Domínguez: el regreso del PJ bonaerense
El titular de Diputados busca la gobernación
“¡cómo te hacen remar, Julián!” La ocurrencia de Miguel Del Sel es celebrada por el presidente de la cámara de Diputados, Julián Domínguez, uno de los precandidatos a gobernador de la provincia de Buenos Aires que no necesitó del “baño de humildad” que pidió la presidenta cristina Kirchner y que todo indica que peleará en las PASO contra Aníbal Fernández.
El postulante a la gobernación santafecina por el macrismo recién finalizaba su entrevista en el ciclo conversaciones en y era el
la nacion turno de Domínguez. “Mirá que si ganás nos vamos a tener que ayudar”, lo invitó el santafecino, convite que el bonaerense aceptó sin reparos.
con un estilo diametralmente opuesto al del jefe de Gabinete, con quien desde su entorno imaginan el duelo final, Domínguez evita la confrontación con el ministro coordinador y espera convencer al electorado peronista con una campaña en la que prevalezcan las ideas y miradas sobre el futuro de los bonaerenses.
“No tengo rivales, tengo compañeros”, advirtió Domínguez.
cerca del titular de la cámara baja explicaron que todavía no es tiempo de polarizar con Fernández, aunque el escenario se presenta como inevitable. “Somos los dos militantes de la provincia, aunque con historias diferentes. No sé si tengo peor o mejor imagen [que Aníbal Fernández]”, dijo Domínguez, que así evitó exponer la incipiente rivalidad.
Y agregó: “Trataré de poner todo mi empeño en que la visión que trato de representar, que no es propia, sino de una generación de intendentes, legisladores, empresarios, docentes y sindicalistas que miramos los desafío de forma conjunta. Vamos a hacer lo que hicimos siempre, que se conozca lo que somos y lo que pensamos”.
El mensaje mesurado fue lineal durante los 20 minutos que duró el reportaje en el centro de la Redacción. “Aspiro a ser el candidato del peronismo de la provincia que represente al Frente para la Victoria. Y voy a dejar todo mi empeño para servir a lo que creo que puede servirle a la Argentina”, manifestó el ex intendente de chacabuco.
Una de las cuestiones que reivindicó Domínguez, que ocupa el cuarto lugar en la línea de sucesión presidencial, es que la pelea del kirchnerismo en la provincia volvió al riñón peronista bonaerense.
“Yo soy de esta provincia y milité toda la vida en la provincia de Buenos Aires. Y mi aporte al proyecto que lidera la Presidenta es desde la provincia”, aclaró.
Al igual que el resto de los aspirantes a suceder a Scioli –además de Fernández, aún están anotados los intendentes Fernando Espinoza (La Matanza) y Martín insaurralde (Lomas de Zamora); el secretario de Seguridad, Sergio Berni, y el titular del Grupo Bapro, Santiago Montoya–, Domínguez también destacó la gestión de Scioli.
“Es muy buena; ha descentralizado en los municipios muchísimo”, dijo Domínguez, que resaltó la puesta en marcha de las policías municipales, de las que reconoció “no estaba seguro al principio”. Pese al elogio, el presidente de la cámara de Diputados aseguró que el desarrollo que se alcanzó en los últimos años “es incipiente”. Y añadió: “No es una etapa concluida. Pero logró que los vecinos vean al Estado más cerca”.
Pese al elogio para el mandatario provincial, no quiso adelantar a quién votará en las PASO presidenciales, en las que compiten Scioli y el ministro Florencio Randazzo: “Llegado el momento lo diré”.
Domínguez también repitió como un mantra que “el desafío presente es la síntesis de lo mejor hecho” y para los próximos cuatro años “es gestionar las oportunidades de crecimiento que la Argentina tiene”. Fuentes cercanas al bonaerense interpretaron sus dichos: “El modelo de Estado provincial está terminado. Llegó la hora de generar valor agregado”.
Su amistad con el Papa
En tiempos en que algunos políticos ven en la figura del Papa una ayuda para sus candidaturas, Domínguez prefiere la distancia. Amigo de Jorge Bergoglio desde hace muchos años, evitó referirse a Francisco. “No quiero hablar del Papa en este tiempo político porque no le hace bien a él ni a mí. Sería traerlo a Francisco a un lugar que no se merece”, se justificó.
Desde que decidió bajar su precandidatura presidencial se mostró en tándem con el intendente de Berazategui, Patricio Mussi, uno de los que decidió darse un “baño de humildad” esta semana, como había reclamado la Presidenta.
Ante el interrogante de si igualmente lo consideraría como su vicegobernador, Domínguez respondió: “Patricio [Mussi] ha desistido de su aspiración de ser gobernador y decidió pelear por su distrito. Han sido tan vertiginosos los últimos sucesos que no me atrevo a hacer futurología. Lo que sí puedo decir es que una fórmula debe representar capacidad de gestión del futuro e historia”.
Domínguez, además, destacó el papel que tendrá la jefa del Estado antes y después de las elecciones.
“No puedo responder por ella, pero lo que está en discusión es la representación de los 12 años que pasaron y lo que falta por hacer. La Presidenta ha tenido bastante distancia, pero cambió la lógica de la política y la puso en el centro de la escena. Éste es un cambio de época”, completó.
“Aspiro a ser el candidato del peronismo de la provincia que represente al Frente para la Victoria” “Una fórmula debe representar la capacidad de gestión del futuro” “No quiero hablar del Papa en este tiempo político porque no le hace bien a él ni a mí”