A pedido de la Nación, las provincias buscan dólares en el exterior
Buenos Aires saldría esta semana con un bono; Santa Fe y Mendoza lo evalúan
En una demostración más de buena voluntad hacia gobernadores otrora castigados, el gobierno nacional aprobó la emisión de deuda de varias provincias, que esperan poder probar suerte en los mercados antes de las elecciones primarias de agosto próximo. Saben que, después de esa fecha, la turbulencia electoral coartará el apetito de cualquier inversor.
Tal vez el caso más relevante es el de la provincia de Buenos Aires, que después de meses, finalmente, obtuvo la semana pasada el visto bueno de la Nación para colocar en el exterior un bono a siete años por entre 500 y 1000 millones de dólares.
Por la ley de responsabilidad fiscal, desde hace ya años las provincias deben tener autorización del Ministerio de Economía para endeudarse. El consentimiento del ministro Axel Kicillof, no obstante, llega en un momento de concordia en la relación entre la presidenta Cristina Kirchner y el gobernador Daniel Scioli, aún el candidato más firme en las encuestas para sucederla en diciembre.
Así, confiaron a la nacion fuentes del mercado, de mantenerse las condiciones financieras actuales, Buenos Aires tendría previsto anunciar la emisión para el próximo jueves, con la expectativa de hacerse de fondos en el exterior a una tasa de interés en dólares de menos del 10% anual. Y lo haría de la mano de los bancos BNP Paribas y Citi, la entidad financiera que desde hace meses es blanco de ataques por parte del gobierno nacional, por haber negociado con los fondos buitre un arreglo que permitió que el juez Thomas Griesa le liberara pagos de bonos que habían sido congelados.
Pero Buenos Aires no sería la única provincia con una emisión en las gateras. Según fuentes de la City, el Ministerio de Economía habría alentado a varias a buscar dólares frescos en el extranjero. De hecho, la necesidad de sumar divisas a las reservas del Banco Central –cosa que no se da, cuando las emisiones de bonos se hacen sólo en el mercado local– habría sido otro de los motivos por los cuales Economía habría accedido a aprobar los programas de deuda provinciales. “Los ministros de Economía de las provincias tienen el mensaje de tratar de fondearse afuera, aunque son pocas las que están en una situación financiera de hacerlo”, apuntó una fuente, que suele participar de varias colocaciones.
Santa Fe es una de las que en las últimas semanas estuvieron en conversaciones con bancos para evaluar colocar un bono por 200 millones de dólares en el exterior. También Mendoza, que mientras tanto está emitiendo letras de corto plazo en pesos, asesorada por el Banco Provincia. “Santa Fe tiene elecciones en junio, y la emisión probablemente salga después”, señaló la fuente.
Con la emisión de la semana próxima, Buenos Aires espera hacerse de los dólares para financiar el vencimiento de su bono BP15, por US$ 1050 millones, que cae justo antes de las elecciones de octubre y que, de otra forma, pondría aún más presión sobre las reservas del Banco Central.
La provincia que gobierna el socialista Antonio Bonfatti, por su parte, no tiene deuda en el mercado,
En un gesto de buena voluntad, el Gobierno le aprobó a Scioli la emisión
pero buscaría canalizar los fondos a obras de infraestructura.
Chubut y Entre Ríos, por su parte, emitirían bonos, pero sólo en el mercado local. La provincia patagónica estaría planeando una emisión en pesos, pero atada a la evolución del dólar (dollar-linked, según la jerga financiera). Mientras que la ciudad de Buenos Aires, que ya colocó a comienzos de año un bono por US$ 500 millones en el exterior, espera hacerse de pesos la semana próxima colocando una Letra por 250 millones.
Según detalla Guillermo Giussi, economista de Economía & Regiones, en el primer trimestre del año las provincias emitieron deuda por 14.000 millones de pesos. Tanto la Ciudad como la provincia de Buenos Aires tenían fuertes vencimientos en dólares este año.
“Sí o sí la Provincia va a emitir, están monitoreando el mercado desde principios de año”, asevera Giussi. “La mayoría quiere aprovechar el dinero barato antes de las elecciones. El hecho de que la suba de tasas en Estados Unidos se postergue para 2016 mejora aún más el panorama”, dice.