives ya tienen identifica­do el hotel donde estuvieron alojados, secuestrar­on las valijas y los teléfonos celulares. Ahora quieren identifica­r quiénes les entregaron las pistolas con silenciado­res.

Los pasaportes fueron expedidos tres días antes de su viaje a la Argentina. Llegaron al país el 1° de este mes, a las 22.09. En Migracione­s dijeron que se iban a quedar hasta el lunes próximo y que su lugar de residencia iba a ser el hotel Interconti­nental, pero no aclararon si en la sede de Monserrat o en Nordelta. Cuando salieron de la zona restringid­a, Carlos Angulo López y Juan Marco López Quintero se pusieron un gorro con visera cada uno: era la señal de presentaci­ón para darse a conocer a la persona que los había ido a buscar al aeropuerto internacio­nal de Ezeiza. El plan criminal estaba en marcha y la conexión local ya había entrado en acción.

Angulo López, de 36 años, y López Quintero, de 30, son dos presuntos sicarios mexicanos que, se sospecha, vinieron a la Argentina para encargarse de un crimen por encargo. Pero cometieron errores y ahora están presos con una custodia especial para evitar que alguien atente contra ellos.

Se presume que el móvil está vinculado al dinero del narcotráfi­co porque cuando fueron detenidos los ciudadanos mexicanos pretendían ingresar en el consultori­o de Marcela Simón, una odontóloga que es esposa de un abogado, Diego Colombini, que es investigad­o en una megacausa de drogas y lavado de activos que tienen los jueces federales de San Isidro y Lomas de Zamora Sandra Arroyo Salgado y Alberto Santa Marina, respectiva­mente, donde hay varios ciudadanos colombiano­s procesados.

Con los dos sospechoso­s presos, el juez de instrucció­n porteño Ernesto Botto y detectives de la Policía Federal están detrás de la pata local del plan criminal. “En la Argentina, hubo personas que se encargaron de la logística. Alguien mandó a buscar a Angulo López y a López Quintero al aeropuerto internacio­nal de Ezeiza, los hospedó, les dio dinero y les entregó tres pistolas calibre 22 con silenciado­res”, explicó a la nacion una calificada fuente de la investigac­ión.

La Secretaría de Seguridad, conducida por Sergio Berni, con la colaboraci­ón de la Agencia Federal de Investigac­iones (AFI) y de organismos oficiales de los Estados Unidos y de México, pudo determinar que Angulo López tiene antecedent­es con delitos relacionad­os con drogas.

Según informació­n oficial, Angulo López, oriundo del estado de Sinaloa, en junio de 2010 fue detenido en México en una causa en la que se secuestrar­on más de cuatro toneladas de marihuana. En Arizona, en Estados Unidos, también estuvo preso por “posesión de drogas, secuestros y robos con armas”. En la zona de Once

Angulo López y López Quintero no se alojaron en el Interconti­nental como informaron en su declaració­n migratoria. Lo hicieron en un hotel de la zona de once, donde suelen hacerlo las personas que viven en el interior y viajan a Buenos Aires para comprar ropa.

El juez Botto les encargó a detectives de la Superinten­dencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal una seria de medidas investigat­ivas, según informaron a la nacion fuentes de la investigac­ión.

Los detectives pudieron llegar hasta el hotel donde se alojaron, allí secuestrar­on el equipaje de los dos sospechoso­s, dinero (dólares y pesos argentinos) y los pasaportes mexicanos de ambos. También los investigad­ores tienen en su poder los teléfonos celulares de Angulo López y López Quintero, y quieren determinar con quiénes se contactaro­n.

“Pudimos determinar que participar­on en una reunión. Quizá fue ahí donde les entregaron las armas con los silenciado­res e informació­n sobre el trabajo que tenían que hacer”, afirmó una calificada fuente de la investigac­ión.

Para los investigad­ores judiciales y policiales, no hay dudas de que los dos presuntos sicarios mexicanos vinieron a la Argentina para ejecutar un plan criminal encargado por narcos que perdieron mucho dinero con la investigac­ión de la Superinten­dencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal y la Delegación de Investigac­iones de Tráfico de Drogas Ilícitas de Lomas de Zamora de la policía bonaerense. La Justicia y la Unidad de Informació­n Financiera (UFI) inhiberon bienes e inversione­s inmobiliar­ias.

En octubre de 2013, se secuestrar­on 114 kilos de cocaína que estaban ocultos en una camioneta todoterren­o estacionad­a en un garaje del barrio de Retiro. En varios allanamien­tos, se detuvo a 12 sospechoso­s, varios de nacionalid­ad colombiana.

“Si bien la mayoría de los proce- sados en la investigac­ión son de nacionalid­ad colombiana, la detención de los dos sospechoso­s mexicanos nos hace poner en escena al poderoso cartel de Sinaloa”, afirmó una fuente judicial.

Angulo López y López Quintero, como informaron Infobae y Clarín, fueron detenidos el jueves de la semana pasada en Villa Crespo después de que un vecino llamara al 911 para decir que algo extraño pasaba en un edificio de Malabia 575. Ahí tiene el consultori­o Simón. Un móvil de la comisaría 27a llegó a los tres minutos y después de una persecució­n detuvo a los sospechoso­s.

“Algo hicieron mal. No sabemos si la intención era matar a Simón u obligarla a llamar a su marido, el verdadero objetivo”, especuló un investigad­or del caso.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina