La huella de la política en el universo Boca
Macri, Massa y Randazzo hablaron sobre los incidentes; críticas del oficialismo hacia Angelici, vinculado al precandidato de Pro
Los graves incidentes en el superclásico entre Boca y River produjeron, como era de esperarse, reacciones destacadas en el ámbito de la política. Inevitables, por un lado por la trascendencia del hecho, y por el otro, porque en el ojo del huracán quedó Daniel Angelici, presidente de Boca y vinculado directamente a Mauricio Macri, líder de Pro. La gravedad de la sanción que sufra Boca, sumada a la ya segura eliminación de esta Copa Libertadores, puede representar un duro impacto para las aspiraciones de reelección de Angelici, que también asomaba como aspirante a la secretaría general de la Conmebol.
Buena parte de las repercusiones llegaron desde Córdoba; allí estuvieron tres precandidatos presidenciales de campaña. Macri afirmó: “Siento un profundo dolor, tristeza e impotencia”. Y sostuvo que mientras fue dirigente trabajó para lograr que Boca tuviera una imagen internacional de reconocimiento. Insistió en que aguarda que la justicia actúe “en tiempo y forma para saber lo que pasó” y subrayó que el escándalo tiene relación con lo que está pasando “con los valores en la Argentina”. Admitió la connivencia entre barra bravas y algunos dirigentes políticos, y afirmó que eso “se debe terminar”.
Desde el Frente Renovador, Sergio Massa consideró que lo sucedido en la Bombonera es uno de los “papelones más grandes” del fútbol argentino. Y apuntó a los controles de seguridad: “Como no podían controlar la seguridad, resolvieron jugar sin público visitante, ¿ahora jugarán sin público? No nos quedamos en las críticas; proponemos amar una fuerza de seguridad especializada en espectáculos deportivos para controlar a los locales y para que vuelvan los visitantes. También hay que asumir que existen dirigentes de clubes que fomentan estas cosas; en el caso de Boca se mezcla todo, la política, el club, el fútbol”.
Por su lado, el ministro del Interior y precandidato del Frente para la Victoria, Florencio Randazzo, dijo: “Lo que pasa en el fútbol argentino es una vergüenza. Hay que terminar con la connivencia entre una dirigencia deportiva y los barrabravas; hay que llamar a los barrabravas o a algunos hinchas, por lo pronto, como imbéciles o como delincuentes porque en nombre de la pasión se comenten las peores atrocidades. Si no se puede combatir la violencia hay que suspender el fútbol”. Y no dejó pasar la ocasión para criticar a Angelici: “Imagínese todo lo que habrían dicho si Angelici, en vez de ser presidente de Boca, en vez de ser un socio de Macri, fuera un hombre del kirchnerismo. Lo que pasa es que no hay objetividad”.
En el mismo sentido, la web de la agencia oficial Télam le dedicó un post a Angelici: “Logró imponer a Martín Ocampo, un ex abogado de sus empresas, como fiscal general de la Ciudad, es decir el jefe del Ministerio Público porteño. Antes de ocupar ese lugar, Ocampo fue legislador de Pro, cargo al que también llegó gracias a los buenos oficios del presidente de Boca (...) Angelici sabe que la investigación de los hechos que provocaron el escándalo de anoche con la suspensión del partido incluida, está a cargo de un viejo amigo que, además, le debe al presidente más de un favor”. Ocampo dictó la clausura de la Bombonera para comenzar la investigación por lo sucedido.
El secretario de Seguridad, Sergio Berni, no dudó en responsabilizar a Boca por los incidentes: “En primer lugar, hubo una falla en la organización del evento. Nosotros les explicamos a los directivos del club que no pueden seguir con esta política de autorregulación de las hinchadas, con la autorregulación de los negocios que se generan con el fútbol. Éstos son los resultados”. Y de paso, cargó contra el gobierno porteño al señalar: “Ni la cancha de Boca ni la de River tienen autorización permanente. Organizan espectáculos, se pelean por repartirse la plata, pero nadie se hace cargo”.
Por último, el senador y precandidato presidencial por la UCR Ernesto Sanz contó sus sensaciones: “Estoy avergonzado como argentino por lo ocurrido en la cancha de Boca a la vista del mundo entero, fue una de las noches más tristes de mi vida. Me indigna el salvajismo de quienes han cometido una agresión y me exaspera la inoperancia de las fuerzas de seguridad. Alguien tendrá que dar muchas explicaciones y asumir responsabilidades por todo lo ocurrido”.